Esa conversación con Andrew fue muy intensa, me estaba empezando a sentir nervioso e intranquilo, pero como no estarlo, si su indescifrable mirada brillante como dos esmeraldas en su pleno esplendor chocaba con la mía. Definitivamente, no lo volveré a mirar a los ojos de nuevo.
-¿Y declaro su amor por ti? –sigo sin entender cómo es que Clarisse puede llegar a ser tan pesada.
-Serás tonta, eso que paso en el salón fue muy extraño, mas no significa nada importante –mordí mi sándwich de atún-, ahora, si no es molestia, déjame degustar esta delicia.
-Solo piensas en comida y libros –espetó en un suspiro de frustración- ¿Cuándo te decidirás a tener un novio?
-Cuando de verdad me enamore de alguien y sea algo reciproco –me encogí de hombros-, creo que ya te lo había dicho.
-Solo siento que deberías tener a alguien más aparte de mí, no me gusta que estés tan solo, aunque no lo admitas.
-No seas boba Clarisse, contigo es más que suficiente por los momentos –intente sonar convincente-, ¿Quieres sándwich?
El resto del día transcurrió con normalidad, Andrew no volvió a mirarme tanto y las clases pasaron rápido, me despedí de Clarisse y me retire a mi casa, aunque tuve que desviarme un poco para hacer las compras que mi mami me había encargado. Puede parecer que no, pero la relación que tengo con mi madre es excelente y es muy fuerte, aparte de Clarisse es la única amiga que tengo y también la única familia.
Al salir de la tienda note que estaba empezando a oscurecer y todavía estaba un poco alejado de casa así que decidí apretar el paso, no es que la zona en donde vivo sea peligrosa pero es mejor prevenir el peligro, he escuchado de países donde te pueden matar solo porque no tienes nada de valor excepto la vida, aunque creo que mi teléfono vale más que la mía.
Clarisse tiene razón, debería encontrar a alguien más con quien pasar el tiempo, como si fuera tan fácil.
Mis pensamientos se vieron interrumpidos por un ruido que nunca en mi vida había escuchado, era como una especie de gruñido que parecía decir algo que no lograba identificar, tan inaudible y disperso como un susurro dentro de una cueva, dejando atrás un eco que me estaba empezando a asustar.
El pánico se estaba apoderando de mi cuando seguía escuchando esos sonidos después de haber caminado dos cuadras, parecía que la noche se volvía gradualmente más oscura mientras más avanzaba. En determinado momento caí en la cuenta de que esos sonidos parecían ser muchas voces que hablaban al unísono pero seguía sin poder identificar qué idioma era, estaba empezando a creer que estas voces estaban en mi cabeza y que me estaba volviendo loco. Entonces solo puede entender algo.
Dany… Danniel…
Corrí, corrí lo más rápido que alguna vez lo había hecho, definitivamente algo malo estaba pasando en mi cabeza y estaba empezando a tocar lugares en mi subconsciente muy frágiles. Hay momentos que desearías recordar con toda el alma pero están enterrados en la grava del olvido de la memoria, o simplemente te gustaría que esos momentos hayan sucedido de verdad.Mientras me movía a toda velocidad por las calles de mi vecindario me percate que las sombras no eran normales, parecía que hubiesen cosas más oscuras que la propia sombra moviéndose entre ellas, no sé si eran reales o era parte de la locura que me estaba ocasionando la situación, solo quería llegar a casa ya.
Al llegar a casa todo estaba impecable, la cena estaba hecha y mi madre descansaba viendo su programa favorito “Huellas culposas” básicamente se trataba de investigaciones criminalísticas. Admiro mucho a mi madre, es como ese modelo a seguir, es la chef principal del restaurante de un famoso hotel cinco estrellas de la ciudad, trabaja de domingo a domingo de siete de la mañana a cuatro de la tarde y aun así le queda tiempo de llegar a casa y hacer los oficios del hogar.
Percibir el cálido ambiente del hogar me calmaba un poco, aunque creo que no era tanto el efecto pues mi mama noto mi cara de espanto cuando me vio.
-Menos mal ya llegaste, me estaban haciendo falta unos ingredientes y te demoraste mucho… -me vio a la cara y puso una de genuina preocupación-, ¿Por qué estás tan sudado? Y por qué vienes con esa cara ¿Te paso algo?
