Todos tenemos nuestros secretos, algunos más profundos y otros menos. Pero... si alguien lo descubre deja de ser secreto... ¿Verdad?
No es posible ocultar todos los secretos, con el tiempo; tarde o temprano cometemos un error que nos hace ser descu...
Luego de 15, sí 15, interrupciones de mi sueño por parte del "Isangutan" (su nuevo apodo) accedí a que duerma en mi hermosa y preciada camita.
Obviamente nos separaba un muro de almohadas, y cada uno estaba bien pegado a la punta de la cama. Cabe aclarar que mi cama es matrimonial, ¿Qué se piensan? ¿Qué iba a dejar que ese pedazo de cara de camello sediento durmiera a mi lado? No señores, están muy equivocados.
Despierto por la cegadora luz entrando a mi ventana, linda mañana, vacaciones de invierno, Isaac me abraza por la cintura.... ESPEREN ¿¡QUE ISAAC QUÉ?!
Le pego una patada en el abdomen, provocando una segunda caída desde nuestro encuentro, seguida de una mueca de dolor.
-TE DIJE QUE SI TE ACERCABAS....
Mi voz fue interrumpida
-¡Aria! ¿Con quién hablas? ¡Necesito que hagas las compras!
Mi rostro empalideció, mis ojos se abrieron como platos, por poco se salen de sus orbitas. Sin pensarlo tomé a Isaac por el cuello de su camiseta y lo empuje por mi ventana.
El cuerpo de Isaac hizo un estruendoso sonido al caer en los arbustos que amortiguaron su caída, por un momento pensé que estaba muerto, pero todo pensamiento se esfumó al ver que se levantó, fulminándome con la mirada, pero luego dedicándome una sonrisa extraña y echándose a andar hacia quien sabe dónde.
¡Oigan! No crean que soy una asesina, mi ventana no tiene mucha altura.
. . .
-¿Con quién hablabas cariño? - cuestionó mi madre mientras preparaba SU desayuno, no NUESTRO, SU desayuno. ¿Qué clase de madre hace eso?
-Con un fantasma – respondí sarcástica.
- ¿Tu también lo viste? – se dio vuelta mi madre, mirándome con curiosidad.
- ¿De qué hablas? – interrogué a mi madre.
- Pues esta mañana cuando me levanté escuché unos pasos en la cocina, y cuando fui a investigar ya no había nadie.
Estúpido Isangutan.
Oh no, OH NO, mi laptop estaba en mi cuarto, ¡Y el blog estaba abierto!
Subí las escaleras a la velocidad de la luz, dejando a mi madre atónita.
Abrí mi laptop encontrando la aplicación de "Notas" abierta, con un mensaje en ella:
"Con que este era el secreto que ocultabas Aria...O mejor dicho Harria101"
