Tenemos que cuidarte

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Disclaimer: Diabolik Lovers no me pertenece, este fic es totalmente de mio, está hecho sin fines de lucro y con intenciones de hacer pasar un buen rato.

私たちはベビーシッターではありません

[Watashitachiha bebīshittāde wa arimasen]

(No somos una niñera)

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Había oscurecido hace unos pocos minutos, y lo unico que reinaba era el silencio, aunque no era algo desconocido en la mansión, más cuando todos los hermanos Sakamakis estaban en sus respectivas habitaciones. Aunque había algo extraño en el ambiente. Todos lo pudieron notar alarmandose un poco; algunos se despertaron de su sueño, otros dejaron de leer lo que tenian en sus manos e incluso uno dejó de comer sus dulces. Todo esto fue a causa de que sintieron algo que no percibían hace mucho.

Peligro.

Pero no por ellos, sino por otra persona. Algunos intentaron decifrarlo, otros lo ingnoraron.

Nadie hizo nada en los próximos segundos, hasta que escucharon unos ruidos provenientes de la habitación de la unica mujer de la casa. Ese sonido estaba fuera de lo normal, ya que procedia de esa habitación en particular. Si hubiece procedido de la habitación del menor de los hermanos lo hubieran ingnorado, ya que llegó a ser común.

Escucharon un llanto bastante particular que provenia de la misma habitación. Era femenino, no habia duda, pero sonaba distinto. No sentían ninguna prescencia agena, por lo que les pareció extraño.

Algunos por curiosidad, otros por preocupación, apareciron en el cuarto de la humana. Todos se vieron entre si, nadie dijo nada, todos se pusieron a observar la habitación. Había un vaso ,que en algun momento tuvo agua, roto a unos pocos pasos de la salida de la habitación. Algunos cosméticos que estaban sobre el mueble del espejo se encontraban desparramados por los alrededores.

El llanto seguía presente, lo ingnoraron para seguir mirando la habitación, sin fijarse de donde venía, hasta que este se intencificó. Los hermanos Sakamaki se acercaron al costado contrario de la cama, donde se escuchaba con más intencidad, y donde gran parte de las sabanas caían hacia el piso. Asombrados notaron que el llanto provenía de lo que identificaron como un "infante" femenino. Los trillizos se quedaron en la punta de la cama junto a Reiji, mientras que Shu se acostaba contra la pared del mismo lado, y Subaru se quedó medio sentado sobre el escritorio; todos prestandole atención.

Sabían quien era, hasta la persona más estúpida lo habría notado, pero costaba aceptarlo... era el mismo olor, ese olor que su exquisita su sangre emanaba. La bebé que se encontraba medio recostada sobre las sabanas en el piso paró de llorar un poco al sentirse observada.

Los hermanos vieron que era esbelta y no tan flacucha como antes, aunque claro, como la mayoría de los bebes era bastante pachoncita. Tenía el cabello rubio, aunque no le llegaba ni por los hombros, su cara era más redonda de lo que la recordaban; pero era raro, esos grandes ojos rosas tan característicos se encontraban tan brillantes, tan... vivos... tal vez por estar empapados por las lagrimas...

También vieron que ella estaba "vestida" (si se podía decir así) con ropas que le quedaban gigantes, exactamente las mismas ropas que llevaba la rubia horas antes; aunque claro, al ser tan pequeña su cuerpo entraba perfectamente y con sobra en su blusa rosa pálido, teniendo sus shorts marrones a unos centímetros de esta, al igual que sus botas. Estaba medio enredada en esta, ya que se movía mucho y al quedarle tan grande se enrollaba fácilmente en ella.

Todos estaban en silencio, a escepción de la niña que aun sollozaba, aunque ya no tanto como antes. La miraban curiosamente, hasta que uno decidió por fin decir algo.

No somos una Niñera『 私たちは乳母ではありません 』 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora