-Mis padres me mienten.- solté por fin.
-¿Qué te hace pensar eso?-
-Estuve reuniendo las pistas. Por 18 años, toda mi vida-
Pensaba que iba a estallar otra vez. Que iba a hacer otro de los berrinches que nunca había hecho en mi infancia.
-No sólo es lo de Papá Noel. También es cuando estoy en medio de una pelea familiar que viene desde antes de que yo naciera. Es cuando me dicen algo, yo no se lo digo a nadie para generar conflicto, y me echan culpa a mi. Es cuando me arruinaron mi sorpresa de día de Reyes y dicen que yo fui a "husmear", y yo no lo hice. Y ya no lo soporto.-
Había tomado una decisión. Tenia que hacerme fuerte. Ya no podía esperar mas. Las inseguridades me estaban matando, me envenenaban desde lo más profundo de mi ser. Quería alejarme. Quería escapar. Pero si no afrontaba esto lo siguiente seria mucho peor y me destruiría por completo. Caería en el error de ignoran esta gran debilidad. Caería en la cotidianidad, quedaría absorbida y anulada. Dopada. Consumida en las mentiras. Me las creería sin chistar. Y luego, cuando todo parezca perfecto me quebraría. Me destruiría. Desaparecería todo lo que que quedara de mi y sería consumida en la locura, la paranoia.
No quería callarme mas.
-¡Es el trauma máximo! La mala relación con tu madre. Es ¡todo!-exclamó, aún seguía a mi lado, escuchándome.
-Simplemente no los entiendo..-
-Como todos los hijos- odio más que tú me lo digas, debería de poder decírtelo.
-Ellos me ocultan cosas. No puedo confiar en nadie. Mi tía no quiere a mi madre, ni mi abuela, ni nadie de la familia de mi padre. Porque él es el menor. Porque mama se embarazo para irse de su casa.
-¡¿Qué te hace decir eso?!-
-¡Ella me lo dijo!- me costaba tanto decírtelo y sólo me hacías enojar más, angustiar más. La sensación de tragar hierro fundido no se iba y me cerraba mi garganta mientras aguantaba las ganas de llorar otra vez. En vano.
-También que a mi edad fumaba marihuana, que tenia la onda hippie y que se yo.Mi tía también me lo dijo. Mi madre me lo dice entre líneas, mi tía quiere que la odie por eso me lo dice directamente. Es que no se en quién confiar... todos me mienten porque se odian. Estoy sola en esto. Estoy sola intentando quererlos a todos- continué hablando, no quería más interrupciones.
-Les digo que no me escuchan. Que rompieron todas las instancias de diálogo. Y me preguntan por qué. Encima me lo preguntan. Se los vivo diciendo. Hablar con ellos solo es para discutir. Me ahogo. Me frustro. Lloro en silencio. Contengo las lagrimas. Contengo los gritos. Contengo el dolor, no lo dejo escapar, no me corto mas. Me contengo a mí. Imagino que algo mas me atrapa, me abraza, me aprieta. Hasta que todos esos pedazos que duelen, de los cuales los bordes son nítidamente filosos. Dolorosos. Mortales. Se juntan tanto, se estrechan, se aplastan, y parece que desaparecen. Parece que ya no noto la diferencia entre uno u otro y puedo simplemente pensar que nunca estuvo roto.-
Quería continuar pero ya me había cansado. Era lo mismo cada vez, me resquebrajaba cada vez más, y ya no tenía sentido.
Odié la mirada que me diste, así que me dediqué a juntar los pedazos otra vez. A estrecharlos.
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Microcuentos
RandomAquí escribiré pequeñas historias que pueden -o no- tener relación entre sí.