Capítulo 16

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Termine de arreglarme, lo cual no fue mucho por mi hermano, me senté en mi cama e intente pensar positivo de como me iba a ir está tarde.

Un mensaje me entra.

"Preciosa ya estoy en la esquina de tu cuadra sal de tu casa y te paso recogiendo. Quiero hablar con tu hermano. "

Sali casi corriendo al cuarto de Sebas.

-Sebas, Sam quiere hablar contigo.

-Está bien, así si me gusta, que también sean responsables.

-Cállate que nunca tendré algo con el.

-Si, claro porque nunca lo dejaré.

-Agh cállate.

-No me digas que me calle, espera ¿te maquíllaste?

-Noup.

-¿Gina?

-Sólo un poco.

-Está bien.

Salimos y esta el en un carro negro. Se baja y saluda de la mano a mi hermano.

-Hola. Se muy bien que la ultima vez que hablamos no terminamos nada bien, pero ahora quiero hablar contigo y pedirte perdón. Lo que hice estuvo muy mal, yo comprendo tu furia. También tengo dos hermanas menores y se lo que se siente.

-Si, acepto tus disculpas. Se que también reaccione muy mal con mi hermana.

-Hoy la traeré a las ocho. Mis padres han hecho un almuerzo familiar, y quiero llevarla. Ellos saben que irá.

-Está bien.

-Toma mi tarjeta, cualquier cosa llamame.

Me despido de mi hermano con un gesto y voy junto a Sam al carro. Entra por la puerta del piloto. Se sienta y se pone el cinturón.

Alcabo de veinte minutos llegamos a su casa. Es gigante.

-Siento el comportamiento de mis hermanas desde ya.

-Yo vivo también con hermanos te entiendo.

Entró y dos niñas corren a la puerta, una de trece años y la otra de unos cinco.
La de cinco se lanza a Sam y lo saluda muy cariñoso, mientras que la otra apenas levanta la vista de su móvil.

-Gaby saluda - le dice Sam a la de cinco años.

-Hola, soy Gabrielle pero me gusta que me digan Gaby.

-Yo soy Gina. Un gusto concerté - le extiendo la mano y me la agita.

-Zarah saluda.

-Hola.

La niña se va con su móvil, claramente molesta. ¿Estará celosa? yo lo estaría si Sebastian me dice que tiene novia.

-Siento su comportamiento. Ya iré a regañarla.

Lo miro con mala cara.

-Ni si te ocurra, eres su hermano no su papá.

-Eso no evita que pueda castigarla, mis padres no le dicen nada.

-Si vas me enojo.

-Sólo por esta se la perdono.

-Por estas y todas, insisto no eres quien para regañarla.

-Dejemos esa discusión para otro día.

Caminamos hacia la sala, que es lo suficientemente amplia para una gran familia. Una señora de unos cincuenta años entro al living junto a un hombre de diez años más que la mencionada.

El es MI doctorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora