Baby don't cry | Yoonmin/Jimsu

•Capítulo 3•

Jimin tras ver la hermosa sonrisa de Yoongi le agarró de la mano y se la besó cálidamente.

ㅡAhora solo tienes qué abrir los ojos ㅡsusurró Jimin mientras apretaba sus sus labios sobre las heridas sanadas de las manos de Yoongi.

Pero aún así, no los abría.

Jimin decidió ir a la casa de Yoongi para averiguar algo más sobre él, quería averiguar la razón de aquella agresión y, sobre todo, por qué le chilló que no lo tocara la noche pasada.

Subió hasta el quinto piso y, con la llave que le robó a Yoongi, entró en la casa.

Visualizó la zona, contempló los muebles y lo oscura que estaba la estancia, esos viejos muebles sobraban en el amplio salón. Tras estar analizando cada detalle de aquella casa, decidió ir a su habitación; ya que no encontraba nada en el salón. Antes de llegar a la habitación, pasó de largo por el baño, el cual estaba destrozado y lleno de manchas de sangre seca. Jimin observó la escena aterrado y decidió ir a la habitación. Las náuseas se estaban apoderando se su cuerpo con tan solo imaginar lo que pudo pasar.

La habitación estaba hecha un asco, estaba completamente desordenada, los armarios estaban entreabiertos por la acumulación de ropa y el suelo estaba lleno de bolsas y de ropa. "Normal" fue lo qué pensó Jimin. "Si su vida está desordenada, su habitación también".

La habitación de Yoongi decía mucho de él, totalmente. Sobre la mesita de noche había una carpeta roja, Jimin evadiendo los derechos de su privacidad, la abrió.

Un montón de cartas estaban ahí, cartas muy coloridas y bien detalladas. Procedió a abrir la primera.

"Querido Yoongi, ¿me echas de menos? Para qué pregunto si ya sé la respuesta. ¿Has estado tomando las pastillas que te he estado mandando? Te las tienes que tomar sí o sí, eso te curará, eliminará tus antiguos pensamientos, ya sabes cuales te digo, los de tu familia y amigos. Quiero qué a la larga solo me recuerdes a mí. Por cierto, ¿has obedecido mis ordenes? Sabes que si no lo haces tendrás tu castigo y no el de la bañera, tengo nuevos castigos que aplicarte si te portas mal. Han pasado muchos meses desde que te vi, ¿sabes qué contaré todas las rayas que te he pedido que te hagas en los brazos, verdad? Si falta una, te tendré que castigar. Te amo mucho, no sabes cuánto te echo de menos, echo de menos tu voz. Espero que no estés hablando con nadie ni saliendo por ahí, tengo a gente que te vigila y, si haces algo que no me gusta, te castigarán. ¿No hace falta repetirte que eres mío, no? Yoongi, ya sabes que solo yo te quiero, nadie más te quiere. Bueno, espero que me hagas caso y sigas mis reglas, un beso.

ㅡTu dueño."

Un inmenso escalofrío recorrió todo el cuerpo de Jimin, no podía creer lo que estaba leyendo. Abrió y abrió las otras cartas casi arrepintiéndose de haber empezado.

"Hoy te toca cortarte el pelo."

Leyó en una carta.

"¿Ya has quemado las últimas fotos de tu álbum familiar?"

En otra.

"No toques los juguetes de tu dueño."

En otra.

"Hoy te toca ayunar, pero como hoy estoy cabreado, lo harás dos días seguidos."

En otra.

"No te enviaré dinero hasta aquí de un mes, si tienes hambre... muerde un mueble."

En otra.