Mi Obsesión Eres Tú... (Kirishima x Yokozawa)

CAPITULO 7 Marca personal.

---Shark---

Por fin...

Después de tanto tiempo, tengo a este cuerpo en mis manos.

Lo que siempre me perteneció.

Lo que siempre será mío.

Kamijou Hiroki...

Cargue a este hermoso chico hasta mi auto sin que nadie se diera cuenta.

Que estúpidos.

Solo se la pasan festejando.

Sí que son tan idiotas.

Mi chofer me llevo hasta el departamento que había rentado para esta ocasión especial.

Hiroki gemía y tenía las mejillas sonrojadas.

-Mi amor, te haré mío. –lo besé.
-N-No. –jadeo- A-Ayuda.

Bese su cuello y comencé a morderlo mientras metía mi mano por debajo de su camisa.

Se ve tan sexy así vestido, y su antifaz pero...

Le quite el antifaz para disfrutar mejor de su rostro.

Tan sexy y caliente.

Mierda quiero tomarlo sin piedad.

Al llegar al edificio lleve a Hiroki hasta el departamento y al entrar lo recosté en la cama.

Con mis grandes habilidades le quite la ropa dejándolo desnudo y a mi merced.

Su piel está caliente, su miembro muy erecto.

Ese afrodisiaco es muy potente.

Me quite mi ropa, ya estaba duro, quisiera penetrarlo salvajemente pero debo ser delicado, es nuestra primera vez juntos.

Debo transmitirle mi amor,

Me deje el antifaz y la peluca.

Empecé a besar ese hermoso cuerpo, dejándole algunas mordidas por todos lados.

Es mío y debo marcarlo.

Sus fuerzas se habían esfumados, solo tendría fuerzas para follar, no... para hacer el amor.

Deje besos por todo su torso hasta bajar a su miembro, lo empecé a lamer mientras jugaba con su pequeña entrada.

Metí dos dedos de golpe moviéndolos lentamente, saboree cada parte de él, haciendo que mi miembro creciera más y más.

-Hiroki eres tan perfecto.
-Ahhhh n-no.
-¿Quieres que me detenga?
-N-Nowaki. –sollozo.

Me aparte de él y lo tome del cabello jalándolo hacía mí.

-ERES MÍO, NO TIENES PERMITIDO MENCIONAR EL NOMBRE DE ESE TIPO.
-...
-¿ENTENDISTE?
-S-Sí.
-Ahora vas a disfrutar esto tanto como yo.

Me coloque entre sus piernas y entre de golpe.

-Ahhhh d-duele. –jadeo.

Pude notar como mi castaño se corrió cuando lo embestí de golpe.

-Vaya, -reí- te corriste con solo una embestida, me gustaría ver como lo haces cuando yo llegue al clímax.
-N-No, -sollozo- por f-favor.
-Quería hacerlo lentamente pero solo provocas que te tome a la fuerza.
-N-No más. –sollozo.
-Eres mío Hiroki, mío y solo mío.

Lo tome de su cadera y comencé a moverme.

-Eres tan estrecho, me encanta tu interior.
-Y-Yo no...

No puedo contenerme, su interior es tan bueno.

-Aggg d-duele.
-Hiroki, Hiroki, tu cuerpo es tan bueno, déjame disfrutarlo más.

Tome una de sus piernas y la coloque en mi hombro.

Siento como puedo llegar más lejos.

Realmente él es tan bueno.

Mío y solo mío.

Kusama no es nada comparado conmigo.

-¿Cómo te sientes amor?
-P-Para.
-Pero si lo estás disfrutando, -sonreí- mira, estás goteando.

Tome su miembro y comencé a masturbarlo.

Relamí mis labios de verlo debajo de mí jadeando y gimiendo.

Por fin es mío.

De un movimiento coloque a mi castaño en cuatro y entraba y salía por completo, haciendo que se estremeciera más.

Como me encanta.

Sus gemidos llenan por completo la habitación.

Lamí su espalda y la mordía.

No me importa nada, solo quiero que tenga mis marcas y sepa a quien le pertenece.

-Te amo Hiroki.
-...
-Siempre serás mío.

Luego de unas embestidas más se corrió y yo al sentir la contracción de su interior me corrí dentro. Maldición, su cuerpo es tan lujurioso, que no puedo parar.

-Apenas estamos empezando, -susurre en su oído- será una larga noche.

---Akuma---

Él me miro con miedo, aunque su respiración era entrecortada, quería levantarse pero la droga es más fuerte que nada.

Me acerque a él y lo cargue.

-¿Me echaste de menos?
-A-Akuma. –susurro.
-Veo que me recuerdas, -sonreí- ahora vamos a divertirnos.

Comenzó a patalear y pegarme pero su fuerza era tan mínima.

Afortunadamente antes de venir trace varias rutas de escape, y tengo una muy fácil y sencilla.

Nadie me verá.

Camine por las salas que había previsto siendo cuidado por mis guardias, por las personas que darían su vida por mí.

Mi clan...

Yokozawa estaba llorando y temblando en mis brazos.

-Tranquilo mi amor, te daré el mejor de los placeres.

Coloque sus brazos alrededor de mi cuello, su aroma me embriagaba por completo.

Como quiero entrar ya de una vez en él.

Quiero follarlo como ese día.

Lo amo tanto.

Llegamos a los autos y lo subí, me senté a su lado y tome su celular.

Empecé mandar mensajes para que no se preocuparan por él.

Pedí que me llevarán al mismo hotel.

Quiero recordar viejos tiempos.

Cuando tome ese cuerpo virgen.

Tan delicioso.

Al llegar al hotel fui directamente a la suite de lujo puesto que ya la había encargado desde hace unos días.

Al llegar coloque a mi Yokozawa en el sofá y serví un poco de agua.

Quise darle pero solo aventó mi mano.

-I-Infeliz. –jadeo.

Tome del vaso y luego lo bese pasándole el agua.

-D-Déjame.
-Quiero probar cosas nuevas contigo.

Lo cargue y lo lleve hasta la cama, me quite la ropa y a él también se la quite.

Me senté en la cama y lo coloque de rodillas frente a mí.

-Lámelo. –ordene.

Él se sonrojo y desvió su mirada.

-Hazlo.
-N-No, d-déjame ir por favor.
-La última vez lo hizo yo, quiero que sea algo recíproco.
-N-No quiero.
-Supongo que lo harás a la fuerza.

Él intento apartarse pero lo sujete del brazo.

Tome su cabeza y delinee sus labios con mi dedo.

-Si me muerdes la pagarás muy caro, o tal vez ese idiota de Masamune.

Él me miro sorprendido y sus lágrimas comenzaron a caer.

-Lámelo.

Él tomo mi miembro ya erecto entre sus manos y comenzó a lamerlo lentamente.

Verlo así de esa forma, realmente me excita demasiado.

Él se ve tan concentrado en lo que hace.

Lentamente lamí mis dedos hasta humedecerlos.

Me estire un poco y metí uno de mis dedos en su entrada.

-Ahhh, -gimió- n-no...
-Vamos Yokozawa mueve esa boquita, que no se detenga.
-Te odio.
-Aprenderás a amarme con el tiempo.
-E-Estás lo...

No lo deje terminar y metí mi miembro en su boca.

Embestí su boca lentamente pues no quería ahogarlo, metí otro de mis dedos y los moví en forma de tijeras.

Sus gemidos quedaron ahogados.

Esto es placer absoluto.

De nuevo un dedo más en su interior, simulando embestidas, hasta que lo separe de mí y con sutileza lo levante.

-Tan sexy, -limpie la comisura de sus labios- solo mío.

Lo bese apasionadamente.

Él se volvió más sumiso, ese afrodisiaco es muy bueno, mi favorito.

Me recosté en la cama y lo mire.

-Móntame.

Él desvió su mirada.

-¡¡HAZLO!!

Él mordió su labio y se subió encima de mí. Tomo mi miembro y como pudo metió la punta en su interior.

-N-No puedo. –gimió.
-Te ayudaré.

Tome su cintura con ambas manos y entre en él de golpe.

-Ahhhhggg, ummgg. –gimió.

Sus lágrimas rodaban por sus mejillas y las lamí.

-Takafumi, bésame.

Él hizo lo que le dije, mordí su labio hasta hacerlo sangrar y lamí esa sangre.

Bese su cuello mientras él movía sus caderas de arriba hacia abajo.

Jugué un poco con sus pezones, lamiéndolos, mordiéndolos y pellizcándolos, haciendo que tuviera espasmos de placer.

-A-Akuma n-no a-ahí.

Sonreí con malicia mientras mordía su cuello.

-¿Aquí?
-Ahhhh. –gimió.
-Veo que es donde más te guste que rose, te voy a penetrar tan profundo que pedirás por más.
-A-Akuma por favor yo...
-Te amo, por favor ámame a mí, mírame a mí, y solo piensa en mí.

Devoré sus labios con pasión y lujuria, mientras aceleraba el ritmo de mis embestidas, seguí masturbando su miembro hasta que se corrió en mis manos.

Empecé a lamerlas y él se sonrojo.

Seguí penetrándolo fuertemente.

-Me encanta tu interior, eres tan estrecho, realmente no se compara con nada.

Él coloco su cabeza en mi hombro y di unas embestidas más hasta correrme en su interior.

-Jamás dejarás de ser mío.

Aunque serás tú el que venga a mí.

Será por tu propia decisión.

---Tsumori---

Estoy que me lleva la chingada.

Tener que llevarme a este idiota.

Prefiero pegarle un maldito tiro.

Pero no, aun no lo quieren muerto.

-AGGG, MALDITO AFORTUNADO.
-¿Por qué no lo matamos señor?
-Porque Shark lo quiere vivo.
-...
-Sí por mí fuera estaría durmiendo con los tiburones.
-Oh.
-Y lo malo que yo no podré disfrutar de la perra de Hiroki.

Nowaki aún seguía inconsciente.

Tengo ganas de matarlo pero tienen otros planes para él.

Espero que sufra mucho, que su muerte sea lenta y dolorosa.

-Llévenlo al sótano.
-Sí.