Episodio 1. Verde y azul, !que combinación?

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Suspiro. (He abierto mis ojos una vez más, no estoy muerto y mi corazón late aunque no de la misma manera que antes, desde el accidente yo...-piensa-). Sei desde aquel accidente no duerme mucho, su mente lo tortura así mismo por la muerte de su esposa y su hijo, a los pocos meses del accidente perdió su empleo, los "amigos" que tenía ni siquiera lo acompañaron al velorio y los padres de ella lo culpan a él por todo. Él es huérfano su madre murió cuando el nació y su padre no resistió la perdida de ella y se suicidó, un orfanato se hizo cargo del hasta que cumplió los 18 años. Justamente un día antes de hoy había tomado un frasco de pastillas para quitarse la vida pero no le funciono de nuevo, quizás si solo se dejara de culpar de la muerte de ella podría ver que no tiene la culpa. Suena varias veces el timbre, Se levanta de la cama, trae puesto solo el pantalón del pijama, camina hacia el pasillo y abre la puerta.

-Hola señora Martha.- (Seguramente me pedirá la renta de nuevo, que fastidio y yo sin un maldito trabajo- piensa-) lanza una sonrisa hueca y fría como si le gustara la visita.

-Sei, cariño estabas durmiendo- dice con tono burlón mientras, -¿verdad?-.

-Señora Martha mire lo que pasa es...- se pasa la mano por el pelo y sonríe (Mierda que le invento ni siquiera tengo trabajo ni dinero.-piensa-)

-Mira ya no me digas nada, eres un parásito no sé cómo la pobre de Leila se fijó en ti, eres un don nadie-. Grita mientras le reprocha-.

No me hable así, le pagare hoy mismo lo de la renta y el alquiler; azota la puerta y deja a la portera hablando.

(Maldita vieja, como se atrevido a hablar de mi Leila así... como me gustaría que estuviera aquí, verla con su lindo traje, que tuviera entre sus labios aquella sonrisa de todo estará bien. –comienza a llorar- porque no le dije lo mucho que la amaba, porque nunca le dije lo mucho que importaba para mí, si solo hubiera muerto yo y no ella, ahora que no esta no tengo nada... si... si quizás hubiera muerto yo ella nada hubiera perdido...).

Después de varias horas de llorar Sei, se sentó en el sofá con solo aquellas fotos, con aquellos singulares recuerdos que tenia de su esposa, esperando la muerte, -le llevare flores, debe estar triste porque no la he ido a ver ni a ella ni a mi hijo; ya no quiero más estar así ya no puedo seguir, será mejor terminar definitivamente con este tormento...- quisiera volverlos a ver- sonrió mientras abrazaba la foto de su esposa y su hijo.

En ese instante su mente estaba perdida, como aquel viento de otoño que te pega en la cara y sabes que comenzara el invierno, no pensaba nada más que no fuera la muerte, pensaba en que ya no tenía ningún motivo para estar vivo.

Desde luego ya varias veces había intentado quitarse la vida, con pastillas, colgándose (y se rompió la cuerda con la que lo intento) cortando sus venas, sin embargo los poderes de regeneración que tenía una y otra y otra vez más se lo impedían, ya estaba más que harto, estaba desesperado, pensaba que ni con todos los poderes que tenía ni por más fuerte que él había sido pudieron impedir que sus seres queridos murieran.

Ese día tomo su abrigo, y unos boletos del metro que una tenia guardados, y fue a dejarle flores a la tumba de su esposa, justamente robo las flores de la ventana continua y se dispuso a ir al cementerio. Ya de regreso en el metro pensaba en como suicidarse. (–y si me tiro del vagón y que me pase encima el metro... no seguramente me llevaran al hospital y me salvaran la vida... y si mejor me disparo en la cabeza... no ni siquiera tengo una pistola... y si salto de un acantilado.... No de esa forma aprendí a volar seguramente mi instinto me lo impedirá.-)

Ya en su casa solo pensaba en suicidarse se recostó en el sofá y simplemente cerro los ojos, Sei durmió hasta que sonó el timbre. (Mierda pinche señora Martha y a esta hora son las... 9). Se levantó y abrió la puerta.

Mi joven amor inexperto (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora