Café, Vainilla y Chocolate: Aromas (AU Clexa)

Capítulo 3: Ecografia

CAPÍTULO TRES: Ecografia

Un golpe fuerte en la puerta hizo que Clarke se sobresaltara, se sentó en la cama cuando volvió a escucharlo, su mirada azul se encontró con los verdes ojos de su esposa, los cuales mostraban temor, seguramente lo mismo que estaban mostrando los suyos en esos momentos.

-¡Mami! –Escucharon que el golpe era acompañado por aquel grito de su hija, rápidamente ambas salieron de la cama.

Si algo habían aprendido durante sus primeros años en los que Aden era un bebe, era a dormir vestidas, ya que tendrían situaciones como esas o en las que sus hijos querrían dormir con ellas. Tomaron sus batas, colocándoselas mientras se dirigían hacia la puerta, la cual volvía a sonar seguido del llamado de su hija nuevamente.

-¿Qué sucede? –Preguntó Clarke después de abrir la puerta y encontrarse a su hija, la sonrisa de Fox hizo que, tanto Clarke como Lexa, sintieran que el alma les regresaba al cuerpo.

-¡Está nevando! –Sonrió emocionada, sus ojos verdes brillaban de emoción, como si en su corta vida nunca hubiese visto aquella maravilla. Como se dio cuenta que ninguna de sus madres decía nada, tomó sus manos y las guió hasta su habitación.- ¡Vamos! –Fox soltó las manos de sus madres y se dirigió a la ventana de su habitación, señalando por esta.

-¿Y se puede saber qué hace Nala acá? –Clarke observaba a su hija, quien lentamente se giró para mirar a la rubia, Lexa por su parte optó por fijar su mirada a través del vidrio, observando el jardín de su casa cubierto de blanco.

-Es que afuera hace frío, mami –La castaña se acercó a su madre y tomó su mano para guiarla hasta la ventana, ya que se había quedado a medio entrar en la habitación.- Cae nieve –Dijo señalando el vidrio nuevamente.

-Cariño, sé que hace frío, pero habíamos quedado que Nala se quedaba abajo –Clarke sintió como la perra se acercaba a ella, y refregaba su cabeza contra la pierna de la rubia, quien entendió a la perfección lo que quería. Clarke estiró su mano y acarició con gusto la cabeza de Nala, Lexa observó aquello a través del reflejo del vidrio, y sonrió al verla.

-Abajo también hace frío –Fox se encogió de hombros, y Clarke negó con la cabeza divertida. -¿Viste como cae la nieve? –Preguntó la niña nuevamente, Clarke se inclinó para tomarla en brazos y se acercó a la ventana. Lexa pasó su brazo por la cintura de Clarke, acercándola más a su cuerpo.- ¿Podemos hacer chocolate caliente? –Fox recargó su cabeza sobre el hombro de Clarke, observando la nieve caer.

Aquel acto de la naturaleza era normal, pero Fox amaba ver caer la nieve, y siempre que eso sucedía sus ojos brillaban de alegría, para ella el invierno era su estación favorita, mientras que Jessica amaba la primavera, porque era cuando las flores florecían, y Aden adoraba el verano, sobre todo si podía jugar con agua.

Clarke dejó a Fox en el suelo, la niña salió corriendo primero hacia la habitación de su hermana, con intenciones de despertarla, Nala salió detrás de ella, moviendo la cola emocionada, la rubia no pudo evitar dibujar una sonrisa en su rostro.

-Admite que te encariñaste –Clarke se giró para observar el rostro de su esposa, y como respuesta se encogió de hombros.- Era inevitable que eso sucediera, cariño –Lexa depositó un casto beso en los labios de la rubia, quien le correspondió gustosa.

-¡Jess! ¡Despierta! –Las dos habían salido de la habitación para dirigirse hacia sus hijos, observaron a Fox zarandear a su hermana para que esta despertara.

-Cariño, despacio –Lexa se acercó a ellas con una sonrisa, la niña se encogió de hombros y volvió a mover a Jessica con un poco de brusquedad, hasta que pudo ver la mirada adormilada de su hermana mayor.