CAPITULO 24 Llegada.

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---Yukina---

Como siempre no sé nada de mi amado.

De mi musa.

Me molesta no encontrarlo.

Lo único que quiero es protegerlo y amarlo.

¿Es mucho pedir?

Creo que sí.

Maldición.

Takafumi.

¿Cuándo te darás cuenta de que te amo?

Que soy lo mejor para ti.

¿Por qué?

¿Por qué otros y no yo?

Deberíamos intentarlo.

Darnos esa oportunidad para ser felices.

Llegue a un bar y tome un par de tocas.

Mi celular comenzó a sonar y respondí.

-¿Sí?
-¿Dónde diablos estás?
-Eso no tiene nada que ver contigo.
-Sabes que sí.
-¿Qué demonios quieres? –gruñí.
-Te recuerdo que si tienes poder y dinero es gracias a mí.
-¿Y?
-Te has vuelto más descarado.
-Déjame en paz hermano.
-Sí no fueras un idiota.
-Juro que te mataré. –gruñí.
-Quisiera verlo. –rio.
-Maldito Tsumori.
-¿Estás enojado hermanito? –se carcajeo.
-¿Para qué me llamas?
-Quería preguntarte si la zorra de Hiroki está en ese lugar.
-Oh, mi hermano aún sigue obsesionado con ese castaño.
-Jódete.
-Tú primero.
-Me vale lo que opines, ¿está o no está ahí?
-Sabes te lo diría pero... JÓDETE.

Colgué y apague mi celular.

Maldito.

Ni crea que podrá mandarme.

Además...

Si quiere algo debe buscarlo.

Maldición.

Solo me quitan mi valioso tiempo.

Tiempo que puedo ocupar tratando de encontrar a mi amado.

Conquistándolo.

Ya me canse.

Me fui por la ruta romántica.

Pero no he conseguido nada.

Si ese es el caso.

Entonces seré más directo.

Ya me canse de fingir paciencia.

De ser dulce y tierno.

Porque parece que a Yokozawa le gustan los tipos directos y más agresivos.

Si eso es lo que quiere.

En ese caso se lo daré.





---Akihiko---

¿Eh?

¿Cómo rayos llegue aquí?

¿Habré tomado demás?

No lo sé.

Me levante del camastro y mire mí alrededor.

No sabía que este lugar tenía una terraza.

Maldición.

Se supone que debería estar al lado de mi niño.

Y me quede dormido.

Más le vale a ese rubio no haberle hecho nada.

Soy lo peor.

El peor novio del mundo.

Me llego un mensaje de mi lindo castaño.

Decía que se había ido temprano, porque se sentía mal.

No espere más y salí del lugar.

Muchos estudiantes trataban de detenerme pero yo solo negué con la cabeza.

Incluso algunas chicas se me insinuaron.

Me molesta que lo hagan.

Acaso, ¿no entienden las indirectas?

Salí a la calle y busque mi auto.

Me subí y maneje lo más rápido hacía la cabaña.

Lo bueno es que tengo una copia de la llave.

Espero que este bien.

Mi lindo castaño.

Al llegar a la cabaña, abrí la puerta y entre.

-¿Hiroki?

Camine por el pasillo y lo vi recostado en el sofá, abrazando una de mis camisas con fuerza.

Se ve tan hermoso.

Camine hacía él y acaricie su mejilla.

-A-Akihiko. –murmuro.
-Aquí estoy amor.

Él me miro y se abalanzo a mis brazos.

Lo acurruque en mi pecho y lo bese tiernamente.

-Tranquilo amor, aquí estoy.
-Akihiko, -sollozo- no me dejes.
-¿Te hizo algo? Ese hombre te...
-No, -me miro- él no fue.
-Hiroki, ¿Qué paso?
-E-El hombre que a-abuso de mí, estaba en el bar.
-Mi amor.
-Sentí mucho miedo.
-Tranquilo, no te dejaré solo
-¿Dónde estabas? Te busque y...
-Lo siento mi amor, parece que me puse malo y me quedé dormido.
-...
-Perdóname Hiroki, lo siento.

Él se aferró a mí y negó con la cabeza.

-No tengo nada que perdonarte Akihiko.

Lo tome del mentón y lo bese.

-Tengo sueño –murmuro al separarnos.

Lo cargue y lo lleve a la habitación.

Bese su frente y lo recosté en la cama.

-Te amo Hiroki, te amo tanto.
-Y yo a ti. –sonrió.
-Te protegeré lo prometo.

Tengo que cuidarlo.

Darle todo mi amor.





---Kirishima---

Me siento un poco confundido.

No sé qué ocurrió.

Siento como si acabará de despertar.

Me siento más relajado.

Pero...

¿A qué se debe?

Aunque...

No es la primera vez que pasa.

Maldición.

Ya he ido a hacerme estudios.

Pero los resultados son los mismos.

No tengo nada.

Estoy perfectamente bien.

Esto es muy raro.

Pero...

Ahora lo primordial es estar con mi amado.

Subí a mi auto y a pesar de que no fuera tan lejos, tenía que llegar lo más pronto posible.

Mi lindo Takafumi.

¿Qué ocurrió?

Lo último que recuerdo es que Takano se lo llevo por un momento.

Y luego...

Mi mente está en blanco.

No lo entiendo.

En verdad esto es tan...

Llegue al lugar que me indico y me baje del auto.

-¡Yokozawa! –exclame.

Busque con la mirada a mi niño.

Tengo que encontrarlo.

Por favor.

Que no le pase nada.

-Z-Zen.

Ese murmullo.

Lo busque con la mirada y lo vi escondido detrás de un contenedor en un callejón.

Siento un pequeño dolor en mi pecho.

Sin pensarlo, corrí hacía él y lo abrace.

Mi amado se aferra a mí y comienza a llorar.

-Shh, aquí estoy.
-T-Tenía miedo.
-Lo siento, no debí dejarte solo.

Lo acurruque en mi pecho.

Solo quiero darle fortaleza, darle mi amor.

-No me dejes Zen, te necesito conmigo.
-No lo haré, porque te amo y quiero estar contigo.
-Y yo contigo.

Lo tome del mentón y lo bese.

Él lentamente se tranquilizó.

Se aferró a mi cuello y yo a su cintura.

El beso se volvió más pasional, exigente.

Nos separamos por falta de oxígeno y lo mire.

-Volvamos, tienes que descansar.
-Hai.

Nos dimos otro beso.

Lo cargue y lo lleve hasta el auto.

El viaje de regreso fue más tranquilo, mi amado me miraba y me sonreía, realmente es tan perfecto.

Al llegar a la cabaña Yokozawa me pidió que durmiera con él, cosa que no me iba a negar.

Lo amo.

Y lo que más deseo.

Es que sea feliz.

Que me sonría.

Que sea mi todo.

Nos acostamos en la cama y él se acurrucó en mi pecho.

Su calor es lo más reconfortante.

Es lo que más deseo.

-Te amo Takafumi, más de lo que imaginas.





---Nowaki---

Por fin he llegado a Canadá.

Muero de ansias por ver a mi amado.

Por ver a mí lindo Hiro-san.

Pero debo espera en la mañana.

Llegue al hotel y me deje caer en la cama.

Tengo tantas cosas que decirle.

Primero quiero abrazarlo y besarlo.

Después aclarar lo que ocurrió.

Decirle que no era mi intención haberlo dejado.

Que lo amo.

Explicar lo ocurrido.

Amo a mi Hiro-san.

Es mi vida entera.

No quiero que esto acabe aquí.

No de esta forma.

No es justo que nos separen.

Cuando nos amamos como nadie.

Ese amor es tan fuerte y profundo.

Al día siguiente me desperté un poco tarde.

Me di un baño y me coloque la ropa que me regalo Hiro-san en mi cumpleaños.

Afortunadamente me enteré que los chicos irían a comer al parque principal.

Tome un taxi y le di la dirección.

Me siento nervioso.

Lo veré de nuevo.

Lo tendré en mis brazos.

Pero...

¿Qué debo decirle?

Maldición.

En verdad me siento tan ansioso.

Al llegar me baje del taxi y camine hasta el lugar.

Vi a todos el grupo reunido.

Y ahí estaba mi Hiro-san.

Mirando por la ventana.

Suspirando.

Esto es mejor que mis sueños.

Realmente...

Lo vi levantándose y salir.

No puedo más.

Camine hacía él.

-Hiro-san.

Él me miro sorprendido.

-¿N-Nowaki?

No lo deje hablar más.

Simplemente lo abrace.

Pero algo raro ocurrió.

Se estremeció e intento apartarme.

-Hiro-san.
-S-Suéltame.
-Mi amor, tranquilo.
-YO NO SOY TU AMOR.
-Hiro-san, mírame.
-¡Suéltalo Kusama!

Me sorprendió ver a Usami apresurarse a dónde nos encontrábamos, abrazo a mi castaño y me miro con odio.

-Por favor, no se meta en nuestros asuntos. –comente molesto.
-Son mis asuntos porque yo soy la pareja de Hiroki.
-¿Eh?





---Yokozawa---

Me desperté temprano porque mi celular no paraba de sonar.

-No contestes, -susurro Zen en mi oído- necesitas descansar.
-Puede ser importante.
-Mi amor.
-No tardaré.

Zen me dio un beso casto y respondí.

-¿Sí?
-¿Familiar de Takano Masamune?

Me extraño que me dijeran esas palabras.

-¿Quién es usted?
-Buenas tardes, le llamo del hospital central, vimos este número en el celular de nuestro paciente.
-¿Qué?
-El joven Takano Masamune está en terapia intensiva, sufrió un intento de asesinato.

Siento un dolor en mi pecho y me levante de la cama.

-¿Cómo está?
-Lo mejor es que usted venga para hablar de lo ocurrido.
-Voy enseguida. –comente.
-¿Qué pasa amor?
-E-Es Takano, él... está muy mal, -solloce- seguramente fue Akuma, yo... es mi culpa.  

Mi Obsesión Eres Tú... (Kirishima x Yokozawa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora