02/08/--

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N/A: dedico esto a todos aquellos que comen sin tener hambre, besan sin sentir amor, sonríen sin estar felices, ríen aunque nada les hace gracia pero cuando lloran, lloran con todo su corazón en manos.

Felices Fiestas a todos ustedes, gracias por leerme en todo lo que va del año y créanme que cuando digo "felices" es por que deseo que ustedes la estén pasando mejor que yo quien está sentado en un sofá pidiéndole a alguien de barba que no existe que si me traerá algo está vez que no sea algo material.

Les quiero un montón y cuídense y recuerden que las cosas no siempre van como queremos pero para eso se llama "nuestra vida" y con ella podemos hacer lo que queremos.

Es miércoles.

Estaba en la parada de autobuses esperando para venir al hospital cuando una persona mucho mas bajo que yo se acerco a mi. Tenia cabello un poco mas abajo de los hombros y era oscuro y hecho un lío, tenia ojeras algo notable y sus ojos se veían sumamente cansados (me recordó un poco a mi) vestía con un jeans simple y un suéter algo grande para el pero parecía no importarle.

— Se te cayo esto —dijo la persona llamando mi atencion y estirando su mano hacia mi dandome un papel doblado en dos —

Mire el papel en sus manos por un momento y me di cuenta que era la receta de los antidepresivos.

— Gracias — dije tomándolo rápidamente en mis manos —

Solo acepto con su cabeza.

Pasamos un momento en silencio.

— Supongo que vamos a la misma clínica —

Le voltee a mirar.

— ¿Tu también? —

Volvió a aceptar con su cabeza.

— Es culpa de la depresion y el muy baja autoestima —dijo y después rio levemente —

— Parece que estamos casi iguales. Voy por depresión, ansiedad y algo que tiene que ver con mi impulsividad -

— Wow, eso es malo. Un depresivo impulsivo no suena bien —

— ¿Porque lo dices? —

Me volteo a mirar alzando su rostro un poco.

— Por que puedes desear morir y al ser tan impulsivo vas y te cruzas la calle en semaforo verde sin pensarlo una primera vez —

Me di cuenta en aquel momento que nunca había pensado lo malo que esos dos asuntos se llevaban. Nunca habia pensado el por que actuaba sin pensar, por que habían veces que me descontrolaba por completo. El por que tomaba desiciones drasticas en ciertas situaciones, por que pensaba que preocuparme por mi era algo mas egoista.

— ¿Sabes que es triste? cuando no tienes fuerza de voluntad para nada —dijo mientras metia sus manos dentro de sus bolsillos —ni para estudiar, ni para ejercicio, ni para alejarme de la comida, ni para dejar de sentirme deprimido — reclamo — es como una enfermedad —

— No creo que la falta de voluntad sea una enfermedad — dije y por primera vez en semanas me sorprendí mucho de mis palabras sinceras — Una persona no es suicida por falta de voluntad. Cuando alguien esta tan deprimido hace falta muchísima falta de voluntad para seguir vivo —

El autobus se escucho al cruzar la esquina.

— ¿Te vas en ese? — pregunto —

— Sep —

Solo escuche un suspiro de su parte.

— Te deseo lo mejor del mundo — dijo —

— Igual a ti. Cuidate — le conteste —

El autobus se detuvo delante de nosotros.

— Dile a mi papa que te trate bien —

Confundido le voltee a mirar cuando estaba a punto de subirme al autobús y me di cuenta que sonreía levemente.

Solo acepte con la cabeza y le sonrei de vuelta.

No pude evitar sentir un poco de pena al verle por última vez pues bien vi la bolsa de la farmacia llena de botes de pastillas.

Espero que despiertes pronto. Quisiera saber por qué llore en todo el camino al hospital.

✨One day✨ // 19 days  [finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora