Le conté rápidamente a mi madre lo que había visto en lo que parecía ser una especie de visión. Ella se quedó a cuadros, como yo en su momento, pero no pareció impactarle bastante.
-Cariño, podría ser del estrés, no te preocupes, seguro que no es nada importante. –Dijo mi madre que parecía bastante calmada.
-Sí...seguro que es por el estrés. –Dije convencida.
Me fui al salón ya que me apetecía ver un poco la televisión. Mi programa favorito había entrado en el maravilloso mundo de los anuncios y no tuve otra que ir cambiando de canal hasta dar con alguno que mereciera la pena. Haciendo zapping acabé en el canal en el cual ponen las noticias y para mi sorpresa, me fijé en que había una noticia de última hora: Una mujer había sido brutalmente asesinada en un callejón. Recuerdo tirar el mando al suelo del asombro que eso produjo en mí.
-M-mamá... -Dije un poco abrumada.
-Hija, ¿qué pasa? –Dijo mi madre un poco preocupada.
-Ven, deprisa. –Dije nerviosa.
Mi madre y yo vimos toda la noticia y en ella se decía cómo era la mujer, dónde había muerto, cómo había sido encontrada y cómo había sido asesinada, y sí, es totalmente igual que en mi alucinación, solo por un único detalle, yo la había visto aun estando viva.
Mi madre y yo nos miramos asustadas. Ahora mi madre sí que se había dado cuenta de que lo que le conté podía ser un problema sobre todo para mí; no es agradable ver que tu hija tiene visiones con la muerte de otras personas, ¿no?
-Cariño, tranquila. –Dijo mi madre al verme la cara de asustada que tenía.
-¿C-cómo? –Dije con voz entrecortada.
Después de un rato dándole vueltas, me fui a la calle a dar un paseo. Necesitaba salir de aquella casa, despejar mi mente y meditar sobre la situación. Me metí en una cafetería y me senté en la mesa de al lado de la ventana, observando a toda la gente que pasaban por la calle. He de decir que me relajé bastante y pude calmarme un poco.
Me aburría de estar allí y decidí entonces levantarme cuando de repente pude notar que mi mente volvió a hacer de las suyas.
"Vi como la dependiente de la misma cafetería era apuntada con un arma mientras que un hombre le decía que metiera todo el dinero en la bolsa que él le había proporcionado".
Cuando volví en mí lo primero que se me ocurrió fue gritar en medio de la cafetería:
-¡TODO EL MUNDO FUERA DE AQUÍ, ÉSTA CAFETERÍA VA A SER ATACADA! –Grité con todas mis fuerzas.
No pasó ni 2 segundos cuando aquel hombre del que no pude verle la cara porque tenía un pasamontañas en la cabeza, pegó un tiro al techo y fue rápidamente hacia el mostrador para acabar siendo como en mi alucinación.
Fue entonces cuando la dependienta se empezó a meter todo el dinero de la caja. A pesar de que todo parecía irle bien al atracador consiguiendo el dinero, pasó, aquel hombre sin pensárselo dos veces le pegó un tiro a aquella mujer. Sin mostrar ningún tipo de respeto la dejó tirada en el suelo justo detrás de la barra y se marchó. Todos estábamos atemorizados y nadie quería mover ni un solo músculo pero alguien tuvo que llamar a la policía porque rápidamente se oyeron las sirenas de al menos dos coches.
Yo me quedé inmóvil sin saber qué hacer, pensando en lo que había pasado. Mis brazos rodeaban mis piernas y fue entonces cuando vino un policía e intentó calmarme, me cogió en brazos y me dijo que me iba a llevar a un lugar seguro.
A eso de una hora, me encontraba en la comisaria, en una sala donde previamente me metieron para hablar conmigo. Yo estaba temblando y no dejaba de mirar a un punto fijo de la mesa, donde solo había un papel y un bolígrafo. A los pocos segundos, entró aquel policía que me había sacado de aquella cafetería.
-Hola, ¿Cómo te encuentras? –Dijo de forma amable.
Yo no contesté, era incapaz de articular palabra al parecer.
-Bien, yo me llamo Scott, ¿y tú? –Volvió a ser amable, su voz era tranquilizadora.
-Court-Courtney... -Dije con voz temblorosa.
-Bien Courtney, necesito que me respondas a unas cuantas preguntas. –Dijo Scott.
-Hemos hablado con varios testigos igual de asustados aun por lo ocurrido y todos me han mencionado una cosa, y esa cosa es que previamente al atraco, previniste del ataque hacia esa cafetería, ¿cómo sabías que iba a ocurrir? –Añadió.
Tragué saliva. Si se lo decía me iba a tomar por loca y no le culparía la verdad.
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CULPABLE ©
Mystery / ThrillerCourtney Morgan a sus 17 años, es una chica fuera de lo común que evita por todos los medios ser como las chicas de su clase. Su padre murió en un accidente de tráfico cuando ella solo tenía tres años y desde entonces reside con su madre en Sacramen...