Aquella vez, una de las tantas veces que la vi.
Traía un vestido rosa. Resplandecía incluso un poco mas que el sol. Con ser mucho mas que hermosa, en cualquier corazón JmDr generaba.Descubrí que la mujer es al vestido, lo que el vestido es a una mujer. Es en él donde podemos entender lo exquisito de lo femenino.
Se dirigió hacía mi.
Y al tenerla cerca yo no podía observar más qué otra cosa que la combinación perfecta de sus mejillas y hoyuelos en ellas, con el rosa de su vestido.
Sus labios húmedos y rojos.
La mirada penetrante de sus ojos.
La delicia de ser parte de su existencia. Recordé.J.C.
Antes de dormir.