C a p i t u l o 9

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Capítulo 8: "Thomas"

"–Es una decisión ya tomada y no vas a poder hacer nada para cambiarlo– dijo esa señora que siempre aparece en mis sueños. Era una conversación entre ellos, no creo que noten mi presencia.

–Por favor, no, además tú muy bien sabes que no está permitido– lloriqueo una voz -con un cuerpo sin forma- que podría jurar que es la de Thomas.

–Tu mejor que nadie sabes que eso no me importa– se escucharon unos susurros lejanos, intente caminar hacia ellos pero algo me lo impedía. Tenía cadenas amarradas a mis pies y por más esfuerzo que hacía, no llegaba a ninguna parte. Voltee a todas partes, lo único que había a mi lado era mi reflejo viendo la escena. El cuerpo abstracto empezó a formarse ante mis ojos se encontraba una figura alta pero no lo pude reconocer, la luz no llegaba a su cara. La figura gritaba de dolor y le suplicaba a la mujer a su lado que lo dejara ir. Cuando sus súplicas finalizaron, sus ojos se abrieron de golpe y dirigieron su mirada hacia mí, me hizo estremecer. Sin embargo eran los ojos más hermosos que alguna vez había visto, pero me sentí culpable cuando gritó de nuevo pero ésta vez con odio:

–¡Todo es tu culpa!– sentí como las cadenas alrededor de mis pies se hundían y me arrastraban fuera de ahí, junto a él."

Desperté con la respiración agitada esperando encontrarme junto a esos verdes ojos, pero en cambio estaba Jack dormido con la boca abierta. Rode los ojos y lo empuje.

Ese niño necesita entender que él y yo no vamos a dormir en la misma cama.

–Todavía no entiendo el por qué.– la primera y más importante, Katie, pero no le iba a responder eso. –Eres pequeña, no ocupas ni la mitad de la cama.

–¿Y que con eso?– dije sin ganas de tener la misma pelea por sexta vez en la semana, el sueño me traía un poco descolocada.–¿No tienes casa? ¿Familia? ¿Otra persona a la que fastidiarle la existencia?– suspiró en respuesta mientras se volvía a dejar caer en mi cama pero conmigo fuera de ésta.

Agarre mi toalla del closet y me dirigí al baño, Katie se encontraba en la poceta leyendo una revista.

<¿Las almas también hacen sus necesidades?>

No hubo respuesta, no sentí nada, sólo un vacío.

<¿Thomas?>

Preguntas era lo único que tenía en mi mente.

Puse las cornetas junto al lavamanos y mi teléfono con música mientras me desvestía para entrar en la ducha. Katie siguió leyendo su revista desinteresada.

–¿Me escuchas?– pregunto Katie a través de la cortina a lo que respondí con un raro sonido de aprobación. Tarareando la canción que sonaba en este momento– ¿Cómo pasaste la noche?

–¿A que te refieres?– le respondí con otra pregunta. Sabía que a ella no le importa cómo había dormido.

–Catie, te vi, en mi sueño, pero se sentía tan real.

–¿Que con eso?– pregunte haciéndola llegar al punto.

–Desde que morí, no había soñado nada.– seguía sin entender el punto.–Catie,–suspiró– ¿Puedes prestar atención?– dijo desesperada, pausando mi canción. Me quejé y asome mi cabeza a la cortina.

–¿Que quieres?– se encontraba mirándome parada en la puerta.

–Desde que morí, no he soñado nada, pero, el primer sueño que tuve, y tú estás en él. Tenía unas cadenas alrededor de mis pies, y había alguien suplicando por ayuda. Tú estabas a mi lado. – no pude evitar que mi primer pensamiento fuera Thomas.

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⏰ Última actualización: May 29, 2017 ⏰

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