*Narra Fátima*
Me desperté el viernes por la mañana y estaba feliz, hoy por fin iba a estar con Ron aunque aún quedaban unas cuantas horas la verdad es que no podía esperar más, y no podía parar de darle vueltas a lo que había leído en la carta, pero por un lado tenía miedo de todo lo que fuera a pasar, de que todo se acabara en cualquier momento y por una tontería, tenía miedo de que después de aquello ya nada volviera a ser lo mismo.
Estuve un buen rato así hasta que llegó la hora de comer, la última comida sola, hoy cenaría en casa, y tenía muchísimas ganas de hacer algo, algo muggle pero que sabía que todos se iban a quedar sorprendidos por ello, y se que iban a reírse un buen rato al verme en el colegio pero me daba todo absolutamente igual, era lo que me apetecía en ese momento. Ya se lo había dicho a Ginny y ella iba a ayudarme. Siempre había tenido el pelo de un color muy extraño, castaño oscuro medio pelirrojo, y a veces me salían mechones rubios con el sol, por eso antes me lo teñía de rubio, desde que era una niña pero tenia ganas de cambiar y de que mi pelo volviera a ser mi pelo.
Estuve media tarde haciéndome trenzas en el pelo y deshaciéndomelas y al final se me quedó rizado y empecé a reírme sola al verme, y sobretodo al pensar que serían las últimas horas con él así, no sé como había convencido a Ginny de que ella viniera a media tarde para arreglármelo, y entonces entro por la puerta.
Ginny: Ya lo tengo todo, mi hermano está en casa y no vendrá hasta la hora de buscarte.
Fátima: Perfecto.
Ginny: Tienes que prometerme que me vas a dejar ver la cara que se le queda.
Fátima: Claro, faltaría más.
Entonces empezó a arreglarme el pelo como antes con el rubio, y me empecé a reír, entonces empezó a preguntarme sobre la carta y sobre lo que pensaba y sentía y me puse nerviosa, porque a decir verdad tenía muchísimo miedo de lo que pudiera pasar, y lo único que quería es que las cosas no cambiaran. Después de eso me lave el pelo y me lo sequé como hacían los muggles entonces cuando me vi en el espejo me empecé a reír mucho, porque en realidad iba a parecer la hermana gemela de Ginny. Después no me peine el pelo y se me quedó rizado y me gustaba muchísimo así, color zanahoria y lleno de rizos. Llamaron a la puerta y mandé que pasaran y era Ron.
Ron: Pero, ¿Qué narices le pasa a tu pelo? Dime que esto es una puta broma.
Fátima: ¿Te gusta?
Ron: A parte de que ahora parecerás mi hermana de verdad si, me encanta.
Ginny: Hola ¿eh?
Ron: Hola... ¿Sabe algo de esto mamá?
Fátima: Si claro vino a traer las cosas y a Ginny.
Ron: Estás loca, de verdad, pero me gusta, te queda mejor así.
Fátima: Gracias.
Entonces me levanté de la cama y fui a abrazarle, aún me dolía algo la espalda pero ya podía caminar bien. Mientras le abrazaba me dio un beso en el hombro y la verdad es que me gustó muchísimo. Después de eso, se me quedó mirando a los ojos y me dio un beso rápido en la boca, cogimos mis cosas y nos fuimos. Ya había guardado por la mañana la carta y la caja para que nadie que no pudiera, la viera, ya que no quería que nadie supiera lo que decía excepto los que ya lo sabíamos.
*Narra Ron*
Llegamos a casa, y ya había preparado su baúl solo faltaba que metiera la carta para romperla luego y hacerla desaparecer y la caja. Subimos con todo a mi habitación, en la cual aún tenía las camas juntas y me senté y ella hizo lo mismo.
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Terminarás siendo una Weasley (Fanfic)
FanfictionDesde que tenia 12 años, Fátima se pasaba todos los veranos en la madriguera, ya que no le quedaba familia y los Weasley la habían adoptado como una más. Todos los años se olvidaban de su cumpleaños, y a ella como ese día no le traía buenos recuerdo...