La Hibrido Stark

EPILOGO

El día estaba lluvioso y triste, como todos en el lugar.

La mayoría de los vengadores estaban presentes  A excepción de Thor y Loki.

Había poca gente en el sepelio de la joven Stark, gente que Pepper acepto, si Pepper Pots estaba ahí, con sus ojos llorosos y nariz roja.

Ella se había encargado de los arreglos.

Todo había sido demasiado difícil para Tony Stark, no recordaba muchas cosas, había estado andando en automático desde hace un día y medio cuando S.H.I.E.L.D. Apareció Y le quitó a Janney de sus brazos.

Ellos se había encargado de todo y lo habían hecho pasar como un intento de asalto que obviamente salió mal, poniendo en el reporte, en los periódicos y en los noticieros que le habían disparado directo en la cabeza.
Tony sabía que había sido lo mejor pero no se explicaba porque se sentía molesto, con Klaus, con Janney por confiar en alguien que ahora le había arrebatado la vida y con el mismo por no haber hecho nada.

Miro a Bucky que estaba frente a él y quien parecía cubrir su rostro con una máscara pero puedo darse cuenta que estaba muy afectado, su rostro frío no lo engaño, por qué era el mismo que él tenía en ese momento.

-Tony, es hora- le aviso Pepper.

Tenía el rostro bañado en lágrimas, y Tony solo atinó a asentir.

Se puso de pie y la siguió junto a los vengadores.

Era hora de decirle adiós a su hermana.

Apenas salió de la estancia se puso sus gafas negras, vía un sacerdote frente a un ataúd de mármol y se le encogió el corazón.

Una mano se puso en su hombro dándole el apoyo que necesitaba, como si se hubiese dado cuenta de que estaba a punto de desplomarse.

Era Steve quien le estaba brindando sus fuerzas.

Se sentaron en las sillas que estaban preparadas para ellos y escucharon atentamente el sacerdote.

Al final del cementerio alejado de todos pero con una buena vista estaba Brock Rumlow, el prometido de Janney.

Con el rostro des acongojado de la impotencia de saber que no pudo hacer nada por ella, de darse cuenta que ahora ella lo dejaba a el.

Todo su dolor lo había transformado en ira hacia los que estuvieron presentes y no hicieron nada para salvar.

Había estado trabajando arduamente para poder destruirlos a todos.

Los aborrecía por no salvar a su amada de la muerte.

-Crossbones- lo llamó alguien por el intercomunicador y soltó una maldición.

-Les dije que no me molestaran-
pero el soldado fue breve.

-Encontramos el video que quería- y sonrío.

El video.

La prueba que tenía y mostraba a Bucky asesinando a los padres de Tony y Janney.

Brock confiaba en que Tony hundido por su pena y dolor los destruyera a todos, separándolos.

Le dedico una última mirada a el ataúd donde descansaba su prometida y la única persona que había amado de verdad en su vida.

-Que este listo para enviarse-

Después se marchó sin mirar atrás.
Como a Jann le gustaba.

-Janney Stark, ve en paz- pronunció el sacerdote y les hizo la seña a unos hombres para que empezaran a bajar el ataúd y sepultarlo.

Pepper no pudo resistir más y se derrumbó en el hombro de Natasha.

Wanda sollozaba fuertemente en el pecho de su hermano y Tony sintió una punzada de envidia, hacia Pietro... El aún tenía a su hermana.

-Tranquila, respira- la voz de Romanoff llamó la atención de todos.

Pepper estaba a nada de desmayarse y sin soportar más lo hizo, perdió el conocimiento.

Steve y Clint corrieron a ayudarla y se la llevaron a la estancia.

Natasha fue tras ellos para acompañarla, después de un rato se les unieron Wanda, Pietro y Sam, incluso el sacerdote.

Solo quedaron Tony y Bucky pero al final con los ojos repletos de lagrimas e incapaz de aguantar un momento más, Barnes también se fue.

Y Tony se quedó ahí solo viendo como los hombres terminaban de cubrir con tierra a su hermana.

Quien estaba dentro del ataúd con un bonito vestido blanco y un anillo de bodas en su dedo.

-Siento tu pérdida- dijo una voz gruesa a su lado, giró y encontró a Nick Fury.

-Gracias- pudo contestar en un tono neutro, ni siquiera sabía porque era tan amable.

Ahora que había perdido a toda su familia ¿Como sobreviviría? La necesitaba, desde que sus padres lo reunieron con ella Tony supo que nunca iba a estar solo.

Y ahora ella lo había dejado, no no lo había dejado. ¡Se la habían arrebatado!

Klaus Mikaelson la había asesinado por segunda vez y definitiva.

Odio, odio fue lo único que pudo experimentar...

-Tony, ya es hora de volver-

Steve lo regreso a la tierra, donde ya era de noche ya no había trabajadores y el cuerpo de su hermana ya tendría unas cinco horas ahí abajo.

-Todos se han ido-

-¿Y porque tú no?-

-No me gustaba la idea de que estuvieras solo aquí-

-Bueno, tengo que acostumbrarme, porque así es como voy a estar siempre- pasó por un lado del capitán y se marchó.

Steve sabia que Tony estaba muy molesto y a un centímetro de caerse a pedazos.

-Le harás falta- susurró a las sombras- Nos harás falta. Adiós Jann- y como si hubiese escuchado una despedida se fue.

Janney Stark había dejado de existir la tarde de su cumpleaños veintiséis, dejando heridas abiertas y sangrantes que nunca se recuperarían del todo, pero hubo algo más que dejo, algo amigo y destructivo.

Venganza.

La venganza había llegado con ella pero al final la dejo ir sola, pero la alcanzaría, no hoy no mañana pero lo haría.

Consumiría a todos los demás y después satisfecha se reuniría con La Hibrido.

Como dueño de las sombras Niklaus apareció con un ramo de rosas blancas y las deposito con cuidado en la tumba de Janney.

Elijah también apareció para despedirse de Janney.

Su familia estaba a salvo por ahora y el peso de la culpa los consumía, pero sobrevivirían, siempre era así.

Klaus se inclinó y susurro unas palabras.
-Aquí descansa Janney... La Híbrido Stark-