Terminarás siendo una Weasley (Fanfic)

Lluvia

*Narra Fátima*

Me desperté y decidí dejar dormir a Ron, fui a ducharme y tarde un buen rato. Cuando terminé, me puse el albornoz y me seque el pelo con una toalla, ya que no podía hacer magia fuera de Hogwarts al ser menor, y me fui de nuevo al cuarto, y Ron se había despertado.

Fátima:Buenos días.

Ron:Así, si son buenos días, ven y siéntate en la cama.

Fátima:Claro.

Ron:Te quiero.

Fátima:Y yo a ti.

Ron:¿Qué tal has dormido?

Fátima:Bueno... creo que debería cambiar de postura porque me duele demasiado el cuello.

Ron:¿Me dejas?

Fátima:Si luego también me peinas.

Ron:Mmm... vale.

Me saqué las mangas del albornoz y me las até en el pecho, luego me senté en la cama y me dio un masaje en el cuello que hizo que se me aliviara bastante el cuello, cuando terminó le dije que se fuera a duchar él y mientras tanto me peinaría el pelo. Terminé y me vestí pero como tenía algo de frío me puse por encima el albornoz. Ron volvió al rato y me besó, entonces escuché un grito y era la señora Weasley que estaba en la puerta nos dijo que bajaremos ya a desayunar.

Bajamos a desayunar y yo me estaba esperando la regañina de la señora Weasley, pero al final solo nos regañó ya que era demasiado tarde y teníamos que ayudarla con la comida, aunque esta tarde ya tenía pensado lo que iba a hacer.Así que terminamos de desayunar sin apenas mirarnos y nos pusimos a hacer la comida.

Ron:¿Tienes pensado lo que vamos a hacer luego?

Fátima:Si había pensado en algo

Ron:¿El que?

Fátima:Eso es sorpresa.

Seguimos con lo que estábamos haciendo sin hacer demasiado ruido, hasta que terminamos.Luego lo dejamos en la mesa y nos fuimos al cuarto, ya que yo quería terminar la tarea de defensa contra las artes oscuras antes de que bajáramos a comer, así que me puse a ello mientras Ron se puso a leer un viejo libro sobre los Cannons y al rato recuerdo haberme quedado dormida.

*Narra Ron*

Al rato de que se durmiera la tuve que despertar para irnos a comer, y yo aún seguía pensando en lo que tendría planeado para después y el tiempo no podía pasárseme más despacio en aquel momento, ojalá pudiera hacer magia para que fuera ya por la tarde.

Terminamos de comer al rato, pero aun faltaban dos horas para que fuéramos a donde quisiera que íbamos a ir, ya que comiendo ella me dijo que íbamos a salir un rato a las cinco más o menos que ella iba a ir a prepararlo todo.Miré por la ventana del cuarto pero estaba lloviendo y no sabía si podríamos salir o no y eso me fastidiaba, ya que no me gustaba nada la idea de quedarnos en casa, porque Hermione se pasaba las tardes estudiando y haciendo tareas y Harry leyendo cosas sobre el torneo de los tres magos.

Me puse a terminar de leer mi libro de los Cannons y justo cuando acababa de terminar apareció ella por la puerta con dos mochilas...

Fátima:¿Nos vamos? *Me pasó una de las mochilas.*

Ron:Vale ¿Pero, a dónde vamos?

Fátima:Enseguida lo vas a ver.

Salimos de casa y estuvimos caminando un rato hacia la cueva donde habíamos ido el día de su cumpleaños y ella me había contado todo.Hoy era un día completamente diferente y hacía frío afuera pero aún así ella insistió en que quería bañarse y nos metimos al agua y me empecé a acordar del día de navidad en el baño de los prefectos.Cuando terminamos de bañarnos estuvimos un rato sentados en la cueva y me dijo que tenía miedo de volver a Hogwarts por lo que pudiera pasar en el torneo de los tres magos, entonces a mi se me ocurrió que tal vez podía hacer algo por ella y decidí que tal vez fuera buen momento de ponerme a rebuscar quien era su primo el de la foto de su cuarto y llevarle a verle sin que ella supiera nada.

Decidí hablar con mis hermanos mayores, ya que ella me había contado que era mago y a ver si alguno de ellos le reconocía de que hubiera estudiado con él o hubiera coincidido con él en Hogwarts, suponiendo que no hubiera ido a otro colegio, claro.

Nos fuimos a casa y nada más llegar estaba la cena puesta en la mesa, nos sentamos uno en cada esquina y cenamos sin apenas mirarnos, como hacíamos siempre últimamente, para que nadie de los otros nos dijera nada.Cuando terminamos fuimos al cuarto y le curé la pierna, la cual ya casi la tenía del todo bien, y nos metimos en la cama y al poco rato me quedé dormido, pensando en todo lo que tenía planeado para este verano y que nadie más lo sabía aún por el momento.