Narra Mel:
Pasó una semana y al fin estaba de vuelta en mi casa. Después de explicarle a mi mamá todo lo que pasó con Lucas le pidió que ya no volviera a visitarme al hospital. Él seguía preguntando cómo seguía y, por más que decía que no le respondiera nada, mi mamá siempre me ignoró diciéndome que tenía derecho a saber cómo estaba después de todo.
Los recuerdos de la noche del accidente volvían a mi mente seguido, aún me duele lo que Lucas hizo. Siempre creí que era diferente aunque ya tenía mis sospechas, las últimas semanas se comportaba muy distante y teníamos muchas peleas.
Noche del accidente
Iba a casa de Lucas a darle una sorpresa. El día anterior habíamos peleado; últimamente eso ya era muy común en nosotros y me asustaba pensar que se podría volver algo normal en nuestra relación, quería arreglar todo. Toqué la puerta pero no me abrió nadie, a pesar de esto no me fui, me quedé afuera esperando que alguien llegara a la casa. Pocos minutos después llegó su mamá y me saludó con una sonrisa, al acercarse a mí me preguntó
—¡Mel, hola! ¿Pero qué haces aquí afuera? ¿Lucas no te abrio la puerta? —me preguntó confundida mientras buscaba las llaves en su bolso.
—No, pensé que a lo mejor estaba fuera de casa por lo que lo espere. —hice una mueca—Entonces ¿está dentro?
—Si, pero ya sabes como es, puede que esté dormido y por eso no haya oído. —me sonrió tratando de tranquilizarme ya que vió mi mirada de tristeza. Lo único que vino a mi mente es que sigue enojado y por eso no quería verme.
—Tal vez... —susurré mirando al piso.
—Tranquila, querida. Entra y ve a buscarlo a su cuarto. Ya verás que todo estará bien entre ustedes dos. —Me sonrió mientras entraba a la casa.
—Muchas gracias señora. —le dije mientras le daba un abrazo.
Entré y subí las escaleras para ir al cuarto de Lucas. Ya había estado muchas veces en esta casa por lo que conocía perfectamente cómo llegar. Al estar frente la puerta tomé un gran suspiro y justo antes de tocar oí unos ruidos que venían de dentro. Puse atención para oír de qué se trataba y después de segundos supe de qué se trataba, eran gemidos. Estaba a punto de entrar para ver qué pasaba ahí, cuando una voz de mujer habló
—Bebé, prometeme que pronto dejarás a la estupida esa. Ella nunca te hará sentir como lo hago yo .—muchos gemidos más salían de ese cuarto y con cada uno se rompía mi corazón un poco más.
—Ya sabes que no puedo. —Dijo Lucas— No pares de moverte.
—Promete que la dejarás, ya ganaste la apuesta ¿por qué sigues con ella? —paró de hablar un momento y se escuchó un gran gemido, después siguió.— Dime que la dejarás o me iré.
Hubo un silencio, oí como alguien caminaba dentro del cuarto hasta que Lucas al fin habló
—¡No te puedes ir y dejarme así! Bebé, por favor. Hay que acabar lo que empezamos.
—Prométeme que la dejarás, demuestrame que solo me amas a mí.
—Te lo prometo, sabes que eres la única que me importa. Melissa era sólo un juego.
En ese momento las lágrimas caían sin parar por mis ojos, no podía creer lo que oí, simplemente fui un juego para él. Sin aguantar abrí la puerta y vi lo que nunca pensé que vería, ahí estaba Lucas con otra mujer. Y lo que más me dolió es que esa mujer era la que siempre me hizo mi vida imposible, la que siempre me humillaba, la causante de que llorara todas las noches, la que había causado tanto dolor en mi vida.
Ellos ni siquiera voltearon a verme, yo ya no podía estar más rota. La persona que creía era el amor de mi vida estaba con la persona que más me había hecho sufrir. No notaban mi presencia hasta que un sollozo salió de mi garganta. Lucas me miró y se sorprendió. Se paró y se acercó a mí para explicarme las cosas pero yo me alejé. Luego voltee a la cama y ahí estaba ella con una sonrisa en la cara, al fin había logrado romperme por completo.
—Terminamos, no me vuelvas a buscar. —fue lo último que dije antes de salir de ese cuarto.
Bajé las escaleras, estaba hecha un desastre. Los sollozos salían de mi sin parar, no podía controlarme estaba totalmente deshecha. La madre de Lucas se me acerco para preguntarme que tenía pero yo simplemente negué con la cabeza y salí corriendo de la casa fuí hasta mi automóvil. Lo prendí y me fuí de ese lugar que me hizo tanto daño, me alejé de las dos personas que más daño me han hecho en mi vida.
Oía los gritos de Lucas, me decía que no manejara así, que me tranquilizara, que era peligroso manejar en ese estado pero lo ignoré y seguí manejando. Aún no podía dejar de llorar, las lágrimas no me dejaban ver bien el camino pero eso no me hizo parar yo quería alejarme de tanto dolor, no me importaba nada. De un momento a otro sentí un fuerte golpe y ya no recordaba nada más.
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Holaaaa, ¿como están?
Bueno, solo venía a decirles que si algún día se sienten mal y ocupan a alguien con quien hablar aquí estoy yo. Sé como se siente estar sola, sentir que no tienes a nadie que te escuche y no quiero que ustedes pasen por eso. Cualquier día, cualquier hora estaré ahí para ustedes. Pueden hablar por mensaje aquí en wattpad o por twitter { @coupdemendes }.
Los quiero mucho, sean fuertes y no dejen de luchar por conocer a sus idolos♡.
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Twitter // Shawn Mendes
Fanfiction"Shawn Mendes te ha seguido" Una simple notificación que le cambiaría por completo la vida a una chica normal de 18 años.