SEMBLANTE

1.2K 107 5
                                    

NARRADOR OMNISCIENTE

-¡No!- le dijo tony por décima vez. Ya había pasado cerca de dos horas desde que jann le había dicho que quería marcharse de la torre y tony seguía negándose.

-Vamos, te visitare los días festivos- bromeo

-Que graciosa, ahora menos-

-¿Sabes que es lo gracioso?- le pregunto jann

-¿Qué?- le contesto impaciente

-Que ya estoy por cumplir 26 años y aun sigo pidiendo tu permiso para hacer lo que quiero-

-Bien, eso demuestra que eres una chica buena-

-No, demuestra que soy una consentida-

-¿Y no lo eres?- le contesto tony, estaba recargado en la mesa frente a jann, era su hermana pequeña y no quería dejarla ir.

Jann dejó escapar un suspiro y se aclaró la garganta

-Ya tome una decisión, tony. Y prefiero irme con tu consentimiento- hablo claramente mostrando la seguridad que sentía- Necesito algo de paz, hermano-

Tony suspiro y dejo de lado la idea de tratar de convencerla, sabía que solo sería tiempo perdido.

-Esta bien- se rindió y jann soltó un gritito de alegría- solo deja que envié a algunas personas para que comprueben la seguridad, hagan la compra y limpien la casa-

-Eres el mejor- contesto jann rebosante de alegría, se acercó y le dio un beso, después hizo lo mismo con bruce y salió del laboratorio.

-¿Cuántas veces te ha convencido de hacer lo que no quieres a lo largo de la semana?- le pregunto bruce con una sonrisa de burla

-Trabajemos en silencio- gruño tony

Janney estaba tan contenta de que su hermano aceptara que cuando llego a su habitación aun no podía dejar de sonreír.

Estaba tan cómoda en la cama que poco a poco fue cerrando los ojos...

Hasta que un golpe sordo la hizo abrirlos, vio por el espejo que estaba frente a su cama, a loki paseándose por la habitación hasta detenerse en los libros y ver las portadas

-Vete, quiero dormir- dijo soñolienta

-No hare ruido- le contesto tomando un libro y yéndose al balcón

-Como sea- susurro jann y volvió a sumergirse en el sueño... pasaron al menos diez minutos cuando alguien toco la puerta de su habitación

-Loki abre- gruño de mal humor. Espero un rato cuando volvieron a tocar. Se enderezo molesta y vio directo hacia el balcón, ahí estaba loki pero ajeno a este mundo- ¿Quién es?- dijo resignada a que no la dejaran dormir.

-Soy yo, Steve-

-¿Qué sucede?- dijo abriendo la puerta

-Natasha me pidió que te llamara, está esperándote es su habitación-

-Gracias, Steve-

-De nada, jann- le contesto con una sonrisa y se marchó, a juzgar por su ropa iba al gimnasio. En cambio jann fue a echarse un vistazo en el espejo. Tenía unas grandes ojeras, la boca seca, un semblante horriblemente pálido, por un momento se quedó perpleja, pero rápidamente se convenció de que solo le faltaba alimentarse, pero para no preocupar a su hermano y darle otro motivo para negarse y no dejarla ir a Washington, se empezó a maquillar suavemente solo para darle algo de color a su rostro, se cepillo el cabello y se puso algo de perfume.

Iba saliendo cuando le echo una mirada a loki que aún seguía sumergido en la lectura

-Hasta luego- se despidió pero no recibió respuesta

UN MOMENTO DESPUES...

-¿Se puede?- pregunto jann entrando de todos modos

-¿Por qué tardaste?- le pregunto sin rodeos

-Estaba ocupada- mintió- Y... ¿Lo encontraste?-

-Sí, te encantara- 

La Hibrido StarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora