¿Cómo nos conocimos?

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Nueva ciudad, nuevo clima. Bajé del avión & caminé por la plataforma. Mi maleta verde delataba que no sólo venía de vacaciones. Había pedido ser Au Pair de alguna familia japonesa & al parecer me habían aceptado. Si bien el japonés no se me daba muy bien, entendía varias palabras & en el perfil de la familia decían haber aprendido español, ruso, inglés e incluso otros idiomas. No sería difícil.

Tomé mi celular de la bolsa & mantuve presionado el botón de inicio. 

Nada pasó. 

- Ha de estar descargado... - Lo metí de nuevo mientras caminaba hacia donde abordaría el taxi, viviría en un conjunto de pequeños departamentos occidentalizados que había solicitado por AirBnB (todo planeado).

Al llegar bajé mi maleta. Mi computadora colgaba de mí & mis pertenencias estaban bien ocultas en mis jeans.

Toqué el timbre & esperé a que alguien abriera. Una señora de edad mayor abrió la reja principal & me tendió una copia de las llaves de ésta & otra de la cerradura del que sería mi apartamento.

Subí las escaleras & abrí el pequeño espacio: una sala-comedor-cocina & un cuarto con baño en donde había una cama matrimonial.

Me eché en la cama.


Punto de vista de Pau:

Ya le llamé cinco veces, mujer.

No contesta, no sé qué le habrá pasado.

Ya le mandé miles de mensajes & nada.

Me preocupa.

En serio. ¿Dónde tiene la cabeza?


Punto de vista normal:

Desperté de madrugada según mi celular.

Desperté rápido al ver la cantidad de llamadas.

3 de Isa.

10 de Pau.

40 de mamá.

Un escalofrío me recorrió la espalda.

Deslicé mi dedo para la marcación rápida del celular & esperé los pitidos.

Sólo hubo uno.

"¿Cómo estás? Me tenías preocupada. ¿Cómo se te ocurre no avisar? ¿Te mandas por tu cuenta o qué? ¿Cómo llegaste? ¿Dónde tenías el celular? Pensé que te lo habían robado, o ya ni al celular pero a ti. ¿Para qué quieres un celular tan caro, pues?"

- Sí mamá, gracias por las palabras de aliento. Llegué bien, solo que mi cel andaba descargado en el avión & al llegar me dio sueño.

La conversación se fue normalizando a cada segundo hasta que llegamos a la parte de las despedidas tontas. De esas donde le mandas un beso a tu madre & te da veinte de regreso & se dicen adiós varias veces pero aún hay algo que contar & no cuelga ninguna de las dos partes & vuelve la ronda de despedidas, besos, saludos a la familia & hasta a el perro.

Puse mi celular a un lado. Sabía que debía llamarle a las chicas pero necesitaba ducharme primero.

Inspeccioné el baño. El retrete no me era familiar... Decidí no concentrarme en eso.

Abrí la llave caliente & monté mi maleta sobre la cama, saqué mi toalla & regresé al baño, el cual ya era un sauna. Abrí la puerta ya que no podía respirar.

Si fuera pareja de... ¿¡Katsuki?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora