Crónica hacia la locura

Bitácora 6: Reconocimiento

No le agradaba la idea de volver pero había sido arrastrado por el mayor para revisar el lugar, el bosque tenía un aspecto funesto, la luz del día no atravesaba las copas frondosas de los árboles y el paisaje no parecía sano, inclusive podría ser la percepción que tenia ahora de aquel lugar pero le parecía tan morboso todo.

Sin embargo no era el único en notar que algo no estaba del todo bien, parecía ser que algo antinatural sucedía, el sonido de los animales salvajes estaba quedando atrás y un silencio extraño los rodeo y como si de un monstruo se tratase se encontraba la entrada a esa cueva que lo inicio todo.

Parecía un tanto diferente, no había animales cerca como si prefirieran estar lejos para resguardar sus vidas, la vegetación a su alrededor era a un más espesa de lo que aquel chico podía recordar.

Su tío se acercó y movió aquellas plantas analizando lentamente cada una de ellas, quería saber si alguna podría causar síntomas como los que presentaba su sobrino o su amigo, tal vez algo que les haya afectado y que causara las alucinaciones si es que lo eran.

Sin embargo no encontró nada aquella vegetación era común y no había nada extravagante en ella, por un momento miro a su sobrino quien no para de temblar aunque le costaba creer lo que este le había confesado no podía dudar de su palabra, nunca le había visto tan mal y sabía que no era como su hermano o Mabel quienes llevarían una broma tan lejos.

Con Cuidado se adentro en la caverna esperando a su sobrino este se pegó a él, parecía genuinamente asustado, le tomo de la mano como cuando era un niño pequeño y comenzó a adentrarse.

Un olor nauseabundo se presentó y cada vez más se intensificaba, al llegar a la primera cámara ancha notaron algo diferente, en el medio había un cuerpo — ¿Qué es eso?— aunque pareciera obvio era un tanto choqueante imaginar que verdaderamente fuera un cadáver, cuando estuvieron más cerca pudieron constatar que lo era.

—Tío Ford mejor regresemos— su voz sonaba quebrada indicando que el llanto no tardaría en hacerse presente, pero el mayor no hizo caso se acuclilló y miro con detenimiento aquel cuerpo, la sangre estaba ya coagulada, la ropa estaba completamente llena de esas manchas color marrón oscuro, le rodeó y miro su rostro, sus ojos no estaban así como parte de sus labios, la mueca que tenia no era agradable posiblemente arrancaron esas partes mientras aún estaba vivo, había sido completamente desfigurado, así que sería prácticamente imposible saber quién era, no al menos hasta que la policía hiciera sus investigaciones.

Su sobrino tenía razón dadas las circunstancias era mejor irse, fuera un animal o una persona muy dañada en ese espacio estaban en peligro, tomó su mano y comenzó a avanzar por aquel túnel sim embargo un grito se hizo presente, Dipper se agarro fuertemente de su tío ambos siguieron caminando, Ford no lo demostró pero comenzó a asustarse su corazón latía con fuerza, intentó calmarse pero era inútil, de nuevo ese grito se oyó, apresuro el paso pero algo extraño apareció una neblina que llenando el ambiente, por otro lado aquel joven entendió que habían sido atrapados, cuando tras varios pasos no podían salir, se detuvo y miro con resignación a su tío, este se sorprendió por la acción.

—Es inútil

—No digas eso — quiso darle esperanza sin embargo ni él estaba seguro de que pasaría, la neblina se dispersó mientras ellos se estaban hablando, cuando miraron a su alrededor estaban de nuevo en el punto de partida ahí donde estaba ese cuerpo ensangrentado.

—Es imposible...— murmuró el camino estaba en línea recta como es que había podido pasar.

—Simple —se escuchó una voz a lo lejos y el eco de unos pasos acercarse — yo no deseo que salgan y como este lugar me pertenece o podrías decir que es parte de mi nacimiento en este plano terrenal pues yo digo lo que se hace —

Ambos visitantes retrocedieron casi por instinto, ahí se encontraba, aquel chico Bill, detrás de él aquellas criaturas descritas por su sobrino, arrastrándose y retorciéndose de una manera inhumana, ahogo un grito de terror, debía guardar la calma y ver como saldrían de ahí.

—De nada servirá — aquella sonrisa retorcida se hizo más grande.

—Bill — su voz sonó temblorosa por el miedo —Por lo menos déjalo ir a él

— ¿Por qué debería?, él decidió venir contigo e invadir mi territorio— Dipper sujetó con fuerza sus manos, miro a su tío y modelo a seguir

—Yo haré lo que querías

— ¿lo harás? Entonces bien

***

—Tío Stand ¿Dónde están Dipper y el tío Ford?—

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bueno agradezco a la gente que esta leyendo de verdad esto pronto terminará, un saludito yu bonitas fiestas