I'm not a child [Chuuya x lectora]

Un día más

Pues... no puedo evitar escribir más... Cuando se me ocurre algo debo escribirlo.

Disfruten

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Si ya de por si muchas veces acabas con ganas de volver lo antes posible a casa, ahora que estaba alguien esperando por ti con más razón estuviste impaciente por volver.

Nada más acabar volviste corriendo a casa.

— ¡Estoy en casa! — dices esperando la respuesta.

— ...Bienvenida.

— *Menos mal, no ha salido.* Perdón por tardar. Hago la comida y vamos a buscar a Dazai.

Al acabar de cocinar te fuiste a echar un momento mientras Chuuya comía. Por asombroso que fuese no tenías hambre en ese momento.

Te quedaste dormida sin darte cuenta.

— Ya está (T/N..).. *Ah está dormida.*

— ... — te despiertas —. Ah sí, entonces vamos.

— Si quieres podemos ir más tarde.

— No, está bien. Vamos de una vez. Seguro no te gusta estar como niño — bostezas —. Venga, ¿ya estás?

— ... Sí.

Esa vez decidiste hacer algo más inteligente que era ir a la agencia de detectives a preguntar por Dazai.

Cuando preguntaste a alguien seguido se fue corriendo donde el resto y pudiste escuchar como decían algo como "¿¡Dazai tienes novia!?", "Y parece que hijo también.", "Es imposible.", etc.

— (T/N), hola.

— Ranpo, hola.

— Qué haces aquí.

Aunque sabía la respuesta igualmente preguntó.

— Buscaba a Dazai.

— Aún sigues con eso. Y por qué preguntas por el antes que por mí — hace un puchero.

— Jaja perdón. Pero mira, te traje unos dulce..

No tardaste en mostrar que ya te los había quitado.

— Dazai no se encuentra aquí en estos momentos.

— A dónde fue.

— Quien sabe... Por cierto... ¿Ya sabes qué día harás lo que yo te diga?

— Tengo que estudiar Ranpo, y además si no me dices donde esta Dazai tengo que estar cuidando de Chuuya.

— Pues tíralo a la basura.

— ¡Ranpo! — le regañas antes de que Chuuya le grite.

— Hm, le haces más caso a él que a mí.

— No seas tan celoso. Además te acabo de entregar dulces.

Ahí tenías un punto...

— Bueno, da igual... Porque yo te tendré un día para mí y ya se me ocurrieron varias cosas — dice cogiéndote del mentón y dándote un beso bastante cerca de la boca.

Sin embargo, tuvo que separarse rápido ya que Chuuya le había pisado.

Ya llevaba un buen rato cabreándose ante lo que decía y hacía tu amigo y había llegado a su límite cuando vio tanto acercamiento.

— Lo siento — te disculpas —. Chuuya por qué has hecho eso — le reprimes.

— ¡Cállate, y no me trates como un niño! Te recuerdo que soy adulto. Si quieres jugar a ser madre adelante, ¡pero no me uses a mí! — dice para salido salir corriendo de ahí.