Café, Vainilla y Chocolate: Aromas (AU Clexa)

Capítulo 4: En familia

CAPÍTULO CUATRO: En familia

-¿Podemos hornear galletas? –Jessica se acercó a Lexa, quien estaba sentada en el sofá de la sala, observando a sus hijos jugar. La rubia se sentó a su lado observando a su madre, una sonrisa se dibujó en el rostro de la niña.- ¿No tienes antojo de galletas? –Lexa sonrió al ver que todavía le faltaba el diente.

-Sólo si son con forma de Navidad –Respondió la castaña, ganándose un pequeño abrazo por parte de su hija, quien se dirigió a la cocina. Lexa sintió unas manos posarse sobre su hombro, que se fueron moviendo por su cuerpo hasta abrazarla, Clarke apoyó su mentón sobre el hombro de Lexa, después de depositar un beso sobre la mejilla de esta.

-Así que tienes antojo de galletas–Lexa se giró para observar la sonrisa de su esposa, quien se inclinó para depositar un casto beso en sus labios.- ¿Fue tu idea o la de ella? –Preguntó alzando una ceja, Lexa soltó una pequeña risita.

-Mami, ¿van a hacer galletas? –Fox se acercaba a Clarke con el ceño ligeramente fruncido.- ¿Puedo ayudar? –Preguntó con una sonrisa mientras juntaba sus palmas, entrelazaba sus dedos y los llevaba debajo del mentón.

-Claro que sí, cariño –Clarke se irguió, separándose de su esposa, quien observaba a su hija con una leve sonrisa.

Unos minutos más tarde, los cinco se encontraban en la cocina, Jessica y Fox sentadas en los taburetes de la isla esperando que sus madres les alcanzaran las cosas, habían decidido que serían ellos quienes harían las galletas, y cada uno elegiría la forma que quisiera. Lexa repartió un bol a cada una de sus hijas, Aden había dicho que no quería hacer galletas y prefería tomar las fotografías, mientras Clarke colocaba los ingredientes dentro, listos para que las dos los comenzaran a mezclar.

-Yo puedo sola, mami –Clarke había tenido intenciones de ayudar a Fox, pero la niña, en cuanto notó que su madre iba a meter sus manos dentro, se lo impidió. Clarke depositó un casto beso en el cabeza de su hija y se acercó a Lexa, quien estaba en medio de ambas niñas.

-¿Podemos llevarlas a la casa de la abuela? –Jessica estaba concentrada mezclando los ingredientes dentro del bol, su ceño fruncido cada vez que tenía que hacer presión para mezclar bien las cosas.

-Claro. –Clarke abrazó por la cintura a Lexa, pasando su mano bajo la ropa de la castaña, acariciando su vientre. Lexa sonrió llevando sus dedos índices hasta la harina, y cuando estuvieron blancos, los acercó a los rostros de sus hijas.

-Tienen harina –Comentó con una sonrisa mientras tocaba sus narices, haciendo que ambas dejaran lo que estaban haciendo para observarse.

-Tú también tienes –Jessica llevó su mano hasta la mejilla de Lexa, dejando marcada en ella la pequeña palma. Aden tomó una fotografía, y después comenzó a reír al ver el rostro de su madre.

-Clarke, se está riendo de mi –Protestó Lexa como si fuese una niña, Clarke negó con la cabeza divertida, se puso un poco de harina en la mano y la pasó por la frente de Aden.- Gracias cariño –Lexa acunó el rostro de Clarke entre sus manos para depositar un beso en sus labios y cuando se separó, sus hijos comenzaron a reír, la castaña había dejado harina en su rostro.

Clarke entrecerró sus ojos, observando a su esposa quien sonreía y le sacaba la lengua, pero cuando menos lo esperó, el rojo de su lengua se volvió blanco. Ahora era Clarke quien reía, y Aden observaba atento a Lexa, temiendo que lo fuesen a regañar, pero el niño recibió la harina sobre su cara por parte de sus dos hermanas. Clarke aprovechó el momento para fotografiar a los cuatro con harina en el rostro, Aden la cara completa, Lexa la lengua y, Jessica y Fox las narices.