Capítulo 4: Decisiones

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Candace vio a Kailani preocupada, Piony le tomo la mano en forma de apoyo.

-Ábrela, léela.- Monic la animaba pero las manos le temblaban, entonces decidió hacerlo, abrió el sobre y sacó el papel doblado cuidadosamente.

"Querida, amada y narizona Kailani:
Espero que estés muy enferma y a punto de morir, pero bueno, no te escribí para darte mis mejores deseos, de hecho lo hice para que sepas que los tengo en la mira, a todos, primero acabaré con tus Guardianes uno a uno, destruiré tu precioso Edificio Halcón para que no te puedas esconder, dejaré que su esperanza siga y luego públicamente mataré a lo único que creías que podía salvarlos: La Creadora. Sé dónde se esconde, la tendré en mis manos muy pronto, te lo prometo.
Por cierto, saludos a mi hermanita, sé que le enseñarás esto así que, Te amo Candace, besos a todos.
Con amor, Vaitiare"

Candace arrugó el papel, sintió un hueco en el estómago al leer cada palabra.

-Esa perra bastarda, ¿cómo rayos consiguió encontrarla? ¡Ni siquiera nosotros sabemos dónde está!

-No tenemos idea, solo sabemos que de alguna forma ella lo consiguió

-Tú la escondiste Kailani, no dejaste ni una pista, hasta borraste tu memoria para proteger a la Creadora, ¡es imposible que sepa su paradero!

-Pues lo sabe, y tenemos que encontrarla antes, estúpida.- Dijo Marcus con desprecio, Candace sentía como la rabia le recorría por el cuerpo, se levantó del asiento y estaba dispuesta a irse en sima de Marcus.

-Mira pedazo de mier...

-¡Basta!, ambos, concéntrense en la situación y dejen sus indiferencias por un momento.- Candace se sentó de mala gana y cruzó los brazos pensando que la situación no podía ponerse peor.- La Creadora está por ahí en algún lugar del mundo, ella no sabe lo que es, piensa que es un ser humano común y corriente, no sabe usar su poder así que cualquiera puede asesinarla en cualquier momento, necesitamos a alguien que la cuide y le enseñe todo lo necesario.

-Tu irás, ¿verdad?

-No Candace, irás tú.

-¿Yo? ¿Acaso estás loca?

-De hecho, lo hemof defidido todof cariño

-Candy, tu eres la única que puede hacer este trabajo, yo soy buena disparando y matando y hay veces destripando, pero no sé nada sobre cuidar la espalda de alguien que no sea yo, tu cuidabas a tu hermana, peleaban juntas, eres perfecta para esto

-Matábamos inocentes, Vaitiare no necesitaba que la protegiera, ella era experta en eso, pero yo no puedo ser niñera de alguien que ni siquiera se en dónde está.

-Y si la llegarás a encontrar, de seguro la matarás.

-Jódete Marcus, al menos a mí me toman en cuenta para cosas importantes y no solo me tienen de mandadera.

-Candace, debes pensarlo, esto es muy importante para todos.- Candace bajó la mirada, se veía las botas, no sabía que decir, no sabía si tomar la tarea que le estaban pidiendo o simplemente negarse para que encontraran a alguien mejor que ella.- Vamos, tenemos que salir a un lugar muy importante, disculpen amigos, volvemos en un momento.- Kailani le tocó el hombro a Candace para que subiera la mirada y entendiera que le decía a ella.- Vamos.

Habían salido de la isla y ahora estaban una ciudad fantasma, los edificios estaban caídos, las casas estaban deterioradas y abandonadas, las calles estaban sucias y llenas de carros descompuestos, los cables de electricidad yacían en el suelo, el viento movía cercas y puertas, el único sonido que se escuchaba era el de las botas de Candace y los zapatos de Kailani.

-¿Qué es esto?

-Se llamaba Paris, era un verdadero espectáculo en las noches, había tantos lugares por conocer, era histórico este lugar.

-¿Y qué pasó?

-Los humanos crearon un acelerador y colisionador de partículas gigante, abarcaba demasiado y estaba bajo la tierra, Vaitiare atacó hace años mientras tú estabas recuperándote en la caja después del rayo que había atravesado todo tu cuerpo, ella descontroló el acelerador y se empezó a hacer un agujero negro que se tragaba todo, desapareció Suiza y la mitad de Francia en minutos, lo detuvimos pero esté lugar ya no era apropiado para nadie, gracias a eso pasó la guerra nuclear, nosotros tratamos de intervenir pero era imposible, nos empezaron a cazar, fuimos sus enemigos por años y decidimos alejarnos, la Tierra sufrió un gran cambio, los sobrevivientes nos buscaron y nos pidieron ayuda para reiniciar el planeta, la única ayuda que teníamos era La Creadora, pero no podíamos exponerla, así que hicimos lo que pudimos, Oceanía desapareció, África se hizo un desierto, Asia estaba demasiado contaminado al igual que parte de Europa, salvamos América que se convirtió en Climate y salvamos parte de Europa y toda Rusia que se convirtieron en East Cities, te mantuvimos en serrada y alejada de todo, lo siento.- Llegaron al límite del lugar, había un enorme hoyo de gran magnitud, veían el principio pero no el final, abarcaba demasiado espacio.

-¿Qué hacemos aquí?

-Vaitiare hizo esto con solo apretar un botón, nosotros estábamos completos y ni así pudimos evitar toda esta catástrofe, imagina que hará si cumple su promesa, debes proteger a la Creadora.

-No soy protectora, soy hija del peor demonio que ha existido y hermana de una maldita loca asesina, tú me ayudaste, fuiste paciente, me enseñaste lo que estaba bien y lo que no, yo no estoy segura de tener todas esas cualidades.

-Las tienes, créeme, solo inténtalo, ¿sí?- Candace se sentía más insegura que nunca, tenía miedo, había estado en serrada en el Edificio Halcón y no conocía el mundo por completo, nunca había estado con gente común, ella era una Nephilim, no una maestra.

-Está bien, vayamos a encontrar a esa creadora.

Las Crónicas de Vaitiare: Guardiana MecánicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora