Un empujón y listo

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Eran aproximadamente las 6 de la mañana. Sentía el frío de una ventana abierta cubrir mi rostro. Poco a poco fui parpadeando... lentamente como de costumbre. Entre un par de bostezos logré abrir sólo un poco mis ojos.
Rectifiqué mi postura, y ladeando mi cabeza intentaba omitir el dolor de cuello que tenía.
Respiré ondo.
El olor y la brisa del mar son inconfundibles. Sin embargo la lluvia opacaba su genialidad.
Subí el volumen de mis audífonos y me encojí en la sábana de rayas que la abuela me obsequió por Navidad.

Pronto volvió mi compañera de asiento, de gritos, y de días. Mejor amiga desde siempre, y vecinas desde que le ganamos a los demás espermatozoides.

--¿Y ahora en qué pensabas?.-sonrió Marie mientras se tiraba a mi costado.
--¿En qué más? En lo fea y sin amigos que es.- balbuceó Brandon mientras todos en el expreso reían
La maestra se acercó y replicó que una pelea más de parte de cualquiera, y no importaría dónde estuviéramos, haría regresar al bus.

Volteé mi mirada y nuevamente permití a la música correr por mis venas. Total sus palabras eran insignificantes para mi. Tantos años de peleas absurdas que un "insulto" de principiantes es lo más leve que nos hemos dicho.
--¿No piensas contestarle?.-preguntó desafiante Marie con su tono habitual de enojo. A lo que volví a voltear mi mirada, pero ésta vez con una sonrisa de lado.
--No terminas de entender. Tantos años sentándote conmigo en los paseos escolares, y aún preguntas si le voy a dar importancia.-burlé.-sólo debes mirarlo, asentir de modo que se note tu indiferencia, y volver tu mirada a la original.

La verdad no era tan dificil, o tal vez ya no tenía sentimientos. Los primeros 4 años hasta que cumplí los 10, lloraba con cada palabra ofensiva que venía de él hacia mi. Me sentía culpable por lo que había hecho. Sin embargo, cada minuto de aquel día valió la pena. Si no hubiera hecho lo que hice, hubiera crecido con muchos complejos y cadenas a su pasado.

En fin, pensar en eso era totalmente absurdo. Brandon Rivers lo único que me causa es risa.

--¿Brandon Rivers te causa qué?.-desafió Leia, la fofa novia de Brandon.
Desde el primer sonido que emite su voz, hasta la última palabra que pronuncia su boca me fastidia. Me fastidia todo de ella. Me fastidia ella.

--Lo único que me causa es risa, al igual que tú.-respondí con una ceja alzada.-Y si no te vas ahora, me causarás pena.

Tomé mis audífonos, y mientras los colocaba en mi oído, me imaginaba la canción de Snoop Dog tararara.

Hasta que a Leia se le ocurrió la estúpida idea de arrancarme los audífonos de los oídos.

--No sabes en lo que te metiste cariño.-susurré

Me puse de pie, y antes de que me diera cuenta, mi puño estaba sobre la cara de Brandon.

¡Bravo!

Acto heróico de salvar a una rubia sin neuronas.

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--Eres una grande.-alcanzó a decir Marie mientras el bus partía y seguía su rumbo.

Sonreía mientras agitaba mi mano lastimada.

Volteé mi cuerpo, y automáticamente gruñí.
Estoy segura que un gato junto a mi, se queda corto.

--¿Contento inepto?.-bufé en dirección a Brandon mientras agarraba mis maletas para llegar a la estación más cercana.

La maestra; que por arte de magia, o de mi madre y la Sra. Rivers; ha sido nuestra dirigente desde el glorioso jardín. A la cual se le ocurrió la genial idea de bajarnos del bus y que llegaramos como pudieramos a Sun Beach. Playa donde año a año viajamos como paseo cultural.
Dizque  para que convivamos porque ya es tiempo de crecer.
Ugh.

