Zayn salió a fumar detrás del bus Nº 1 porque Harry está en sus días. Es decir que está desintoxicándose y gritando como un histérico a quien fume a su alrededor.
Es una cosa de yoga y medio ambiente curación y salud mental y Zayn dejó de escucharlo cuando se hizo demasiado aburrido.
Zayn solo quiere fumar porque eso lo calma, muchas gracias.
“¿Estás mirando las estrellas?” vine una voz suave detrás de él y al instante Zayn sabe que es Niall.
Niall tiene una de las voces más gruesas y potentes por lo general, pero a media noche cuando no están en un concierto y recién salido de su litera caliente, suena como un niño.
Y se ve como uno también cuando Zayn lo mira, está vestido con una enorme camiseta que debe ser de Harry y unos pantalones grises muy gastados.
Sus ojos apenas se abren mientras los frota con su puño, trata de frenar un bostezo que se le escapa igual y casi cae dormido de nuevo incluso estando de pie pero Zayn lo toma de la mano sentándolo a su lado, pasa un brazo suavemente sobre sus hombros y lo apoya contra él.
Niall suspira y Zayn sonríe.
Niall siempre lo ha calmado también.
No importa que ambos sean casi de la misma estatura y complexión delgada, Niall se acurruca contra él casi como un bebé, con la punta de la nariz rozando su cuello y sus manos en puño sobre su camisa.
“¿Tu saliste a mirar las estrellas?” pregunta Zayn suavemente porque cree que Niall ya ha vuelto a dormir y no quiere despertarlo si es así.
“Hm” murmura contra su piel. Mueva un poco la cabeza y asiente.
“Hay una lluvia de meteoritos. Será” bosteza un poco pero sin dejar de hablar y su voz hace una cosa muy graciosa al final “Hermosa”
Zayn siente que ya está viendo una de esas entonces.
“Te avisaré cuando suceda” promete y pega sus labios en la sien de Niall recibiendo apenas un suspiro de satisfacción en respuesta.
Zayn se queda despierto toda la madrugada con Niall acurrucado contra él y no sabe que hora es cuando empieza a ver algo extraño en el cielo y le avisa al rubio que como un niño en la madrugada de Navidad no espera que se le hable dos veces para despertar y mira encantado hacia arriba sin dejar de sonreír.
Zayn se siente feliz de compartir ese momento con él, sin tener idea de todos los otros momentos a los que este lo condenará.