Scott me llevó a comisaría pero ésta vez no entró conmigo a la sala sino un señor muy alto, delgado y con gafas que sujetaba una especie de cuaderno.
-Courtney, ¿verdad? –Dijo aquel hombre.
-Sí, ¿y usted? –Dije con un tono borde.
-Yo soy Paul, psicólogo del FBI. –Dijo sonriéndome. ¿Creía que con sacarme una sonrisa iba a hacer que el momento fuese menos incómodo?
-¿Y eso que tiene que ver conmigo? Que yo sepa, no soy policía. –Dije cruzándome los brazos.
-Alguien me ha dicho que te vendría bien una charla conmigo. –Dijo sin dejar de parecer amable.
-Déjeme pensar, ¿Scott? –Vacilé.
-Verás, está preocupado por la situación. –Dijo mirando el cuaderno.
-No necesito ayuda, y menos psicológica. –De lo enfadada que estaba me levanté.
-Es mejor que te tranquilices. –Dijo intentando calmarme.
Respiré hondo y volví a sentarme.
-Bien Courtney dime, ¿hay algo que te preocupa? –Dijo con voz dulce.
-Puede ser. –Dije creando un poco de intriga pero sin ninguna intención de hacerlo.
-Puedes contármelo. –Dijo interesado.
Miré al cristal típico de sala de interrogatorio y lancé una mirada de odio hacia ella esperando que Scott estuviera mirándome.
-He tenido varios incidentes últimamente pero nada me ha trastornado tanto como para tener que hablar con usted. –Dije bastante fría.
-¿Y cómo te has sentido ante tales situaciones? Tengo entendido que dos de ellas fueron traumáticas aunque no lo quieras reconocer, es más, el rechazo a cualquier tipo de ayuda es el primer síntoma de que necesitas mi ayuda. –Dije de forma amble.
-No necesito su ayuda. –Dije ya bastante cabreada.
-Aunque no lo creas, sé cómo te sientes Courtney... -Dijo bastante convencido pero no aceptado.
-¡USTED QUE SABRÁ! ¡USTED NO ME CONOCE! -Me levanté y me fui de la sala rápidamente. Al salir, la puerta se cerró y seguí caminando hacia la salida de la comisaría pero alguien me detuvo.
-Courtney, ¿pero qué es lo que te pasa? –Dijo Scott mirándome bastante cabreado.
-¿Te he dicho que necesito ayuda? ¡Déjame en paz de una vez! –Scott se quedó callado y entonces me fui.
A la mañana siguiente fui al instituto, todo iba bien y eso me sorprendía bastante. Al acabar las clases me dirigí a la puerta y posteriormente llegué al coche de mi madre pero no estaba sola.
-Cariño, te presento al agente Jaden Lopper, él va a protegerte mientras que yo no pueda.
-¿Protegerme? ¿Protegerme de qué? –Dije bastante sorprendida.
-De tus visiones, ellas hacen que te expongas a peligros. –Dijo mi madre bastante seria.
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CULPABLE ©
Misterio / SuspensoCourtney Morgan a sus 17 años, es una chica fuera de lo común que evita por todos los medios ser como las chicas de su clase. Su padre murió en un accidente de tráfico cuando ella solo tenía tres años y desde entonces reside con su madre en Sacramen...