Capítulo 2

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Estás cálida. No mucho cálida cómoda. Mas como cálida incómoda. Básicamente, hay mucha luz dirigida a tu cara ahora mismo (aun no sabes de donde esta viniendo, porque eso requeriría que abrieras los ojos) y en verdad se esta metiendo en tu pacifico sueño.

Para evitar el brillo, te volteas al otro lado.

Ahí.

Lindo.

Algo (¿alguien?) empieza a tocar tu espalda. No... tan lindo.

Eso hace que te despiertes. Nada como un extraño sintiéndote temprano en la mañana para vigorizarte, ¿cierto? Cierto.

Tan pronto abres los ojos, te das cuenta que no es un extraño. Es mas bien como tu vecina de al lado en la cama contigo.

Echas un vistazo debajo de las sabanas. Desnuda. La luz esta viniendo de la ventana.

Agradecidamente notas que ella esta muerta para el mundo, así que tomas un momento para tratar de recordar los eventos de anoche, para que así puedas decidir tu próxima movida.

Y cielos, si que lo recuerdas. Fue una noche memorable.

Aunque caes en la realidad inmediatamente, y empiezas a enloquecer. Esto no debió haber pasado.

Tal vez te guste el sexo casual algunas veces, pero no vas a ir por esa ruta con Carmilla. Después de estar molesta por su comportamiento por tanto tiempo, tienes un poco mas de auto respeto que eso. No le darás la satisfacción de siquiera admitir que esto fue algo que pasó.

Con cautela liberas tu cuerpo de su agarre (huh, le gusta acurrucarse, que irónico), y prácticamente saltas de la cama.

Lo siguiente, ropa.

Mierda, tu ropa. Estan, por todos lados.

Parece como si ustedes dos hicieron una maldita competencia anoche. "¡Veamos quien puede tirar su ropa mas lejos! ¡Más puntos si terminan debajo del sofá! ¡Aun mas punto si son imposiblemente difíciles de encontrar al día siguiente!"

Después de encontrar tus pantalones en la sala de estar y agarrar tu sostén de arriba del refrigerador de Carmilla (el tour hacia la habitación tal vez haya incluido cada cuarto en el apartamento), caminas despacio hacia la puerta. Esta lejos de estar organizado y limpio. Obviamente no lo notaste anoche, pero Carmilla no es la persona más sanitaria alrededor. ¿Ves? Otra razón por la cual no deberías involucrarte con ella.

Y con eso sales de su apartamento, cerrando la puerta tan gentilmente como puedas.

Tomas lo que podría ser la ducha mas larga de tu vida, pero hace maravillas para aclarar tu cabeza, así que como sea. Incluso cantas un poco allí. Cantar una melodía dramática mientras el agua esta golpeando tu cara nunca falla para animarte.

Para el momento que ya estas vestida en tus cómodos pantalones, te sientes infinitamente mejor. Le debes una llamada a tu papá, así que pasas las siguientes dos horas haciendo conversación sin objetivo con el acerca de todo y nada. Amas a tu papá.

Oh Dios, si supiera lo de anoche, estaría muy perturbado.

Pobre hombre.

Su hija durmiendo con una operadora sexual. Que manera de darle un ataque al corazón.

Después de la llamada y de revisar tus redes sociales por un tiempo, vas a la cocina a agarrar algo que comer, pero mientras pasas en frente de puerta, te detienes.

Hay una nota. En el piso.

Debió haber sido empujada debajo de la puerta.

La recoges reconociendo inmediatamente la escritura.

Helpless To The Bass And The Fading LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora