Capítulo 5

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Por fin, después de dos días de intensa caminata, con descansos incluidos, habían llegado a las puertas de su amada aldea. Aldea que, a pesar de encontrarse bastante destrozada, producía un sentimiento de calidez y tranquilidad en los shinobis allí presentes.

Fueron recibidos al principio por un profundo y largo silencio, pero que luego se cambio por una lluvia de aplausos y silbidos de los habitantes, quienes les sonreían, algunos incluso reían y otros hasta lloraban de alegría.

Las familias se reunían con sus seres amados, una vez que los encontraban entre la marea de gente que se producía. Los que no encontraban a sus conocidos, eran reconfortados por la Hokage y por los amigos de los fallecidos. A Naruto le dolía, le dolía ver a tantas familias destrozadas, porque a final de cuentas, seguía sintiendo que era su culpa y no podía soportarlo. Aprovechando que nadie lo veía, se escabullo entre la multitud y se alejó, caminando lentamente hasta el monte de los Hokages.

Se sentó sobre la cabeza de su padre y cerró sus ojos, dejando que las lágrimas fluyeran. No podía evitarlo, pero sentía que todas las muertes producidas recaían sobre sus cansados hombros. Quería gritar, quería pedir perdón a todas aquellas personas que habían perdido a un ser querido...

Quería ya no sentir tanta culpa...


-Envejecerás muy pronto si sigues cargando con todo tu sólo, Naruto...-

-No lo puedo evitar, por mi culpa se produjo esta guerra... -

-No, no fue solo por ti, fue por todos nosotros... el mundo necesitaba ser protegido, y lo hicimos, es nuestro deber... como guerreros, como ninjas que somos... somos protectores de la paz, no olvides eso... -

-Siempre sabes que decir para hacerme sentir mejor, ¿No, Sakura-chan?- sonrió sin mirarla, admirando la villa.


La nombrada sonrío en respuesta, sentándose a su lado, flexionando sus rodillas hasta que estas llegaron a la altura de su pecho, apoyando su barbilla sobre ellas. Suspiró profundamente y observó a su rubio amigo.


-Si yo no lo hago, ¿Quién lo hará, baka?-

-Pues no se, Kakashi-sensei creo que no... -el joven kitsune dejo escapar una pequeña risa, de la cual se contagio su compañera-

-Es verdad...-

-¿Ya has visto a tus padres? ¿Se encuentran bien?- preguntó preocupado.

-Si, están bien, gracias por preguntar... -le sonrío agradecida-


Un silencio incómodo se instaló entre ellos. Naruto aun sentía culpa y Sakura ya no sabia que decirle para que dejase de sentirla. Una idea llegó a su mente, y sonrojándose ligeramente, lo tomó de la mano, obligándolo a mirarla. El rubio la observó algo sorprendido, con sus ojos azules clavados en los verdes de ella.


-Debes dejar ir todo ese peso, Naruto. No te hace ningún bien, te atormentaras tu solo de por vida, no podrás continuar... y eso no es lo que quieres, ¿o si?- el joven no le apartó la mirada en ningún momento, y pocos minutos después éste sonrio tranquilamente, dirigiendo su mirada a sus manos unidas-

-Tienes razón, no quiero eso... -

-Bien... se que no es fácil, pero debes tratar, ¿Entendido? -se sonrojo al notar que sus manos seguían unidas y aparto su mano con suavidad, aclarando su garganta-


Naruto, quién había notado lo nerviosa que se había puesto su amiga, se permitió una pequeña risa. Él, Uzumaki Naruto, ponía nerviosa a Sakura Haruno. No lo podía creer, era casi como un sueño hecho realidad. Dicha pelirrosa, al escuchar la risa del rubio, volvió rápidamente su mirada con el ceño ligeramente fruncido.

'El Guardián de los 5 Elementos' (+15)Where stories live. Discover now