Capítulo 35.

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Sus palabras me golpearon como un látigo.

Toda la habitación comenzó a dar vueltas a mi alrededor, la angustia se apoderó de mi y no pude articular palabra alguna. ¡Sabía que algo malo ocurriría!, ¡Lo sabía y no había hecho caso a mis instintos!, ¡Qué estúpida había sido!

—¿Q-Qué?—tartamudeé con un hilo de voz.

Perrie se sentó a mi lado y me miró alerta.—¿Qué está mal?—preguntó.

Yo alcé una mano para hacerla callar y que me dejara escuchar a Anne. Un horrible sollozo me hizo estremecer. Anne estaba llorando. Sentí mi pecho pincharse con una horrible sensación.

—Tuvieron un accidente automovilístico—dijo con la voz ahogada por las lágrimas.

—¡¿Qué!?, !¿Cómo está Harry!?, ¡¿Y Zayn!?, ¡¿QUÉ PASÓ!?—dije en un aliento.

La desesperación fue en creciente y me obligué a levantarme y buscar mi ropa a tientas en la oscuridad. La luz me encandiló por completo y me volví hacia el interruptor para encontrar a una nerviosa Perrie buscando su ropa.

—No lo sé. No sabemos nada, trasladarán a Harry y a Zayn al Chelsea Royal Hospital en helicóptero.—dijo Anne entre sollozos.

Mi corazón se estrujó una vez más y las lágrimas picaron en mis ojos.

"No llores. No llores, _______. No te atrevas a llorar." me regañé mentalmente mientras decía -Perrie y yo vamos para allá.

Colgué el teléfono y miré a Perrie. Estaba pálida. Sabía que algo iba mal, pero yo no tenía el valor para decirle. Suspiré pesadamente, luchando contra el nudo de mi garganta y las lágrimas de mis ojos.

—Tuvieron un accidente—dije con un hilo de voz.

—¡Oh Dios mío!—exclamó.

Pude mirar sus ojos llenarse de lágrimas y me giré. Ésto era demasiado. Necesitaba calmarme, no sabíamos como estaban y no me iba a encargar de acrecentar el pánico en Perrie, y tampoco iba a alimentar mi paranoia.

Nos vestimos rápidamente y salimos no sin antes avisar a su madre y a la mía lo sucedido. Perrie condujo a toda velocidad y la obligué a bajar la marcha.

No necesitábamos accidentarnos nosotras también. A regañadientes, bajó la velocidad. Cuando llegamos al hospital, corrimos por la sala de emergencias en busca de Anne o Gemma, incluso, buscamos a Trisha y Yaser, los padres de Zayn.

—¡Gemma!—grité al verla.

Ella corrió por el pasillo y se aferró a mi en un abrazo muy fuerte que casi me quitó el aliento. Se veía cansada, aterrada, nerviosa, y tenía los ojos rojos por haber llorado. Caminamos hasta donde Anne, Trisha y Yaser se encontraban. Los tres no podían quitarse la expresión aterrada del rostro y el corazón se me estrujó aún más dentro de mi pecho.

—¿Qué saben de ellos?—preguntó Perrie con la voz enronquecida por el nudo de su garganta.

Anne negó con la cabeza diciendo -No sabemos nada.

Me llevé ambas manos a la cara y me repetí "No llores, _______. No llores, Harry está bien, no llores."

El nombre de Anne y Trisha fue boceado y todos nos precipitamos a la recepción del hospital en busca de información. Un médico de edad media se acercó al tumulto de personas que nos arremolinamos delante de él.

Trisha y Anne no paraban de hacer preguntas y el doctor tuvo que alzar las manos para hacerlas callar.

—Mantengan la compostura. Comprendo la angustia que deben estar pasando, pero necesito que mantengan la calma. Zayn Malik y Harold Styles acaban de llegar, necesito que firmen las formas para intervenirlos inmediatamente. El joven Malik tiene una costilla rota y un pulmón perforado. En unos minutos entrará al quirófano. En cuanto al joven Styles, está más delicado, sufrió una contusión cerebral, tiene rotas varias costillas tiene fracturada la muñeca izquierda y necesitamos hacerle una valoración interna debido al vómito de sangre que tuvo antes de desmayarse. También entrará al quirófano en unos minutos. Haremos nuestro mejor esfuerzo por mantenerlos vivos—dijo el médico.

Las lágrimas me llenaron los ojos y ésta vez no pude detenerlas. Mi respiración era agitada, el aire no entraba a mis pulmones, las lágrimas calientes rodaban por mis mejillas, todo mi cuerpo temblaba, mi corazón golpeaba fuertemente contra mis costillas, me dolía el pecho, no podía respirar y empecé a jadear por la falta de aire en mis pulmones.

Tomé mi inhalador y le dí una calada pero no funcionó. Parecía que los pulmones se me habían cerrado por completo. Di otra calada y no sucedió nada. Comencé a ver puntos negros y el mareo de mi cuerpo fue tanto que me fui de boca escuchando las expresiones de horror y angustia de todos, pero en lo único que yo podía pensar era en Harry...

~*~

Una luz blanca me dio de golpe en la cara. Cerré los ojos encandilada y los volví a abrir lentamente, intentando acostumbrarme a la luz. Pude distinguir un enorme techo blanco y cuando mi mirada viajó por la habitación, pude ver las blancas paredes.

Un molesto ruido me invadió los oídos e intenté levantarme. Un dolor punzante en mi mano izquierda me llenó por completo y cuando quise jadear de dolor sentí el tubo incrustado en mi garganta.

"¿Qué demonios...?" pensé. Miré mi mano y pude ver un catéter enterrado en una de las venas de mi muñeca.
Los recuerdos me golpearon fuertemente y la angustia me invadió por completo.

Me llevé la mano a la boca y jalé el enorme tubo que tenía dentro. Una arcada me alcanzó, y me encontré a punto de vomitar. El tubo estaba incrustado casi hasta mi tráquea pero lo saqué tosiendo.

El vómito me alcanzó y me precipité para tomar el bote de basura junto a la camilla en la que estaba recostada, ignorando por completo el horrible dolor de mi mano.

Tras varias arcadas después del vómito, dejé el bote, temblando. Miré mi mano y pude ver un alarmante rasguño, hecho por la aguja que acababa de arrancarme.

—¡________!, ¡Por Jesús!, ¡¿Qué estás haciendo!?—la voz de Anne me hizo mirar hacia la puerta.

Más consciente, miré a mi alrededor, estaba en una habitación del hospital, vestida en una delgada bata blanca.

—¿Q-Qué me pasó? —dije, sintiendo dolor en mi garganta. El tubo me había lastimado.

—Anoche tuviste un ataque de asma, y un ataque de pánico al mismo tiempo. Fue una crisis severa. Tu madre fue a la cafetería, no debe tardar en volver—dijo Anne.

—¿A-Anoche?—tartamudeé, ignorando el dolor de mi garganta. Había pasado toda la noche dormida, sin saber de Harry —¿Cómo está Harry?, ¿Qué han dicho?, ¿Qué ha pasado?

Anne suspiró pesadamente e hizo una mueca de dolor. Mi corazón dio un vuelco—Salió bien de la operación, sin embargo, está muy grave, está estable, pero grave. No ha despertado. —dijo.

Mi corazón se encogió dentro de mi pecho y las lágrimas me alcanzaron nuevamente. Comencé a rezar. A rezar como nunca lo había hecho. Harry tenía que estar bien, no podía dejar de pedirle al cielo que Harry despertara, que todo mejorara, que no hubiera complicaciones, que abriera los ojos y me besara una maldita vez más; que me besara hasta el cansancio y que me hiciera el amor.

¡Dios!, ¡Quería que mi primera vez fuera con él!, Harry tenía que despertar. Teníamos mucho que vivir, teníamos mucho que aprender juntos, tenía que hacerme el amor, tenía que besarlo, tenía que decirle cuánto lo amaba, tenía que ser el padre de mis hijos, mi esposo..., Harry Styles tenía que vivir tantas cosas a mi lado.

En ése momento, lo descubrí. En ése momento lo supe... No habría nadie en mi vida como él.

Harry Styles era el amor de mi vida; y lo había descubierto cuando él estaba al borde de la muerte.

Though I can't see you [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora