Lo único que se veía por la ventana era la extensa autopista junto con los cientos de autos que aparecían a su lado infinitamente.
Miró su celular y frunció el ceño al ver que no tenía señal.
Dos horas habían pasado desde que vió a Jin y el simple hecho de pensar que no lo volvería a hacer lo hacía sentir miserable.
Parecía un zombie, tirado en el asiento trasero del auto con la cabeza apoyada en la ventana viendo a la nada con la cara arrugada por el sol. A su lado había varias cajas de su madre, se le ocurrió abrir la ventanilla y tirarlas al vacío, pero descartó la idea imaginando lo que diría Jin:
« Hacer eso no resolverá nada »
Soltó un pesado suspiro y volvió a mirar la pantalla del aparato en su mano. Tenía de fondo de pantalla a Jin, le sacó esa foto el día que lo acompañó a la peluquería a teñirse el cabello de rosa, NamJoon pensó que Jin se vería más afeminado con ese color, pero para su sorpresa, le quedó hermoso. Bueno, todo le quedaba hermoso a Kim Seok Jin.
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