La realidad de un suicida

Marcas de guerra

 Uno de los, llamémoslo, efectos colaterales del intento de suicidio o cortes son las cicatrices. Lo curioso de estas es que son vistas como algo negativo. Cuando en realidad no lo son.

Si en tu cuerpo tiene una marca de alguna operación, de una guerra, de una confrontación con alguien, o de un simple accidente, la cicatriz esta bien. Se ve como algo normal. Natural. Sin embargo, si la cicatriz es de un intento de suicidio es visto como algo malo. Y realmente no estoy de acuerdo con esto.

Estas cicatrices también son algo que esta bien. Son marcas de guerra. Una guerra contra ti misma/o que lograste ganar. Y es algo que deberías mostrar con orgullo. No todo el mundo logra sobrevivir a esta guerra interna.

Son marcas tan normales como las demás. Cada una de ellas tienen un motivo diferente, pero eso no cambia nada.

La gente debería dejar de verlo como algo que esta mal, como algo negativo. En el fondo son cosas iguales. Su procedencia no debería influir en la forma en que se ve.

Imagínate que fuese al revés. Que las cicatrices de suicidio fueses algo normal, y las de una operación, digamos apendicitis, fuese algo extraño, negativo. ¿Creen que sería algo agradable? Un montón de gente en el mundo tiene cicatrices de apendicitis, y ya no serian vistas de la misma forma. Los verías como si fueran monstruos, o como si estuvieran locos. ¿A que ahora es diferente?

Todo depende de cómo lo mires. Estas cicatrices no son malas, para nada. Yo soy una de las personas que tiene de estas marcas. Tanto en mis muñecas como en mis muslos. Y las muestro sin ningún pudor. Porque son algo normal en el fondo. Forman parte de mi persona, de mi pasado. Y hay que aceptarlo.

Cada quien tiene su historia, y porque la tuya sea diferente no tienes porque ver la de los demás como algo malo. Que tus cicatrices no sean de un intento de suicidio no significa que las de los demás estén mal. Solo son sobrevivientes de una guerra, que, en mi opinión, deberían mostrar con orgullo de que lo hicieron, sobrevivieron a sus demonios.