--Cuida tu vocabulario o qué quieres ¿que nos vuelvan a suspender?.-respondió Brandon

--¿Y volver a trabajo comunitario contigo?.-regresé a verlo.-¡Ni loca! Inepto.

--¡Carolina basta!.-replicó el inspector Cruz.-Brandon tiene razón, ya debes crecer. Es eso o que los vuelvan a suspender. Tú decides.

--¿Yo debo crecer?.-bufé.-Dígaselo al "hombre" de 16 años que aún guarda enojos por algo que pasó hace 10 años. Inmaduro e inepto, él.

Tomé mi sábana que se había caído del equipaje, y volví a caminar.

Cuando llegamos a la estación más cercana, ya habian pasado hora y media caminando. Me dolían los pies, y Brandon no paraba de quejarse de su "bello rostro lastimado"

--Si caminaras sin hablar, no te dolería nada.-replicó el viejo Cruz.

--¡Gracias!.-aplaudí.

Cruz me dió una mirada fulminante y comprendí. Seguí caminando, hasta por fin abrir la puerta del Pass and Go de la estación.

Estaba revisando entre las perchas y sentí que algo me rosó la cadera.

Volteé enfurecida y alcancé a ponerle el pie.

Brandon cayó, me acerqué a su oído y muy dulcemente le dije que la próxima vez que lo intentara, no caería al piso. Lo tiraría de un barranco.

--¡Mr. Cruz!.-llamé mientras pisaba a Brandon.-¿Ya sabe en cuánto tiempo sale el próximo bus?.-dije mientras sonreía victoriosa.

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--Brandon, muévete más allá.-dije empujándolo.

--¿Eres ciega o qué? ¿No ves que más allá no hay nada.?.- respondió al borde de la chiva.

El inepto de Brandon estaba tan enfrascado en ver su "lindo rostro" que se tardó demasiado y perdimos el último bus de la tarde.
Tuvimos que hacer dedo hasta que una chiva pasó y nos subimos.
Brandon estaba sentado al final del asiento, y un mal paso, o un empujón sin querer, harían que caiga del carro.
No me vendría mal estirarme un poco... pero de seguro éste inepto me culpa, y como que no.

La chiva se detuvo y el chofer dijo que había mucha lluvia y no podía continuar.
Hasta llegar a Sun Beach había más o menos dos horas de viaje, y yo no volvería a caminar cuatro horas porque un inepto no se supo apurar.
Nos detuvimos justo en un hostal, y pedimos habitaciones separadas.

*Mensaje recibido 9:40pm*
Ma: ¿Por qué rayos no llegan? Llegamos como hace un siglo. Ya nos bañamos y Mark casi se ahoga JAJAJAJA. El clima está súper distinto, hace mucho calor!

*Mensaje enviado 9:41 pm*
Yo: No me hagas acuerdo. Ugh. Un día más con éste inepto cerca y no sé qué hago. Te cuento mañana cuando llegue.

*Mensaje enviado 9:42pm*
Yo: Psdata.: Si es que algún día llego.

*Mensaje recibido 9:43 pm*
Ma: QUÉ? NO VIENES HOY A LA FOGATA!

*Mensaje enviado 9:43pm*
Yo: Lee de nuevo bruta. Mañana voy.

*Mensaje recibido 9:43pm*
Ma: Bruta tu nalga.

Estúpida, pensé.
Lanzé mi teléfono a la cama y sonreí mientras me tiraba a la cama más grande que he visto en un hostal.

Empecé a reír de todo lo que había pasado hoy, prendí el televisor, y entre risas y canales... me dormí.






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HOLAAAAAAA!!!!
Espero que les haya gustado el capítulo👍
Y si les gustó plsss no se olviden de darle a favorito! Ser lectores fantasmas no es bueno, es ilegal JAJAJAJA bueno no, pero debería.
Mil gracias como siempre por leer y pues nada,
Ahre!
Con mucho amor y gritos,
Justoneusernamemore.

Amor, te odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora