Mis comienzos como profesor.

13)La reunión de los mortífagos

Los siguientes días, semanas y meses no me parece digno de contar, así que sólo haré mención a algunos detalles.

Un día Dumbledore se fue de viaje y tres alumnos aprovecharon para escaparse, pero aparecieron dos días más tarde en el bosque prohibido.

Luego sucedió un accidente con un fantasma, algún que otro desastre con las pociones en los alumnos de séptimo año y poco más...

Si os contaré más detalladamente lo que sucedió un día de ese verano.

Verano... cuando los alumnos están en sus casas, Hogwarts está cerrado y los profesores descansamos de tanta ineptitud durante un par de merecidos meses.

Ese verano fue especial, muy especial...

Fui a mi casa, a la casa de la familia de mi madre, no a la casa muggle dónde crecí, allí me estaban esperando.

-Severus, me han dicho que nos has traicionado, y eso, se paga con la muerte, -dijo una voz en la penumbra.-yo soy tu verdugo.- vi salir de entre las sombras a Igor Karkarov.

-¿Qué estás diciendo, viejo amigo?-dije con una sonrisa falsa.- he entrado en Hogwarts y me he ganado la confianza de Dumbledore, ¿no ves que es una gran oportunidad?-continué sonriendo, Albus ya me había prevenido que sucedería algo parecido, yo trabajaría de infiltrado para ellos.

Igor sonrió a su vez, nos abrazamos como viejos camaradas.

-Creí que estabas en azkaban, pero, ¡ni los muros de la cárcel pueden pararte! , ¿eh?- fingí, me interesaba saber cómo había escapado.

-Claro que estuve allí, pero delaté al joven Barty Crouch, una pena- dijo riendo.

Igor Karkarov era un mortífago búlgaro, que al unirse a Voldemort, no tuvo ningún  inconveniente en ser cruel, malvado y un asesino en potencia.

Conseguí recuperar su confianza, Karkarov me contó sus planes para impartir clases en la escuela de magia Durmstrang, también me contó dónde se celebraría la próxima reunión de... mortífagos no cazados, sería en casa de los Malfoy.

Me presenté allí, fue una reunión muy formal, no eramos muchos, la mayoría (por suerte) estaban en azkaban o simplemente tenían demasiado miedo para venir.

La reunión se estaba acalorando cuando...

-¡Papá, hay un hombre feo en mi cuarto!- chilló un crío de unos dos años, era igual de rubio que Lucius,al darse cuenta de que no estaba solo se escondió en la esquina de la puerta .

Entonces entro alguien a quien no esperábamos, Peter Pettigrew .