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¿Alguna vez has sentido que podrías estar sumido en un coma? Que todo lo que pasa a tu alrededor solo es la invención de tu subconsciente trabajando de manera autónoma, que todos esos errores que has cometido solo son variables que tu mente dormida estudia y los pone a prueba para obtener resultados y aprender de ellos ¿Te has sentido alguna vez así?

De verdad me gustaría que así fuera, mi vida es desgraciadamente triste, si no fuese por mis amigos y mi familia seguramente estaría internado en algún tipo de institución mental pudriéndome en mi depresión.

Creo que hablo por muchos cuando digo que la adolescencia es la etapa más dura y cruel del ciclo de vida, nos descubrimos y odiamos a la persona que en verdad somos porque queremos ser diferentes, entonces fingimos ser alguien diferente, empezamos entender el mundo a nuestra manera y hacemos lo que queremos porque para nosotros está bien y odiamos a quienes nos dicen que no sabemos ni entendemos nada, entonces nos perdemos por ignorantes. En fin, solo nos volvemos mártires de la confusión y el desconocimiento.

Igual tampoco se para que te digo esto si debes de estar en la misma posición que yo, un adolescente más que busca escapar de su tormentosa realidad para imaginar cómo sería la de otra persona, creo que mi deber seria ayudarte en eso. Podría contarte cuando...

-¡Mateo!

...Lo que faltaba, mi madre pegando gritos para que vaya a comer, no sé qué le cuesta mandar un simple mensaje para avisar, supongo que puedo dejar que me acompañes desde acá, así que no interrumpas tanto.

-¿De verdad tienes que gritar cada vez que me necesites? Con enviar un mensaje de texto es más que suficiente.

-¿Y tú tienes que hablarme de esa manera cada vez que no te guste algo? -odio cuando su cara se ve triste-, solo quería que vinieras a cenar conmigo, siempre como sola desde que tu padre...

-Lo siento mami, prometo que... -esta pizza parece hecha por los dioses-...No entiendo cómo es que cocinas tan delicioso -supongo que si se ríe es porque está mejor.

-Sabes que cocinar es de las pocas cosas que me entretienen y me divierten, cambiando de tema, hoy vino un chico a buscarte, se llamaba Andrew creo, te llame pero...

-¿Pero qué? -insistí.

-...Supongo que si te fuese mandado un mensaje si me hubieras prestado atención -concluyó.

-No tienes que seguirme sacando en cara eso -me pregunto para que me buscaría Andrew.

Después de haber terminado mi majestuosa cena tuve que aterrizar y volver ser el último en la jerarquía de esta casa: El esclavo lavaplatos.

No pude dormir casi esa noche pensando en lo mismo, Andrew es la persona que me es más indiferente del colegio, se su nombre porque estudia conmigo, si no fuese por eso hasta ignoraría su presencia. Creo que podría hablar mañana con él por primera vez. Ahora que analizo bien si cabello rojizo no es tan feo... ni sus pecas... ni sus ojos ver... ¡Basta! Ya duérmete.

Demonios, es tarde y no me duchado ni desayunado ni nada, mi mama no me llamo para despertarme y tengo examen a primera hora... Perfecto. Mi madre se tomó enserio lo de solo mandarme mensajes para cualquier cosa, debe ser que la vibración del teléfono iba a crear un sismo y eso me despertaría, como te odio mujer.

Salí disparado aun acomodándome el uniforme, no sin antes lavarme los dientes al menos, nunca he reprobado un examen y nada hará que el de hoy sea la excepción, llegue justo antes de que se escuchara el aviso de entrada de los estudiantes.

-Vaya si que estas sudado y te vez bien cansado -una voz familiar se acercó y me beso en la mejilla-. Y... ¿Por qué tienes la camisa el revés?

-Mierda, acompáñame al baño mientras te explico.

Fuimos rápidamente antes de que el profesor de Historia Antigua llegara, soy en fanático de la historia, nada podría hacer que repruebe este test. Le conté a Clarisse todo lo que había sucedió este fin de semana, incluyendo la inédita visita no atendida de Andrew.

-Así que... Llegaste tarde porque tu celular causo un terremoto de 20.8 y casi mueres aplastado por tu casa ¿No?

-No seas idiota -reí-, todavía no entiendo que quería Andrew ayer.

Clarisse se encogió de hombros.

-No lo sé, tal vez quería follar salvajemente contigo... -dijo emocionada-, o solo quería saber si tu tenías internet, por lo que se es tu vecino y me dijiste que no me contestabas porque eso, además...

-¿Es mi vecino? -mi cara de estupefacción era merecedora de una medalla de oro olímpica en la disciplina del horror.

-...Es tu tipo de chico -prosiguió-. De verdad que eres idiota, has sido vecino de uno de los chicos más hermosos de esta secundaria toda tu vida y recién te enteras.

Creo que no exageraba cuando decía que ignoraba su existencia antes de estudiar con él.

-La verdad no me he fijado en el mucho -me alarme al ver la hora-, ¡El examen! Vamos, no puedo reprobar.

El examen, como era de esperarse, no me supuso ningún problema, cuando se trata de historia no hay nadie más hábil que yo. Pero extrañamente no fui el primero en entregar como de costumbre, me distraía mucho el simple hecho de tener a Andrew en el asiento de al lado, además de que no paraba de mirarme. De todas maneras termine mi examen y espere a que Clarisse hiciera lo propio para seguir y hablando.

-¿Notaste lo mismo que yo? -me miró con cara de complicidad.

-Por supuesto -la verdad creo que ella estaba más emocionada que yo por esto.

-Deberías hablarle Matt -prefiero mil veces ese diminutivo a mi nombre completo.

Supongo que unas cuantas palabras intercambiadas con el no harían daño, así que me acerque a su lado.

-Ehm... ¿Hola? -Demonios por qué soy tan idiota en esto.

-¿Matt? Ah... Hola -ahora que lo detallo si es un poco lindo, pero creo que está enojado.

-Quería disculparme por no atenderte ayer, no escuche los gritos de mi mama -esto de ser amable tampoco se me da bien-. En fin ¿Para qué me buscabas?

-Yo... bueno... -¿son nervios lo que noto en su voz? Oh por dios, esta ruborizado-, solo quería que me explicaras esto de la historia, no había internet ayer así que no tenía manera de estudiar y pues, eres la única persona que conozco que no necesita estudiar nada porque eres como una bóveda de conocimiento -¿Eso fue un halago?

-Ah... ¿Eso quiere decir que reprobaste hoy? -la culpabilidad estaba floreciendo en mi interior.

-Supongo que si ¿El que lanza rayos con su martillo es Zeus, no? -de verdad me iba a morir, este chico de verdad no sabe nada y no lo ayudé.

-Ese es Thor -reí
-, es enserio que no sabes nada, para la próxima mejor me escribes a mi WhatsApp y te ayudare en lo que quieras.

-Vale... -vacilo- ¿Por qué estas rojo?

Mi vergüenza fue astronómica, las orejas me ardían de la pena y yo que solo pensaba en ayudarlo, pero tampoco me humillare así, a mí nadie me hace ruborizar y muere sin caer en mis brazos.

-¿Por qué lo estás tú? -Ja, toma esa.

-Eh...me tengo que ir ¡Adiós! -y así de rápido como un rayo saliendo del martillo de Zeus... digo, Thor, se marchó por la puerta del salón.

Umbra a mea Tormentum.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora