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-¿Qué es este lugar? -dice uno de ellos perplejo.

-De seguro está lleno de tesoros

-El Capitán estará maravillado de poder poseer este paraíso

Los tres han usado un tono malicioso que me provoca nauseas. Miro a Haru quien se encuentra parado como si no entendiera lo que está pasando. Me acerco rápidamente a él.

-Haru, escóndete ¡Rápido! -Pero justo al decir eso, mis compañeros me visualizan.

-¡Eh Tachibana! ¿Qué demonios? ¡Han pasado horas!

¿Horas? Pero si solo he estado un rato. Ellos se aproximan con paso firme hacia mi, llevan sus armas para usar en sus manos. Me coloco frente a Haru intentando ocultarlo tras mi espalda.

-¿Y el tesoro? ¿Lo has conseguido? ¿O es que acaso te has divertido tanto que se te ha olvidado tu misión? -Pregunta uno de los tres.

-Yo...esto...no hay ningún tesoro

-¿Y la chica? -Pregunta otro.

-No-no hay ninguna chica, la leyenda es totalmente fal...

-¿Quién es ese? -Exclama el último apuntando a Haru.

Los tres empuñan sus armas y apuntan hacia Haru que se ha asomado tras mío. Mi corazón late a mil por hora e intento cubrirlo aun más posicionándome delante de él.

-¡Aléjate de él Tachibana o disparo!

No hago caso a su amenaza, no muevo un músculo y noto el cuerpo tenso de Haru apegado a mi. El hombre que me ha amenazado me golpea la cabeza y me arroja al suelo. Los otros dos toman los brazos de Haru y le apuntan con sus espadas.

-¡Basta! ¡Déjenlo! ¡No lo lastimen! -Les suplico aun en el suelo.

Obviamente al decir eso, mi atacante me patea bruscamente en el estómago dejándome sin respiración.

Haru me mira horrorizado, el hombre que me ha golpeado se acerca con una sonrisa maliciosa hacia él y por supuesto lo amenaza con la espada.

-Así que tú eres la criatura dueña del tesoro. Te ordeno que me digas donde lo ocultas, de lo contrario tú y Tachibana mueren.

Ambos se miran serios y desafiantes. El de ojos azules no parece temerle, lo mira aun más fijamente y cambia su semblante a uno que da miedo. El cielo comienza a llenarse de grises y eléctricas nubes que emiten un sonido aterrador, las cuales dejan caer grandes goterones que terminan convirtiéndose en una fuerte lluvia. Los truenos y relámpagos se hacen presentes, y los hombres junto conmigo entran en pánico. Todo lo demás ocurre muy rápido, el suelo tiembla y cruje para finalmente abrirse dando paso a cantidades exageradas de agua. Inmediatamente los tres hombres intentan huir desesperados del lugar, Haru ha desaparecido y yo permanezco inmóvil en el quebradizo y húmedo suelo. Lo último que recuerdo es una gigantesca ola cubriendo todo el lugar.

Una fuerza me presiona el pecho junto con una horrible sensación de mareo ¿Así se siente morir?

-"Makoto" -Oigo que me llaman una y otra vez. No logro distinguir la voz, la presión en el pecho continúa rítmicamente -"Por favor Makoto" -Escucho nuevamente. ¿Quién eres? -"Makoto despierta" -Vuelve a pedir la voz. Eso intento. Vuelvo a sentir un fuerte mareo y cuando creo que ya no puedo más una calidez cubre mis labios y llenan mis pulmones de aire. Abro los ojos de golpe, para toparme con unos hermosos ojos de color azul.

-¡Makoto! -Exclama Haru.

-Ha-Haruka –Digo como puedo expulsando agua de mi boca.

Cuando logro estabilizarme observo a mi alrededor. Es el mismo paraíso que contemplé antes de que los hombres llegaran.

-¿Dónde? ¿Pero cómo? -Pregunto anonadado.

-Eso no importa. Ya todo está bien –Responde Haru sin apartar su mirada de mi.

Me toma unos minutos darme cuenta de lo que ha pasado.

-¿Por qué me has salvado? Te engañé y aun así me...

-Eso ya no importa –Haru levanta un poco la voz –No solo se trata de leer la mente, si no de tus sentimientos. Y...a pesar de todo, son puros. Además -agrega poniéndose de pie –Me has protegido

Sus palabras provocan que me emocione, también me pongo de pie y me quedo parado frente a él. Unas ganas intensas de protegerlo y abrazarlo brotan de todo mi ser. La distancia entre nosotros se acorta juntando nuestras respiraciones para dar paso a un romántico beso.

No necesito riquezas, de alguna manera siento que el verdadero tesoro es poder quedarme en este paraíso, junto a él. Y estoy seguro que ninguno de los dos volverá a sentirse solo.


En otro escenario completamente diferente, se encontraba un chico de pelo negro y ojos azules disfrutando como de costumbre un reconfortante baño. Sólo que ésta vez, sosteniendo una esfera de cristal del porte de la palma de su mano y dentro de ella una diminuta figura de un barco. No había quitado la vista de ella en todo el rato que llevaba dentro de la bañera.

Su concentración se vio interrumpida en el momento que una voz dulce pero masculina habló desde el otro lado de la puerta del baño -Haru, voy a pasar –Dice al mismo tiempo que abría la puerta.

Los dos chicos se observan por unos segundos. El más alto y de cabello castaño oliva extiende amistosamente su mano.

Haru acepta el gesto de su amigo tomándose de ella con su mano libre.

-¿Y eso? ¿Es nuevo? -Pregunta Makoto apuntando a la esfera de cristal.

-No. Sólo un viejo souvenir -Responde Haru –Vamos, se nos hace tarde para la práctica

Ambos parten su rumbo hacia la piscina de Iwatobi para reunirse con los demás. Y al mirar el mar, lo único que pasa por la mente de Haru es "Debo dejar de inventar historias absurdas" 

Amor en una burbuja submarina (MakoHaru-Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora