Un gran Error

Personas importantes

Personas importantes

Al día siguiente Paul y Lisa pidieron permiso a Ana para llevar a los niños al parque ya que ambos adoraban pasar el tiempo con pequeños, debido a que quería entrenarse para cuando tuvieran un hijo, el cual habían buscado más de un año sin éxito, aunque no perdían las esperanzases

Por otra parte Ana no dejaba de estar triste, sabía que no era recomendable estando embarazada, aunque le era imposible no pensar en cómo había terminado su relación con quien fuera el amor de su vida, ella le había entregado todo a él, pero aun tenía en su mente la escena de él teniendo sexo en su oficina, por lo que buscaba como distraerse

Ana se encontraba leyendo un libro cuando de repente se escuchó el timbre de la puerta lo que la obligo a levantarse, al abrir la puerta se encontró con un mensajero, el cual le pido su nombre y le solicito que firmara de recibido.

Ya dentro del hogar de Paul, Ana se imaginaba de qué se trataba aunque no pensó que fuera tan rápido, aunque claro siendo el FBI todo era rápido. Ella abrió el paquete que contenía varios documentos, los cuales comenzó a analizar mientras sus ojos se llevaban de lágrimas, ya que ese paquete contenía su nueva vida junto a sus hijos dejando atrás a su pasado, sobre todo dejando atrás el nombre Christian grey y todo lo que significaba

Ana tenía una mezcla de emociones, las cuales eran principalmente negativas, tristeza, dolor, coraje, decepción, recordaba cada promesa rota por él. Por qué vio que tenía que tranquilizarse, ya que comenzaba a hiperventilarse

Ella sabía que la mejor manera para poder despejar su mente era salir a correr, pero ahora no le era posible, por lo que decidió salir a caminar, no pensar, ya no quería sentirse lastimada, traicionada y desesperada

Camino por el vecindario alrededor de dos horas, sin un rumbo fijo, si pensar, dejando que en varias ocasiones sus lágrimas salieran, hasta que de repente choco de frente con una caballero de aproximadamente 30 años, provocando que el tirara los libros que tenía en sus manos

Lo siento, lo siento- dijo Ana apenada siendo consciente de que no podía agacharse a ayudarlo a recoger los libros

Por otra parte el caballero, se agacho rápido sabiendo que los libros eran manuscritos valiosos de su escritores, pensando que la joven con la que choco era una estúpida por no ver por dónde camina, pero todo cambio cuando vio el rostro de ella y esos hermoso ojos azules que solo reflejaban tristeza

No hay problema, yo venía distraído – dijo el con una sonrisa galante

Es que yo también- dijo Ana apenada ante la situación – veo que son manuscritos

Si así es ¿Cómo lo sabes?- dijo el Caballero curioso

Es que antes trabaje en una editorial- dijo Ana quien identificaba todo tiempo de escrito

Que interesante, soy el director de una editorial aquí en Vancouver- dijo el sorprendido de la belleza de ella, aunque lo que más le llamaba su atención era su mirada triste, sin brillo – ahorita estoy buscando personal, no sé si te quieras unir al equipo de trabajo

Ante ese ofrecimiento Ana se quedó sorprenda, pues no era común caminar por la calle y que te ofrecieran trabajo, por lo que dijo – por el momento no puedo, pero tal vez más adelante

Mira te doy mi tarjeta y si te interesa llámame- dijo el sacando de su saco una elegante tarjeta

Ana leyó la tarjeta y dijo – William Traynor

Así es, por cierto ¿Cuál es tu nombre?- dijo Will con cierta coquetería

Annabella Steel – dijo Ana recordando su nueva identificación