No quería preocupar a mi mama con más cosas, ya era suficiente con todo el estrés que siempre cargaba y aun así estar siempre pendiente de mí con la actitud más alegre.
-Solo me paso algo extraño pero nada de otro mundo –claro, súper normal estarse volviendo loco-, ¿Cómo te atreves a decir que me demore tanto si vine hasta corriendo?
-Son las seis y media de la tarde, tu sales del colegio a las seis ¿Qué tanto te puedes demorar en ir a la tienda y venir? Además el colegio queda solo a cinco cuadras de acá.
Vale si algo he aprendido en mis dieciséis años de vida es que nunca puedo discutir con mama, ella nunca me dará la razón. Si yo digo que primero fue la gallina ella me refutaría y sería capaz hasta de hacer una investigación científica con tal de demostrar que el huevo fue primero y que la razón es de ella.
La cena fue como las de siempre, pasamos hablando sobre trivialidades de su trabajo y de mi colegio, es bien interesante hablar con ella debido a que podría decirse que es una mujer con muchas experiencias a pesar de ser tan joven.
Después de haber terminado mi labor como esclavo me dieron ganas de contarle a mi mama lo que había sucedido antes de llegar, pero supuse que pensaría que me estaba enfermando o estaba consumiendo alucinógenos y sería darle más preocupaciones, así que intente hablar de otra cosa que también le incomodaba mucho.
-Mami ¿Puedo preguntar algo sin que te afecte? –trate de no ser imprudente.
-Si dejas de estar tan metido en ese mundo virtual tuyo puede que tal vez te responda –bajo la mirada-, aunque creo saber por dónde vienes.
-Olvídalo, no es nada –mejor no insisto en el tema, ver a mi madre llorar por eso es lo peor.
-Danny… -comenzó-. Danniel. Era un hombre muy misterioso, tenía muchos secretos guardados que con el tiempo comprendí que así estaban mejor. Trabajaba en el hospital como jefe de Nefrología, lo conocí porque era un cliente frecuente del restaurante y prefería atenderlo yo misma –estaba a punto de llorar.
-No es necesario que sigas si no quieres –ella negó con la cabeza.
-Con el tiempo empezamos a salir y me empecé a enamorar, todo estaba yendo de maravilla, justo el día que me convencí de amarlo el me sorprendió con la propuesta de matrimonio, no lo dude dos veces y acepte. Nos casamos y nos mudamos a este apartamento, a los 3 años naciste, estábamos más felices y enamorados que nunca… -seco sus lágrimas y dijo-, Mateo, sé que quieres saber más sobre tu padre, pero aun no puedo contarte todas las cosas que quisiera, cuando seas mayor entenderás mis razones.
-Toda la vida te has empeñado en decirme eso.
Esos eran los únicos momentos en los que podía estar enojado con mama, desde muy pequeño me ha ocultado la verdad sobre mi padre, a veces pienso que era una especie de criminal con un terrible pasado oscuro y que por eso intenta escondérmelo, pero luego pienso en la clase de persona que es mi madre y me doy cuenta de que jamás se fijaría en alguien así.
-Ya te lo he dicho Mateo, cuando te lo explique desearas que nunca lo hubiese hecho, ahora es mejor que te vayas a dormir.
No me despedí, di media vuelta y me largue de su habitación haciendo un berrinche propio de un niño de cuatro años cuando no acceden a sus caprichos. Me di un baño y me dispuse a dormir, no sin antes poner mi celular a todo volumen, no volvería a llegar tarde por culpa de mi mama. La verdad era difícil intentar dormir con todos esos sucesos recientes, aún tenía miedo y no terminaba de entender todo, apague las luces y cerré los ojos. Poco a poco los brazos de Morfeo me fueron envolviendo y caí de lleno en el umbral de mis sueños, donde todo es oscuro y sombrío.
Danniel…
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Umbra a mea Tormentum.
RandomTodo lo que conoces en la vida se origino de la Noche, parte de ello son tus penas y tormentos. Todas esto resulta ser mas complejo para Matt al enterarse de lo que él destino le preparó, aunado al hecho de que su mundo empezara a girar en torno del...