CAPÍTULO 1

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El regreso.
Diario del guardián de la tierra.
Año 2016, 20 de septiembre.

Hora: 9:45 AM.



Hace unos 4 años me retire de mi ciudad natal para buscar respuesta a mis pensamientos que me atormenta y más de esos sucesos, luego de un tiempo de entrenarme en el exterior volver contactarme con mis viejos amigos los dragones e mi vieja amiga Silver, después de esos 4 largos años hasta lento para mí. Ya sabía que era momento de retornar y estar seguro del destino que iba a elegir.

Pero, no me puedo quejar, fueron unos buenos gratos días, volver hablar con mis viejos amigos los dragones, volver recordar su cultura, costumbres y sus hábitos. No solo ello, el grato canto de las aves, ver a los animales pasear tranquilamente, todo lo que estaba allí era tan admirable para mis ojos, que me hizo recordar mi paz interna.

En ese día cuando me retire del lugar de entrenamiento, ya llegando a las afueras del lugar mencionado, me detuve por unos minutos para dar un último vistazo y llevar conmigo lo que la madre naturaleza regalo a los seres vivientes, después de ello, lleve mi mirada hacia el horizonte y partir hacia donde se ocultaba el sol, en el transcurso del camino me mantuve con mi mente un tanto blanca , ya que no sabía que pensar desde que me fui del bosque andaba en suma paz, me preocupaba, por lo general pensaba en pequeñeces, como por ejemplo, de ver las nubes y sus figuras dándole vuelta e buscar un significado o hasta intentar ver si iba llover o no.

Después de caminar un par de horas, me encontré un camino descuidado, pareciera que pasaron unos mechas (robots) gigante recientemente, me llamo la atención así que seguí mis instintos de hunter para acercarme, estaba en lo correcto, lograba visualizar varias fisuras causada por enormes pisada. Solo que algo no estaba bien, ¿Si son reciente...Volverían esos mechas? En efecto, se escuchaba a los lejos un par de pisadas mecánicas, siendo el momento de ocultarme. Por buena suerte, se encontraba unos arbustos cercanos al camino, fue una suerte que estuvieran a mi lado, sin perder más tiempo me oculte, esperando a esos "vigilantes" o tal vez "mercenarios".

Pasaron 2 minutos y ya se lograba visualizar los vigilantes, era confirmado. Son mechas de aproximadamente 5 metros de altos, son un total de 5, llevaban una marca extraña en sus hombros, pero portaba un viejo logo de los Mavericks, antiguos rivales de los hunter, solo que algo me inquietaba, ¿Qué hacían en esta zona tan tranquila y lejana?. Además de eso...Se supone que no había guerra desde que me fui. Era lo único que podía pensar en ese momento, hasta que me fije en la mano derecha del mecha que estaba en el centro, lo estaban protegiendo, como si portara una carga preciosa, lleve mi mano derecha hacia el estuche que estaba en mi cintura para poder sacar los binoculares y detallar mejor.

Cuando pude observar mejor... ¡No era un objeto!, ¿¡Llevaban una niña!? Pero...Que demonios veía, no tenía sentido por qué la llevaban, era una niña de 12 años aproximadamente, pelo castaño, piel clara y sus ojos eran una tonalidad verde, su vestimenta estaba un poco desgarrada, parece que la sacaron de su escondite, ya era momento de actuar. Guarde los binoculares en su estuche, para luego llevar lentamente mi mano diestra hacia la espalda, donde se encontraba la Z saber desactivada. Solo...tenía que esperar el momento justo, a pesar que podía escuchar la conversación de los pilotos.

Piloto 1: ¿Me puedes recordar porque necesitamos a esta mocosa para el jefe?

Piloto 2: Ya te dije, eso es confidencial, solo la quiere.

Piloto 3: Si, no deseo volver la cara molesta del jefe, nos hizo un show frente de todos por no poder capturar a esta indefensa niña.

La niña lo escuchaba, pero andaba tan agotada que no podía responderle para no quedarse con esas oraciones.

Rockman Zero. La salvacionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora