Capitulo 22

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Desperté con la alarma que había dejado puesta la noche anterior, me levanté , sentí mi cuerpo tenso, y adolorido. Abrí los ojos, y me encontré con todos los cuadernos sobre la mesa, me había quedado dormida mientras estudiaba.

Caminé al baño y entré a la ducha, estiré mis articulaciones, haciendo que sonaran algunos huesos, de verdad había sido una pésima noche, y terminando con un dolor de cuello donde apenas lo podía mover, tenía que dejarlo un poco ladeado a la izquierda, de forma que no sentía dolor.

Terminé de ducharme y me vestí rápidamente, con los mismos pantalones de ayer, unas zapatillas celestes, y una polera del mismo color con rayas negras.

Tomé un gorro de oso, que me había comprado hace poco y me lo coloque después de haberme secado el pelo.

Bajé las escaleras y me senté en la mesa a tomar desayuno, donde ya estaba mi padre, Lucas todavía no terminaba de vestirse.

-buenos días- dijo besando mi frente.

-Hola- dije si ánimos, realmente estaba muy cansada.

-¿mala noche?- preguntó él.

-pésima- le contesté.

-¿por qué?- preguntó con un tono preocupado.

-me quedé dormida sobre el escritorio, y ahora tengo un dolor de cuello, que ni siquiera lo puedo mover- dije desganada.

-¿te quedaste estudiando?- preguntó.

-sí, tengo muchas pruebas y de verdad quiero que me vaya bien- dije.

-pero no te quedes hasta tarde, porque eso es peor- dijo él mirándome.

-bueno- sonreí.

-y trata de enderezar el cuello- dijo mirando con la cabeza hacia un lado.

-no te burles papá- reí.

-por lo menos te hice reír-sonrío.

-hola hermana- dijo Lucas sentándose a mi lado.

-hola-sonreí.

-me gusta tu gorro- dijo viendo mi cabeza.

-gracias-reí.

-hija, cuando llegues de clases, te daré un masaje en el cuello ¿bueno?- 

-está bien-reí.

Tomamos desayuno rápidamente, ya se hacía tarde, lavé mis dientes tomé mi mochila, y una hoja donde llevaba apuntes para la prueba de hoy.

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Caminé por el pasillo del colegio, leyendo la hoja que tenía en mis manos, escuchaba las risas y burlas sobre mi gorro, pero era lo que menos importaba.

-Tn___- escuché que dijeron a un lado mío.

-oh Cher- la abracé.

-me perdí, menos mal que te encontré ¿dónde queda el salón?- preguntó ella nerviosa.

-tranquila, no te harán nada malo- dije tranquilizándola.

-gracias- sonrío.

-bueno vamos- dije.

Caminamos un poco más y entramos a la sala, estaba Temara y los demás no les tomé importancia.

-pero mira quien se consiguió una amiga- dijo Temara detrás de mí.

-no tienes que hacerle caso-dijo Cher susurrando.

-tranquila-le dije.

-es tu amiga porque das lástima- dijo Temara.

En Mis Cortes Fuiste La Sal (Christian Beadles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora