Tres días; era lo que habían tardado tanto él como Sasuke en recuperarse de sus heridas. Aunque no estuviesen completamente sanos, se sentían lo suficientemente fuertes como para regresar a Konoha sin ninguna complicación, todo gracias a los constantes cuidados de Sakura y Tsunade.
Mientras esperaba que sus compañeros y amigos terminaran de desmontar las carpas, Naruto decidió caminar por los alrededores. El aburrimiento lo estaba matando; pero quizás lo que lo tenía más inquieto era la conversación que tenía pendiente con su pelirrosa amiga. Desde la "maravillosa" interrupción de su amigo Uchiha, no habían vuelto a estar solos, ya sea porque a Sakura la necesitaban para ayudar con los heridos, o por las constantes visitas de sus amigos.
Suspiró profundamente y pateó un par de rocas en frustración.
De un momento a otro, el joven ninja de ojos azules alzo su vista rápidamente y la enfocó en la cadena montañosa que se encontraba a varios metros frente a él.
De nuevo aquella extraña sensación lo recorrió de pies a cabeza y frunció un poco el ceño; la había sentido desde el primer día en que la guerra acabó, pensando que al principio solo se trataba del cansancio jugándole una mala pasada...
Cuando la volvió a sentir al segundo día, lo primero que llegó a pensar era que quizás Madara no estaba muerto... pero abandonó ese pensamiento rápidamente, pues se sentía diferente...
Aquella presencia era mucho más oscura y siniestra, más poderosa inclusive...
Caminó un par de metros en esa dirección y se detuvo... sentía que alguien lo llamaba a lo lejos. Y en efecto, así era. Observó a su compañera de equipo correr en su dirección, y cuando finalmente lo alcanzó, Naruto se dio que cuenta de que parecía algo molesta.
-¡Baka, hace horas que te estoy llamando! Ya nos vamos...-
-Lo siento Sakura-chan, me distraje un poco...-susurró y volteó su mirada, volviendo a observar las montañas-
-¿Naruto...?- la pelirrosa pudo notar la seriedad en el rostro del rubio y eso la preocupó- ¿Qué pasa...? ¿Qué tienes...? -Colocó una de sus manos en su hombro derecho-
-Nada, nada... -soltó una pequeña risa, frotando su nuca nerviosamente- creo que son solo imaginaciones mías, no me hagas caso...-
-¿Seguro...?- susurró observándolo detenidamente-
-Sí, si... anda, vamos... ya tengo ganas de irme de aquí... -rió un poco y luego sonrió, comenzando a caminar-
La pelirrosa lo siguió momentos después, no sin antes echar un vistazo rápido en la dirección en la que anteriormente su rubio amigo se encontraba mirando. Frunció un poco el ceño y sacudió lentamente su cabeza, alcanzando a su compañero.
Se colocó a su lado y llevó sus manos a su espalda, entrelazándolas. Se inclinó un poco y observó al rubio unos momentos, preocupada. Llevaban casi cinco minutos en silencio; si conocía lo suficiente a Naruto, era extraño verlo tan callado... parecía distante, alejado de toda realidad.
-"Quizás esta molesto porque no hemos podido hablar..."- reflexionó para sí misma- "Aunque no es culpa de ninguno de los dos... quizás, ahora que estamos solos..."-
-Sakura-chan... -murmuró el joven shinobi, sacando de sus pensamientos a su amiga pelirrosa-
-¿Si, Naruto...?-susurró algo sorprendida-
-Sobre la conversación del otro día...- se sonrojó levemente-
-Lo sé, lo mismo te iba a decir...- susurró, sonrojándose al igual que el rubio-
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'El Guardián de los 5 Elementos' (+15)
FanfictionLa Alianza a triunfado. Kaguya ha sido derrotada... La paz trae consigo una nueva era... ¿Podrá durar la tranquilidad? Un nuevo enemigo, una nueva amenaza... ¿Podrán Naruto y sus amigos volver a vencer? //(NaruSaku)//