Estaba recostado en su cama dando vueltas nervioso, desde los acontecimientos pasados no se sentía seguro estando solo pero la fiebre lo había obligado a quedarse en casa mientras sus tíos iban por víveres.
Había pensado en subir a grabar pero su estado físico se lo impedía, tosió con fuerza sintiendo un dolor desagradable en el pecho y un escozor en su garganta, intentó conciliar el sueño pero no pudo.
Soltó un gruñido molesto por aquello y se sentó, miro el suelo por algunos segundos en los que no pensaba nada en concreto, suspiró y decidió ir al cómodo sillón de su tío para ver la televisión mientras estaba recostado.
Se colocó sus zapatos y bajo lentamente deteniéndose por momentos ya que el mareo le hacía sentir que caería en cualquier momento, afortunadamente para él no había pasado.
Se recostó y prendió el aparato de televisión el ruido le hizo sentir una extraña sensación de tranquilidad, tal vez porque le hacía sentir menos solo.
Quería encontrar algo que no fuera tan aburrido, debía volver a plantearle al Tio Stan contratar el cable ya que la programación de Gravity Falls no era la mejor, aunque ya imaginaba la respuesta de su pariente.
—Es un tacaño— pero debía admitir que le agrada esa forma tan segura de su tío, resolvió dejarlo en una película muy conocida que ya había visto con anterioridad sin embargo era lo único pasable, se acomodo y se hizo bolita en las cobijas que había bajado, poco a poco el sueño le iba ganando.
Sus ojos se le cerraron y el aparato continúo transmitiendo, los comerciales comenzaron a transmitirse el alto volumen que tenían le hizo dar un brinco asustado, era muy molesto que la película apenas se escuchara pero la publicidad te destrozara los oídos.
Refunfuñó, ya casi estaba dormido, sintió que el universo conspiraba para que no descansará ni un poco, quitó esa idea de su cabeza y se volvió a acomodar dejaría el nivel del sonido en la mitad para que no sucediera de nuevo, cerró sus ojos intentando descansar, pero nuevamente la televisión le despertó.
Miró extrañado el aparato, tenía el control a un lado pero esta estaba cambiando de canal aleatoriamente y el sonido iba aumentando, esto le desconcertó ¿se habría arruinado el aparato?
Se levantó a revisarla pero no tenía nada raro, decidió que era mejor apagarla y regresar a la cama, vería si con su celular ponía música o alguna otra cosa para conciliar el sueño ya que no había funcionado el bajar.
Recogió sus cobijas con lentitud, mientras hacía esto la televisión se encendió como había pasado hace unos momentos, los canales fueron cambiados, no quería asustarse, llegó a la conclusión de que el aparato estaba descompuesto y se acercó, pero esta vez le desconectó.
Se fue con dirección a las escaleras, pero a medio camino se escuchó el ruido de aquel aparato, se pregunto si debía regresar aunque el miedo ya se había apoderado de su mente en ese momento —no pasa nada, debe ser mi imaginación— Titubeando un poco regresó a la sala, miró el aparato el cual emitía esa luz peculiar la cual indicaba su funcionamiento, hecho un rápido vistazo para verificar que estuviera desconectada, no le tomó mucho tiempo darse cuenta que lo estaba.
Con pasos apresurados subió a su habitación, no se quedaría a mirar más, no quería pensar, el crujir de las maderas parecía ahora más fuerte, la cabaña entera parecía crepitar con fuerza, como si una mano estuviera estrujando toda la estructura queriendo romperla.
Sin saber bien qué hacer cerró de un portazo su habitación, su cabeza le daba vueltas, las ganas de devolver el estomago se intensificaron, se puso de rodillas en el piso y sintió que todo daba vueltas, se sujetó la cabeza intentando calmarse, su resfriado no le ayudaba y no sabía si era alucinación de su mente porque su cuerpo estaba débil o realmente estaba pasando.
Gateo a su cama intentando que el malestar pasara, se dijo a si mismo que era solo por la fiebre que seguro estaba teniendo una alucinación sin embargo las cosas comenzaron a caerse de las repisas, las camas se recorrían hacia al frente, su cuerpo se estrelló contra el piso — ¡ya basta! — grito con fuerza lastimándose aun más la garganta.
Abruptamente todo se detuvo ¿coincidencia?, él no lo sabía pero la realidad es que no lo era, se levantó despacio para no marearse, miro el desorden a su alrededor —tal vez solo fue un sismo— no lo había considerado pero dado la región donde se encontraban no era algo tan descabellado.
Tembloroso se acercó a la puerta solo para corroborar que toda la casa hubiese sido afectada, cuando salió al pasillo las cosas estaban regadas por él, cuadros caídos, floreros rotos, así como los muebles fuera de lugar, entonces una leve calma nació en su pecho.
El sonido de su celular le hizo regresar a la habitación, contestó sin ver quién era, cosa de la cual se arrepentiría segundos después, al escuchar la voz del otro lado de la línea mientras sostenía su teléfono, sus ojos se dirigieron a la puerta que dejó abierta, su expresión fue cambiando al verlo ahí frente a él, sus labios temblaron, las palabras se atoraron en su |
Aquella sonrisa del contrario le congelaba completamente, el sentimiento de ser acorralado era tan palpable como la cama que tenía a su lado.
Quiso pensar en un plan pero ninguno resultaba bien —Es hora— sabía que tenía razón pero realmente no quería aceptarlo, miró la ventana, dio unos pasos adelante todo indicaba que se rendiría, sin embargo se dio impulso y aquel chico arremetió con todas sus fuerzas contra el tragaluz, rodó por el techado cayendo con estrépito hacia el suelo.
Si había una oportunidad correría y con su último aliento buscaría ayuda, sus pies estaban siendo lastimados por las rocas del camino, pero en ningún momento había volteado, él solo quería alejarse de aquel lugar, sus piernas comenzaron a doler pero aun así continuo —Dipper— escuchó la voz de su Tío quien bajo del auto, en cuanto pudo lo abrazo con fuerza —Tío Ford, tío Stan— ambos adultos se preguntaron qué pasaba, sobre todo al ver el deplorable estado del más joven.
Asumieron que fue por el temblor, el cual había recorrido de una manera antinatural la ciudad, lo subieron al auto y le dejaron descansar, sin embargo uno de los adultos estaba sospechando que algo no iba del todo bien, las extrañas marcas, aquel paquete nada agradable y las heridas que tenía ahora su sobrino.
Cuando llegaron a casa todo estaba en un completo caos había muchos muebles rotos en pedazos, su gemelo presto poca atención asumiendo que los daños eran causados por el desastre natural, pero no era del todo cierto por la forma en que estaba maltratados, con cuidado llevo a Dipper a aquella habitación que compartía con su hermana, este no dejaba de temblar y mirar a todos lados.
—Bien Dipper ¿Qué está pasando?— sintió que era momento de saber que mortificaba tanto al muchacho, este le miro y dijo que nada, pero esa no era una respuesta que aceptaría.
—no me mientas, se que algo está muy mal — el silencio se hizo presente entre los dos.
—No vas a creerme— comenzó a llorar desconsoladamente mientras abrazaba sus piernas, escena que hizo al mayor sentirse realmente mal.
—eso no lo sabes
—es que apenas yo lo creo
—Vamos solo cuéntame— inseguro el adolescente le miro por un breve momento, aquella mirada desolada y extraña le dio escalofrió.
—Promete que si te cuento no me tomarás como un loco— y con eso ultimo la plática comenzó.
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Crónica hacia la locura
Mystery / ThrillerTe has preguntado alguna ¿Qué tanto conoces a la gente a tu alrededor?, si aquella personas con las que convives son lo que realmente aparentan, estamos acostumbrados a nuestra vida tranquila y cotidiana que cuando nos enfrentamos a la realidad...