Había pasado una semana ahora se encontraban en el hospital, Mabel estaba junto a la ventana sin hacer ruido, esa era una actitud extraña dada su personalidad pero ella estaba preocupada, regresó a sentarse junto a su tío quien se encontraba acostado inconsciente en aquella cama, Stan se había ido apenas hace unos minutos para darse una ducha y comer algo ya que había pasado toda la noche en la habitación del hospital.—Debes despertar y decirnos donde está — no es que no le inquietará el estado del adulto pero por lo menos el ya estaba a salvo en aquella habitación, pero su hermano no aparecía, cuando la búsqueda empezó único que habían logrado encontrar fue a Ford, agarro con fuerza su falda e intentó no llorar.
— ¿Qué está pasando?— era la pregunta que se estaba haciendo y se reprochó constantemente no haber intervenido antes, su hermano estaba extraño y se dio cuenta obviamente del distanciamiento que sufría con Bill, sin embargo ella decidió no intervenir, ahora se arrepentía.
El ruido de las máquinas de hospital le crispaban los nervios pero poco podía hacer, solo quería que su pariente despertara y que su hermano apareciera, los días eran difíciles parecían tan largos e interminables.Se recargó e intento dar sentido a toda la situación, después de que aquel día sus parientes no llegarán hablaron a al comisario, al principio les dijeron que tenían que pasar cierta cantidad de horas para poder hacer algo, ella y Stan no lo aceptaron salieron a revisar a los lugares cercanos donde esos dos solían ir pero nada, ya era muy tarde y se vieron obligados a regresar.
Ninguno de los dos pudo dormir estaban muy inquietos era muy inusual la situación esos dos nunca desaparecían tanto tiempo sin llamar o avisar, pero no querían pensar nada grave, cuando la policía al fin accedió a ayudarlos en el bosque en un punto muy retirado encontraron al mayor herido y con unas extrañas marcas muy parecidas a las que su hermano lo cual consterno a Stan.
Y ahora pues no sabía qué hacer, cuando fue su momento de regresar a casa solo podía pensar en una cosa, en medio de la bifurcación que separaba su casa de la de Bill, ella tomo una decisión y sin vacilación camino hacia aquel lugar.
Lamentablemente no había nadie ahí, ni rastro de que alguna vez una familia habitara la propiedad pero aquella chica no lo sabía ni lo sabría hasta que llegara ahí sin embargo lo que encontraría no sería nada bueno.
***
Entre abrió los ojos un poco mareado, su cuerpo estaba pegajoso recubierto por una mucosidad viscosa y espesa cuyo olor no era para nada agradable, esto le generó náuseas, después de unas horas comenzaba a acostumbrarse aunque no se sentía menos asqueado.
Su cuerpo se encontraba adolorido como si hubiera recibido una cantidad exagerada de golpes, respirar se hacía dificultoso y conforme su conciencia se hacía más lúcida el miedo comenzó a invadirle, quiso llamar alguien que le auxiliara pero tan fugaz como ese pensamiento apareció lo desechó, estaba solo a merced de quien llamó su amigo alguna vez y que ahora parecía querer cortar cada extremidad de su cuerpo solo por diversión.Era difícil comprender que estaba pasando y no sabía porque específicamente él tenía que estar en ese lugar o porque parecía envuelto en una especie de capullo de pura carne, el cual despedía ese olor desagradable y lo bañaba en aquel líquido, se preguntó si sería dado a comer a aquellas criaturas desagradables que como cucarachas se arrastraban a su alrededor, una forma tal vez de mantenerlo vigilado o que no intentara escapar.
Los días pasaron con lentitud o al menos eso le parecía, no podía saberlo con certeza ya que no había como contar el tiempo ahí en la oscuridad, su rostro estaba cada vez más demacrado y el hambre comenzaba a hacer estragos en su joven cuerpo, por un momento pensó que sería abandonado para morir de hambre sin embargo una silueta femenina se acercó lentamente, no podía distinguir quién era pero realmente dejo de importarle en cuanto sintió la frescura del agua entrando en su boca.
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Crónica hacia la locura
Mistero / ThrillerTe has preguntado alguna ¿Qué tanto conoces a la gente a tu alrededor?, si aquella personas con las que convives son lo que realmente aparentan, estamos acostumbrados a nuestra vida tranquila y cotidiana que cuando nos enfrentamos a la realidad...