Mi mente a esta hora es una mierda. Sólo puedo pedir que por favor deje de doler.
Que ya no piense más en el futuro temeroso.
Y en mi ya, acabada existencia.
Todo lo que alguna vez odie, se repite en mi cabeza, que suplica por un poco de silencio.
Mi subconciente pide al tren de los sueños me lleve a los brazos de Morfeo.
Oh dios, por favor deja entrar la felicidad a mi mente y a mi alma.