Caminando entre la línea de la vida
iba yo decaído, buscándole un roto a mi huida,
perdido en algún crepúsculo del tiempo
sin saber a dónde iba, andaba
como quien busca el amor que ha perdido
en soledad infinita caminaba.
Y de repente por ti fui querido,
entonces
me asomé a la orilla de tus ojos oceánicos
y ahí estaba tu corazón, tan ella
sin pensarlo dos veces, me la robé
no vale la pena pensar, para coger una estrella.
y entonces el tiempo, en el tribunal del mundo
me condenó a amarte en esta vida y en la que viene.
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Valeria
PoesíaTuve miedo siempre un adiós pero cuando escuché de sus labios la frase del destino supe que mi miedo había llegado a su final.