[COMPLETA]
(T/N) se disponía a llegar a Rusia por primera vez. Todo era nuevo para ella en ese precioso pais. Tras aceptar un intercambio de su escuela con Rusia durante 2 meses, todo parecía ir bien hasta que un fatídico encuentro, una dosis de mal...
Me dirigí al salón. Era pequeño con un sofá rojo y una televisión de plasma. Además había una mesa moderna con muchas sillas y varias estanterías con fotos y libros. Aunque no me apetecía cenar con ese pesado no tenia mas opción: había sido un día muy largo, estaba cansada y hambrienta y no conocía ningún restaurante cerca. Decidí sentarme en la silla mas cercana y esperar a ver que me traía yurio. - Pruebalo- dijo acercándome una especie de pan raro- es un "pirozhki" una receta original de mi abuelo.
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Cogi suavemente la comida y la probé con desconfianza. Quien sabe lo que puede llevar. Al principio tenía un sabor salado que luego se fue transformando en un delicioso sabor dulce. Acabe comiendomelo todo. - Bueno..¿y que tal?- dijo Yurio con timidez sonriendo. Nunca había visto a Yurio así. A pesar de que solo llevaba un día con él no pensé que tendría un lado amable y mas o menos simpático. - Si, esta delicioso- respondí-. Tras un silencio incomodo se fue a la habitación quedándome sola. Cogi el plato y lo lleve a la cocina.
¿Recordais cuando dije que la casa iba a arder y a acabar hecha cenizas por que Yurio estaba cocinando? Pues no estaba tan equivocada. La cocina estaba hecha un desastre, con un montón de ollas y sartener sucias y medio quemadas además de unas manchas extrañas cuyo origen no me apetece saber. Decidí limpiarlo mas o menos ( no soy una experta limpiando, sinceramente yo soy así o peor). Cuando acabé me dirigí al salón con un buen refresco de naranja y con la conciencia tranquila tras hacer una buena obra (si, necesito hacer por lo menos una buena obra al día para estar tranquila, soy rara lo sé).
Iba bebiendo tranquilamente cuando en el salón me encontré a Yurio semidesnudo, solo llevaba unos pantalones de pijama con un estampado animal y estaba sentado viendo un programa de la televisión. Escupí todo el refresco de golpe. -¿Qu...que haces así..?- tartamudee completamente sonrojada. - ¿Acaso no lo ves?- respondió de forma seca- Estoy viendo la televisión. - Me refiero...a que llevas muy poca ropa y hace muchísimo frío estamos a -15°C- dije intentando ocultar mi nerviosismo. Yo no estoy acostumbrada a estas cosas, nunca he convivido con un chico ni he tenido la oportunidad de ver cosas así ( tampoco es que quiera). No se como siempre acabo con lo contrario a lo que quiero: quería un intercambio tranquilo, visitando los lugares mas famosos y practicar ruso y acabo en un salón con una leyenda del patinaje sobre hielo semidesnudo. Lo normal. - Es que hace mucho calor- soltó tan tranquilo. - Pero si la calefacción esta muy baja, a apenas 17°C y yo incluso con este pijama y esta bata tengo frió- dije quejandome con razón. - Eso no es nada- reprochó sarcásticamente- yo estoy acostumbrado a vivir con temperaturas de 7-8°C así que tengo mucho calor ahora. Solo he subido la temperatura para mi "querida" huésped.
Miré a otro lado, sonrojada, no era capaz de mirarle directamente a los ojos, soy demasiado tímida. Será mejor que limpie el desastre que he hecho con el refresco y me vaya a mi habitación. Antes de cerrar la puerta oí una voz detrás de mi: - Duerme bien...lo necesitaras para mañana... Ignoré el comentario y sumida en mis pensamientos, me dormí en paz como si esa fuese mi propia casa.