#InDiscretos [8]

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¿Estaba bajando la guardia? El moreno se sentía raro, pero le cedió el paso a TaeMin cuando la puerta de su habitación se abrió por completo y la cerró dejándolos a los dos adentro.

Minnie no salía de su asombró. Nada era cómo se lo había imaginado. El cuarto de JongIn estaba muy limpió y ordenado. Estantes con libros adornaban prácticamente las paredes y el rubio inspeccionaba los títulos de los que le llamaban la atención.

Kai veía con gracia cómo TaeMin miraba cada rincón de la habitación sin perderse ni el mas mínimo detalle.

— Voy a darme una ducha. ¿Te molesta que te dejé sólo? — El mayor negó repetidas veces con la cabeza y el moreno se metió al baño.

Minnie se sentía feliz al estar rodeado de tantos libros y se sentó en la cama de Kai para inspeccionar que tan cómoda era. ¡Y vaya que le gustó! Daba pequeños saltos probando los firmes resortes y su mirada se desvío hacia la mesa de luz. Sobre ella había un libro abierto y boca abajo. Lo tomó en sus manos y leyó en voz alta el nombre.

— El Principito — Su subconsciente recitó «Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.» Le llamó la atención que de todo el libro, sólo una frase estaba sobresaltada.

— «Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya.» — Kai salió del baño y recitó al mismo tiempo que TaeMin mientras recargaba su peso en el marco de la puerta.

— Perdón — El mayor dejó el libro en su lugar y se sonrojo — Me dio curiosidad, por eso lo tomé — JongIn lo miraba fijamente y él trataba de buscar una excusa a su atrevimiento — Es que lo leí cuando era muy chico y...

— «Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan» — El moreno camino hacia su mesa de luz y saco un cigarrillo, lo encendió y echó el humo en círculos — Por eso siempre lo leo. Lo leo para recordar y no perderme.

TaeMin asintió apenado. Había olvidado cuando fue la última vez que había leído aquel libro, pero extrañamente se sintió feliz al saber que Kai lo seguía leyendo. Era algo tonto, pero le daba la impresión que el moreno de a poco se dejaba ver y poder conocer algo más allá de la imagen de "Playboy" que proyectaba, realmente lo hacía sentir muy afortunado.

JongIn se sentía estúpido. Nunca había permitido a nadie ingresar a su habitación, la cual consideraba su mundo. No sabía que tenía que hacer ahora con TaeMin ahí. Le era mas fácil cuando todo ocurría fuera de sus cuatro paredes, dentro de ellas se sentía vulnerable. Expuesto. Esa idea no le gustaba. Pero el mayor no le generaba desconfianza, y se sentía cómodo, muy cómodo al tenerlo cerca.

— ¿Queres darte una ducha? — Le preguntó el moreno mientras apagaba el cigarrillo.

— No tengo nada para cambiarme acá.

Kai se dio cuenta de eso y fue hacia su ropero. Revolvió un poco entre sus cosas y encontró un par de bóxers sin estrenar. Le alcanzó una toalla, la ropa interior y una camiseta para que se pusiera.

— No necesitas ir a buscar nada. Acá tenes todo.

TaeMin tomó las cosas que JongIn le daba y se dirigió al baño, pero antes de entrar se giró para mirarlo — Gracias.

El menor sacó otro cigarrillo y lo encendió en el momento en el que Minnie abría la ducha. Prácticamente no podía oír sus pensamientos. Se limitó a escuchar el agua correr y golpear el piso mientras miraba el cielo estellado. Podía permanecer así toda la noche, mirando el cielo y escuchando el agua correr, pero TaeMin había terminado y salió a su encuentro.

InDiscretos ➳ TaeKaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora