Extracto 2

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Otra vez tuve que levantarme para ir al dichoso colegio. Me saltaré a partir de ahora la parte antes de ir a clase porque es lo mismo de todos los días.

Cuando llegué, me encontré conque había llegado otro chico nuevo, que por lo visto era amigo de Chloe y era muy admirado por las chicas y que casualmente tenía un gran parecido con el friki que iba vestido de gato ayer... Casualidades de la vida.

Por lo que parecía, tenía pinta de ser un chulo gilipollas nivel Dios, mucho más que Kim incluso. Y el estar con Chloe reforzaba más mi punto de vista hacia él. Si estaba con ella es que era un ricachón pijo y engreído como ella.

Eso creía hasta que le vi como quitaba el chicle que Chloe le había puesto en la silla a Marinette para vengarse, después de todo, no era tan estúpido como ella. Podría haber seguido viendo más, de no ser porque tenía tanto sueño que acabé dormido.

Más tarde, en la hora del recreo, todos huían como locos. El villano había vuelto de nuevo. Por lo que parece, Mari- Ladybug no lo derrotó en condiciones. Yo la quiero mucho y es muy buena persona y tal, pero con su gran torpeza no tendría que ejercer como heroína porque siempre la acaba cagando. Pasaremos más peligro con ella salvando la cuidad que con el villano atacándola.

Y no sólo eso, empezó a haber muchos más iguales que nuestro querido Iván... Genial, a ver cómo la torpe mariquita soluciona esto.

Al final si que hizo su trabajo en condiciones, hablé antes de tiempo. Despreciaba demasiado la posibilidad de que así de la nada tuviera una gran autoconfianza en sí misma y ya supiera hacerlo todo. Me equivoqué. Y ahora me arrepiento. Ha hecho hasta incluso más que ese chico llamado Chat Noir.

Volvimos todos a clase. Resulta que el chico se llamaba Adrien. Hasta nombre bonito tenía. Todas las chicas acabarán babeando por él, hasta Marinette. Dejé de creer que tenía alguna posibilidad.

Efectivamente. Cuando iba a salir del colegio, ya que siempre me quedo el último recogiendo, estaba lloviendo. Y como no, Marinette se olvidó el paraguas. Ya te imaginas que pasó, no? El chico apuesto le dio el paraguas y le hizo la típica sonrisa seductora, cosa que la hizo enamorarse de él como una loca desquiciada... Puaj. Y para colmo, Adrien se fue, como no, en una limusina, y ella se fue a su casa feliz con aquel paraguas. Yo como fui otro idiota al que también se le olvidó y yo, a diferencia de otros, voy a casa andando como Marinette, tuve que ir solo y además mojándome y acabé llegando a mi hogar empapado y cogí un resfriado. Estupendo.

Lo mejor era que me olvidase de ella, no? Pues no fui capaz, y actualmente tampoco puedo. Es algo imposible.

Esto es lo que pasó en este día. Ahora me voy a dormir.

El diario de NathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora