Ya era de día, el rubio se encontraba durmiendo pacíficamente acostado junto a Yui mientras ella dormía en sus brazos. Era una escena muy bella, pero como todo lo bueno tiene un final se empezó a escuchar como la bebé se despertaba; medio adormilada ella empiezaba a jugar con la cara del rubio, apretando su nariz esperando a que haga lo mismo que su hermano, pero nada. La rubia molesta le empezó a tirar del cabello hasta que el mayor abrió los ojos.
La miró aburrido y cansado.
—Tiene que ser una broma... —comenzó ¿asustado?. Se giró a ver que hora era—. No puede ser... ¿A caso no sabes que son las 8:30 de la mañana? Habrás dormido con suerte cuatro horas, duérmete ya, no deberías estar despierta —dijo, mirandola pero ella no se inmutó—. Oh, espera, ¿será que necesitas que te cambie el pañal? Te cambiaré si con eso logras dormirte... ugh... que pereza.
Molesto y sin ganas se levantó y le cambió el el pañal para luego ponerle la pomada que estaba al lado de la pañalera —ya que seguía paspada y temía que eso la haya despertado—. Luego metió un pañal limpio y una bolsa en uno de los bolsillos de su chaqueta azul (para evitarse el tener que subir de nuevo para buscar uno).
—Bueno, ahora deberías dormirte, asi que: dulce siesta —habló y se acostó nuevamente junto a ella y le empezó a dar palmaditas en el pañal. Estuvo así unos minutos, pero no logró que se durmiera y lo notó cuando sintió como Yui le dió palmadas en la cara.
Suspiró y la miró.
—En serio, tú me odias... ¿Qué te he hecho...? —dijo, pero volvió a pensarlo, retractandose—, …Mejor no me respondas... seguramente esto es parte de tu venganza hacia mí. Vamos, no seas rencorosa, olvidemos todo lo que pasó hasta ahora y duermete así ambos seremos felices.
Pero la bebé no lo miraba ni le prestaba atención, incluso se había perdido su sonrisa.
—Hmp... Así que te haces la difícil, eh. ¿Qué es lo que quieres? ¿Un soborno? —La bebé lo miró interesada—. Seguro no tienes ni la menor idea de lo que te estoy diciendo pero pareces reaccionar igual... ¿Qué es lo que hacen los niños humanos? —preguntó y se corrigió—. No, mejor dicho, ¿Que le dan los padres a sus hijos para que no molesten? —Se mantuvo pensativo unos instantes—. Mmm... Beatrix me hacia estudiar mientras de vez en cuando me asesoraba... Ugh... pero no quiero ayudarte ninguna actividad, no tengo ganas de nada. —Miró a la pequeña—. Vamos piensa, tú eres la humana aquí ¿Qué es lo que les dan a los de tu especie?
La bebé se empezó a morder el puño mientras lo veía.
—… No me ayudas en mucho, la verdad. Estas muy entretenida viéndome pero no me respondes —dijo y pareció como si se le prendió el foco con una idea—. Entretenerte... entretenimiento... algo que te entretenga y que no conlleve el que me mueva... ¿Que es lo que dá entretenimiento...? —se cuestionó seriamente, parecia como si se estuviera matando por encontrar una respuesta ¿Y como no? Sus horas de sueño dependían de eso—. Mmmm... ¡Lo tengo! —comenzó exaltando a la bebé—. ¡Una televisión! Eso te mantendrá entretenida mientras que yo no tendré que hacer nada.
Emocionado por haber encontrado la solución a sus problemas se puso su chaqueta azul, tomó a la rubia en brazos y bajó las escaleras hasta el salón principal donde tomó el teléfono y llamó a un local de electrodomésticos para hacer su pedido, mientras que Yui jugaba con su cabello.
—Hola... si, estaba buscando un televisor... ¿Cual? No sé, el que tenga la mejor definición... No me importa... Si, si, el mas grande... Si, quisiera que sea con entrega a domicilio y que sea lo antes posible... no, no me importa que sea más caro, cuanto antes mejor... ¿Mi nombre? Shu Sakamaki... De acuerdo, ya le digo la dirección y el número de la tarjeta. —Al terminar su conversación el mayor y colgó el teléfono.
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No somos una Niñera『 私たちは乳母ではありません 』
Fanfiction[No somos una niñera] |Editando| Los hermanos Sakamaki encontraron que Yui ya no era la joven de 17 años, sinó que era una bebé de 5 meses y medio. A su manera cada uno intentará cuidarla, obligandolos a verse más entre ellos y a organizarse para...