Capitulo 17 Un mal augurio

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Terry seguía durmiendo acurrucadito encima de Candy como un niño y ella lo acariciaba con adoración. Su alarma anunciando que tenía clases se hizo escuchar.

-Terry... me tengo que levantar, amor.

Le dijo acariciando su pelo, pero él no se movía.

-Terry, despierta cariño.

Lo llamó un poco más fuerte y dándole besos en la frente.

-Es temprano, Candy, quiero seguir durmiendo.

Contestó con los ojos cerrados y acomodándose nuevamente como si nada.

-Ya sé que es temprano, cielo, pero yo tengo clases y me tengo que levantar, amor.

-¿Y no puedo quedarme aquí un poquito más, princesa?

-No, mi amor, voy a llegar tarde. Déjame levantarme y cuando llegue de trabajar voy a consentirte mucho, ¿sí?

-Está bien. Ve a prepararte que yo te hago desayuno.

Se levantó Terry resignado. Candy se fue al baño a lavarse la cara y los dientes y luego se bañó de pies a cabeza. Buscó un jean y su camiseta con el logo de la escuela. Cuando se vistió se hizo un nudo en la camiseta mostrando su ombligo. Se puso unas sandalias bajitas y se dejó el pelo suelto en sus rizos naturales, ya le llegaba al trasero. Se puso un maquillaje suave y bajó a desayunar.

-¡Pancakes! Te amo, Terry.

Dijo besándolo.

-Que interesada eres, princesa. A ver cuando aprendes hacerlos tú.

-Yo sé cómo hacerlos, lo que pasa es que no me quedan bien.

Terry rió. Ella de verdad era un desastre en la cocina.

-¿Por qué te pusiste la camisa así?

Le preguntó de pronto muy serio.

-Ah... es que me queda muy larga y así me veo más linda.

Le contestó con una sonrisa tan encantadora que él dejó el tema así.

-Terry... ¿me puedes dar los pancakes tú?

-Princesa, no soy tu nana. Come tú solita.

Le dijo para mortificarla, pero ella puso una carita tan triste que él tomó el plato y luego de cortar todos los pancakes en trocitos pequeños se los fue dando uno a uno hasta que terminó.

-Terry, cuando salga de la escuela voy a pasar un rato al hospital a ver a mami. No estaré mucho tiempo, luego iré a Caribbean.

-Como quieras, princesa, pero apúrate y no hagas esperar mucho a Neil, ya sabes lo histérico que se pone y luego nos vuelve locos a todos.

-Está bien. Ya me voy.

Le dijo Candy dándole un rápido beso en los labios y se marchó. Terry después de terminar su desayuno se bañó y se preparó para irse a trabajar.

***
-Elly, ¿cómo te sientes, preciosa?

-Bien, mi amor. ¿Quieres desayunar ahora?

-Sí, pero no aquí. Voy a llevarte a desayunar y luego vamos a tu cita, quiero ver cómo está el bebé.

Le dijo Tom convencido a Eliza. Ella estaba cada vez más feliz, Tom no dejaba de sorprenderla con tanto amor y atenciones. Se bañaron juntos y se prepararon. Eliza se puso un lindo vestido rosa de manguillos encima de las rodillas con unas sandalias bajitas y su pelo que ya le llegaba al hombro se lo había dejado suelto y ondulado. Se puso un maquillaje suave en tonos rosas y ya no usaba el piercing del labio. Desayunaron en una cafetería cerca de su apartamento que a ellos les encantaba y luego se dirigieron a la oficina de MRI And CT Scan donde Eliza tendría su primera ecografía y escucharían los latidos de su bebé. Todo era en el área de Levittown, así que no tardaban más de cinco minutos en llegar a cualquier lugar.

Candy Candy: Amor de VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora