に.

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9 años

Luhan estaba sentado conmigo en la clase de literatura, enfrente estaban Baekhyun y Jimin, y en el primer puesto al lado de la mesa de la maestra se encontraba Jackson.

[...]

Había pasado un año desde que él llegó y las cosas se complicaron bastante en mi vida.
Resultó que Jackson era un estudiante ejemplar y se llevaba de las mil maravillas con JaeBum haciendo los deberes y realizando proyectos.
Con Kunpimook las cosas eran casi iguales, lo del empujón cuando se conocieron quedó en el olvido y Jackson se comportaba como el hermano de mayor de él.
Pero conmigo ni siquiera se atrevía a mirarme directamente a los ojos, la última vez que lo hizo fue cuando se disculpó con Kunpimook, desde ese día en adelante me evitaba, me dirigía la palabra sólo cuando era necesario y trataba en lo posible de no estar en la misma habitación que yo.

¿Acaso olía mal? ¿Era feo? ¿O no le agradaba?

Era vivir con un fantasma, sabía que estaba ahí pero no lo podía ver. Era un niño despreciable. Nada comparado con su madre, la mejor niñera que haya tenido, salvo por el pequeño detalle de que aún no me dejaba comer galletas después de las ocho.

Sin embargo, desde la misteriosa aparición de las galletas en frente a mi puerta, cada vez que hacía una pataleta, a la media noche unas galletas sobre una servilleta tocaban mi puerta. Comencé a creer seriamente que el hada de las galletas con chispas de chocolate existía.

La maestra leía un aburrido poema. Puse cara de concentrado, pero en realidad estaba pensando en como convencer a mi mamá para que me dejara ir a la casa de Baekhyun esta tarde con Jordan.
Seguramente me diría "Lleva a Jackson". Antes me molestaba que me obligara a ir a todos lados con Kunpimook, pero misteriosamente se le metió en la cabeza que el niño retrasado podía ser mi amigo.

Error, él jamás lo sería.

No me gustaba la idea de que él fuera a la misma escuela que yo, por alguna razón que estaba fuera de mis conocimientos mis padres le pagaban la educación a Jackson y a Jin Young. Para Navidad les daban regalos, los dejaban comer en la misma mesa y eran libres de las reglas y listas de alergias y cosas que se debían hacer.

- Mark, podrías decirle a la clase de qué se trataba el poema - salté en mi asiento. Cuarenta pares de ojos se giraron a mirarme.

Escuché algunas risas, la más fuerte era la de Lee Min Hyuk, que estaba sentado junto a Jackson. Él le susurró algo al oído y se rió más fuerte, pero a Jackson no pareció hacerle gracia.

- Te estamos esperando, Mark -me dijo la maestra, caminando hasta mi puesto con la mirada que ponían las personas cuando hablaban con un enfermo mental. Eso me molestó.

Miré hacia el lado y Luhan se encogió de hombros, él tampoco había prestado atención. Jimin y Baekhyun tampoco sabían, negaban con la cabeza para que no les preguntara.

Sentí ganas de llorar, la maestra me estaba avergonzando.

- ¡Mark descerebrado! - gritó Minhyuk desde el primer puesto. Toda la clase estalló en carcajadas, excepto mis amigos y Jackson, que seguía tan serio como en un funeral.

En una mirada fugaz que le lancé, vi como gesticulaba algo con sus labios. Me estaba mirando directamente y decía algo. Aproveché que todos reían y que la maestra trataba de hacerlos callar para entender el mensaje.

"Amor", eso le entendí.

- Amor -dije en voz alta en el preciso momento en que se hizo un silencio en la sala.

marry me「結婚。」m.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora