Flawless World

Segundo viaje

"Nobody ever knows, nobody ever sees
I left my soul back there now I'm too weak
Most nights I pray for you to come home
Praying to the Lord, praying for my soul
...
'Cause when I'm living on my own
I'll wanna take it back and start again".

Arrodillado frente a la persona que más ama y que le da fuerzas para continuar, Logan se pregunta ¿Dónde se encontraba hace tres años?

... * ...

Intentaba no prestar mucha atención al miedo y pánico crecientes en el plateado, él no se sentía nervioso, después de todo no era él quién estaba a punto de tener su primer cena en familia. Sólo podía quedarse quieto mientras lo miraba caminar de un lado a otro, moviendo sus manos tan rápido que parecían desaparecer y tocar varias veces el pomo de la puerta que los separaba del comedor y su primer cena con Erik.

A Logan le encantaría saber qué decir en momentos así, porque no era de su agrado ver cómo Peter estaba a punto de tener una crisis nerviosa y también lo deseaba porque sabía que del otro lado de la puerta había una mesa con al menos cuatro personas esperándolos con el mismo o incluso un mayor nivel de nerviosismo. Comprendía que era difícil, Peter no podía simplemente llegar y mirar a los ojos al hombre que no estuvo presente en su vida por veintidós años mientras le sonríe y lo llama padre; así como Erik tampoco podía llegar y portarse como si fuera el mejor padre del mundo.

–Está bien, vamos ya– era la tercera vez que lo decía y aún así Peter seguía petrificado frente a la puerta del gran comedor.

Apagó su habano, respiró hondo y, al no saber de que otra forma podría ayudarlo, se aproximó él mismo a tomar aquel pomo y girarlo –¡¿Qué haces?!... espera– apenas había abierto la mitad de la puerta cuando Peter lo había tomado del brazo y regresado a su lugar inicial.

–Será peor si no entras, pensará que lo odias, más aún sumando tus anteriores intentos– Peter había intentado acercarse antes, habían pasado dos semanas desde que habían vuelto del Lago Alkali y él no había podido acercarse a Erik como en verdad deseaba.

Había pasado una semana, entera y eterna, postrado en una cama recuperándose de haber estado en la nieve con un simple pantalón de pijama y de haber golpeado a un hombre hasta hacer sangrar sus propios nudillos. Si no se había escapado de la fastidiosa cama era porque también sus pies se recuperaban de haber sido tan maltratados. No había estado tan mal, lo admitía, le gustaba ser cuidado por su viejo con bebidas calientes, consentimiento de nada de tarea y la constante presencia de Logan a su lado dándole calor y la medicina a la fuerza, pero Peter era el único que no sabía que había sido cuidado con recelo por alguien más.

Peter cerraba los ojos y se perdía en sus sueños tan pesados que le permitía al alemán entrar sin ser detectado. Cada noche, después de que las luces de la mansión eran apagadas, un desesperado Erik intentaba resignarse a la tortura de dormir en la habitación junto a la de Charles y no con él como tanto le gustaría; esperaba pacientemente, pegado a la puerta de su habitación, hasta escuchar a Charles decir –Buenas noches, Peter– sumamente cálido y completamente diferente al –Buenas noches– lleno de duda que él recibía, también esperaba a que el castaño entrara a su pieza y entonces se animaba a salir.